Los universitarios chilenos son un grupo etario vulnerable a una nutrición inadecuada y a un bajo nivel de actividad física (NAF) y además se caracterizan por presentar niveles socioeconómicos heterogéneos. Un estudio realizado en Chile, en el año 2007 reveló que el 61% de los estudiantes eran inactivos1. Aun así, y según revelan datos procedentes de la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010 de Chile2, este grupo etario realiza mayor cantidad de actividad física que sus pares que no asisten a la universidad, donde se muestra un nivel de inactividad física preocupante para el grupo entre los 15 y los 24 años que alcanza 75,6%. Otro estudio en estudiantes universitarios chilenos indicó que 25% de los hombres y 16% de las mujeres cumplían con la recomendación de ejercicio físico necesario para provocar efectos positivos en su salud3. Es importante destacar que la vida universitaria en sí contempla una serie de tareas que implican muchas horas de hábito sedentario, lo que incorpora aún más riesgo sumado a la escasa práctica de actividad física4, ya que estas, el sedentarismo y la inactividad física, son factores independientemente asociados a la salud5,6. Por su parte, los estudiantes universitarios físicamente inactivos señalan que la principal razón para no realizar ejercicio físico es la falta de tiempo y en segundo lugar reportan factores como la pereza o el cansancio7,8.
Existen varios métodos indirectos para evaluar el NAF, entre ellos, a través de la calorimetría indirecta, la frecuencia cardiaca y el agua doblemente marcada9. Según la literatura, la acelerometría es uno de los métodos más fiables en el registro de la intensidad y el volumen de actividad física realizada en un período de tiempo determinado10. La acelerometría, es un método objetivo, no reactivo y relativamente fácil de usar, que permite cuantificar el movimiento en cualquier momento y determinar diferentes NAF y tiempo sedentario, por tanto, puede constituir un método objetivo para distinguir diferencias del NAF entre individuos12.
La etapa universitaria es considerada una etapa crítica en la adquisición de hábitos de vida saludable, ya que, se ha demostrado que los estudiantes pasan de una rutina regular de actividad física en la etapa infantil y adolescencia, a una reducción significativa de actividad física (AF) e incremento de los hábitos sedentarios en la vida universitaria13. Por ello, el objetivo de este estudio fue determinar las diferencias en los NAF y del gasto energético por actividad física de un grupo de estudiantes de acuerdo al tiempo de vida universitaria.
Metodología
Participantes
El grupo de estudio incluye estudiantes universitarios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, de diversas carreras de la Facultad de Educación, Facultad de Ciencias y de la Facultad de Ingeniería, a excepción de estudiantes de educación física. Todos los estudiantes que fueron incluidos en la muestra seleccionada para el presente estudio, cumplían con los criterios de inclusión para participar del estudio, que fueron no presentar ningún tipo de enfermedad o problema musculo-esquelético diagnosticado. Inicialmente se incorporaron 60 estudiantes, de los cuales fueron incluidos en el análisis un total de 56 estudiantes voluntarios (hombres: 27; mujeres: 29) con una media de 21,8 ± 1,9 años de edad, ya que 4 de ellos no cumplieron el protocolo de uso del acelerómetro. Se dividió en dos grupos la muestra total, teniendo en cuenta los años de experiencia universitaria, donde el primer grupo estaba compuesto por 1-2 años de experiencia o vida universitaria, y un segundo grupo por 3-5 años de experiencia o vida universitaria, considerando que en los primeros 2 años ocurren grandes cambios en las conductas saludables según se muestra en la evidencia existente14.
Instrumentos de medición
Para el registro del peso corporal se usó una balanza digital marca Tanita HD314, con una precisión de 100 g, y para la estatura un tallímetro portátil marca Seca 213. Se realizó un registro del gasto energético y NAF mediante el uso de acelerómetros triaxiales, de la marca Actigraph modelo wGT3X+, cuyas medidas son 4,6 × 3,3 × 1,5 cm y con 19 g de peso. Este instrumento estima el gasto energético (Kcal) y esta estimación se obtuvo a través de la ecuación de Freedson15. Además, se obtuvo el número de pasos realizados por día, el número de pasos realizados por minuto, y los NAF expresados en minutos por día categorizándose en estos niveles: sedentaria (≤1,5 METs), ligera (1,5 a 3 METs), moderada (3,1 a 6 METs) y vigorosa (> 3 a 6 METs)16.
Proceso de registro
En primer lugar, se realizó una anamnesis con los datos personales y se evaluó el peso y la estatura de cada participante. El protocolo elegido para el uso del acelerómetro fue mediante un pequeño bolso adosado en el lado derecho de la cintura a través de una banda elástica portable o puesto directamente en el cinturón del pantalón, debiendo ser el dispositivo usado durante 14 h/ diarias, de manera continuada durante 7 días a la semana. La medición se fue desarrollando en grupos de 11 participantes dentro de cada semana del estudio. El acelerómetro debía ser usado entre las 8:00 h a las 22:00 h durante los 7 días anteriormente señalados. Solo podían retirarlo al ducharse y para dormir. Cada participante del estudio recibía llamadas telefónicas cada día como recordatorio, además de comunicados mediante correo electrónico y mensajería instantánea.
Obtención de los resultados
El acelerómetro se descarga en archivos “.Raw”; que posteriormente se transforman en archivos a “Epoch Data” de 60 segundos para adultos. Posteriormente se validaron los datos en el software Actilife 6.10.1. Dicha validación consideró un mínimo de 10 horas de uso del dispositivo por un mínimo de 3 días hábiles. Una vez validados todos los archivos se exportaron a una planilla Excel para su análisis. Todos los datos recabados fueron validados por 14 h/diarias durante las jornadas, excluyendo sábado y domingo.
Aspectos éticos
Este estudio fue aceptado por el Comité de Ética correspondiente de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (CCF02052017). Se aplicó un consentimiento informado y de compromiso, el cual fue firmado por los voluntarios seleccionados. Este documento explicaba claramente la metodología a seguir, los objetivos del estudio, los datos requeridos y el compromiso de portar el dispositivo durante los tiempos establecidos. Además, se explica la confidencialidad del estudio y de carácter no invasivo, por lo que no conlleva riesgo alguno. Al finalizar la participación de esta investigación, se entregó de forma personal un documento que contiene los resultados obtenidos.
Estadística
La normalidad de las variables fue estudiada mediante el test de Kolmogorov-Smirnov teniendo en cuenta la muestra reclutada para el estudio. Se realizó un análisis de las diferencias entre las medias de las características socio-demográficas (edad, peso, talla, índice de masa corporal). Se utilizó la prueba t-student para muestras independientes en las variables que presentaron una distribución normal (pasos/minuto; actividad sedentaria; actividad física ligera), mientras que la prueba no-paramétrica U Mann Whitney se utilizó cuando las variables no presentaban una distribución normal (kcal/día; pasos/día; actividad física moderada; actividad física vigorosa). Un valor de p < 0,05 se definió como estadísticamente significativo, utilizando el software SPSS versión 21.
Resultados
Las características descriptivas de la muestra de participantes del estudio se presentan en la Tabla 1. Se encontraron diferencias significativas solo en la variable edad entre los dos grupos (1-2 años vs 3-5 años; p < 0,05).
Tabla 1 Características descriptivas de los participantes del estudio categorizados a lo largo de los años de vida universitaria (1-2 años) y (3-5 años)
Años de vida universitaria | |||||
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1-2 años (n = 23) |
3-5 años (n = 33) |
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M | DE | M | DE | p | |
Edad | 20,5 + 1,6 | 22,7 + 1,7 | < 0,001 | ||
Peso | 65,6 + 9,0 | 64,5 + 8,2 | 0,651 | ||
Talla | 1,66 + 0,0 | 1,64 + 0,0 | 0,279 | ||
IMC | 23,4 + 2,8 | 23,8 + 2,3 | 0,557 |
Valores expresados como media (M), así como desviación estándar (DE).
La Tabla 2 presenta los datos referentes al gasto energético, número de pasos y NAF diario a lo largo de los años de vida universitaria, atendiendo a los grupos de 1-2 años y 3-5 años de permanencia para la muestra total y estratificado por sexo, donde se muestran separados para un mejor entendimiento a pesar de no existir diferencias entre estos grupos. Se encontraron diferencias significativas en el número de pasos entre ambos grupos 1-2 y 3-5 años de vida universitaria, tanto en el número de pasos/diarios (p < 0,001), como en los pasos/ min (p < 0,001), donde obtuvieron mayores pasos los estudiantes con una mayor vida universitaria. Además, estas diferencias se mantuvieron cuando se segmentó la muestra total por sexo, presentándose diferencias en la variable de pasos/día, en el caso de las mujeres (p < 0,001), y de pasos/min en el caso de los hombres (p < 0,001). Ninguna de las otras variables presentó diferencias significativas en la muestra total, ni en función del sexo.
Tabla 2 Gasto energético, número de pasos y NAF diaria categorizados a lo largo de los años de vida universitaria 1-2 años y 3-5 años, en la muestra total de participantes y estratificado por sexo
Años de vida universitaria | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
1-2 años | 3-5 años | |||||
M | DE | M | DE | p | ||
Muestra total | (n = 23) | (n = 33) | ||||
Gasto energético | ||||||
Kcal por día | 317,5 ± 136,7 | 359,3 ± 158,0 | 0,424 | |||
Número de pasos | ||||||
Pasos/día | 11.852 ± 4.812 | 16.237 ± 4.800 | < 0,001 | |||
Pasos/min | 10 ± 5,8 | 18,7 ± 5,9 | < 0,001 | |||
Niveles de actividad física (min/día) | ||||||
Sedentario | 605,3 ± 172,0 | 562,1 ± 208,3 | 0,416 | |||
Ligero | 203,3 ± 59,2 | 240,6 ± 82,2 | 0,068 | |||
Moderado | 48,8 ± 20,8 | 48,1 ± 18,98 | 0,739 | |||
Vigoroso | 3,0 ± 4,5 | 2,6 ± 4,02 | 0,770 | |||
Mujeres | (n = 9) | (n = 20) | ||||
Gasto energético | ||||||
Kcal por día | 1.025,1 ± 381,3 | 1.069,9 ± 467,6 | 0,167 | |||
Número de pasos | ||||||
Pasos/día | 11.517 ± 2.220 | 17.039 ± 5.154 | 0,003 | |||
Pasos/min | 11 ±6,6 | 19,9 ± 4,6 | 0,928 | |||
Niveles de actividad física (min/día) | ||||||
Sedentario | 627,3 ± 223,2 | 524,6 ± 191,64 | 0,924 | |||
Ligero | 218,3 ± 66,2 | 238,3 ± 79,62 | 0,553 | |||
Moderado | 46,0 ± 9,2 | 52,2 ± 21,31 | 0,729 | |||
Vigoroso | 2,1 ± 4,4 | 2,4 ± 3,96 | 0,817 | |||
Hombres | (n = 14) | (n = 13) | ||||
Gasto energético | ||||||
Kcal por día | 1.533,2 ± 694,5 | 1.195,9 ± 416,2 | 0,756 | |||
Número de pasos | ||||||
Pasos/día | 12.067 ± 6.002,0 | 15.003 ± 4.080,4 | 0,076 | |||
Pasos/min | 10 ± 5,4 | 16 ± 7,3 | 0,024 | |||
Niveles de actividad física (min/día) | ||||||
Sedentario | 591,1 ± 137,4 | 619,6 ± 227,2 | 0,694 | |||
Ligero | 193,6 ± 54,6 | 244,1 ± 89,1 | 0,085 | |||
Moderado | 50,6 ± 25,9 | 41,8 ± 13,0 | 0,402 | |||
Vigoroso | 3,6 ± 4,6 | 2,8 ± 4,2 | 0,673 |
M= media, DS= Desviación estándar.
La Figura 1 presenta el número de pasos diarios a lo largo de los años de vida universitaria (de 1 a 5 años), de la muestra total, así como separados en mujeres y hombres. En dicha figura se observa claramente como el número de pasos/ diarios aumenta a medida que aumentan los años de experiencia o vida universitaria (de 1 a 5; p = 0,026), tanto en la muestra total, como en mujeres y hombres.

Figura 1 Número de pasos diarios a lo largo de los años de vida universitaria de la muestra total, así como separado en mujeres y hombres.
Los minutos de actividad física moderada-vigorosa a lo largo de los años de vida universitaria estratificado en la muestra total, así como separado en mujeres y hombres se presentan en la Figura 2. Podemos observar en cuanto a las variaciones durante los diferentes años universitarios, que no existe un patrón común a pesar que se aprecia un descenso no significativo (p = 0,334) en la muestra total, mujeres y hombres.
Discusión
El presente estudio tuvo por objetivo determinar las diferencias en los NAF y del gasto energético de un grupo de universitarios de acuerdo al tiempo de vida universitaria. Observamos que los valores referentes a ambas variables parecen descender con el paso de los años, pero no de manera significativa. Sin embargo, se observa que el número de pasos es mayor a medida que pasan los años en la universidad.
Pasos por día
En el presente estudio, se encontraron diferencias en el número de pasos/día en los estudiantes de primeros años, el cual es significativamente más bajo que sus pares que llevan más tiempo en la universidad (Tabla 2), quienes caminaban un 27% más. Esto podría estar relacionado con el tiempo de permanencia en la universidad y el cambio en las motivaciones y hábitos de vida17. Por lo tanto, el cambio a la universidad es un factor que puede limitar considerablemente la práctica de AF y el gasto energético especialmente en los primeros años.
La mayor cantidad de pasos realizados por los estudiantes con mayor vida universitaria, da cuenta del mayor desplazamiento activo, situación que se genera por la movilidad a las distintas facultades o por la realización de otras actividades como las prácticas profesionales de los últimos años de carrera que pueden influir en el aumento de los pasos/día.
Una recomendación importante a considerar para paliar la situación de los primeros años, es realizar brisk walking o caminata, en la que se realizan alrededor de 100 y 110 pasos/min, durante 30 min, con una frecuencia de cuatro a cinco veces por semana18, dándole importancia no solo a la cantidad, sino que también a la intensidad (frecuencia o cadencia de pasos). En la realidad chilena se ha comprobado que aquellas personas que realizan más de 30 min de caminata por día, cumplen con las recomendaciones de actividad física19. Por lo tanto, es necesario incrementar el nivel de transporte activo en los primeros años de estudios universitarios, lo que además permitiría un potencial ahorro de dinero y tiempo de traslado. Un reciente estudio señala una asociación positiva entre el uso de teléfonos móviles y el cumplimiento de las recomendaciones de actividad física20, como recientemente ha ocurrido con la aplicación Pokemon Go, lo cual puede ser una estrategia para incrementar los NAF21.
Nivel de sedentarismo
La disminución del gasto energético se relaciona inversamente con el tiempo sedentario. Al respecto, el tiempo sentado diariamente también se asocia positivamente con la mortalidad por enfermedad cardiovascular, donde a mayor tiempo sentado, mayor es el riesgo de muerte22, por lo tanto, el riesgo de muerte al estar sentado es independiente del NAF22.
Es de mucha atención el nivel de sedentarismo que presentan los estudiantes que recién ingresan a la universidad con respecto a los que tienen una mayor experiencia universitaria, según muestran nuestros resultados. Respecto de los tiempos sedentes, Dunstan y colaboradores en el año 201224, señalan que, tras analizar la evidencia científica de sus estudios experimentales y epidemiológicos, se define que mucho tiempo sentado debería ser considerado como un componente independiente de los NAF de las personas. Por tanto, así como es importante incrementar el tiempo destinado a la actividad física para mejorar la salud metabólica, también lo es disminuir el tiempo en el que se permanece en actividades sedentarias23. No obstante, se ha demostrado en Chile que ser físicamente activo modifica los efectos negativos de ser sedentario sobre marcadores cardiometabólicos26. En el presente estudio, el tiempo sedentario en estudiantes de 3-5 años de experiencia universitaria fue 1,9 veces mayor que el tiempo activo (ligero, moderado y vigoroso), mientras que en estudiantes de 1-2 años fue 2,1 veces mayor que el tiempo activo.
Tudor-Locke27,28 propone una clasificación de “persona sedentaria” para aquellos adultos que realizan menos de 5.000 pasos diarios y, “físicamente activos” a aquellas que realizan 8.000 pasos diarios o más. En nuestra investigación, los estudiantes se clasifican como físicamente activos, donde el umbral de 10.000 pasos/día encontrado, se asocia a menudo con un NAF que es beneficioso para la salud29,30.
Actividad física
Existe escasa literatura en Chile sobre la actividad física -medida de manera objetiva- de esta población, la cual se considera como un período sensible para la creación de hábitos saludables y en la que se origina un considerable deterioro de los NAF, que pueden mantenerse en etapas posteriores de la vida adulta31.
Estudios norteamericanos señalan que los adultos jóvenes no realizan suficiente AF32 y que además disminuyen su NAF al pasar de la escuela secundaria a la universitaria33, disminuyendo así los METs/semanales a la mitad entre uno y otro período (de 31,66 METs/semana a 16,92 MeTs/ semana) y aumentando notablemente el nivel de sedentarismo34.
En la presente investigación, a pesar de no existir diferencias significativas al respecto, el NAF ligero fue 37 min/semana más elevado que en los estudiantes de 3-5 años comparado con los estudiantes de 1-2 años de experiencia universitaria.
Se puede observar también que en pasos/día y pasos/min, aumentan en aquellos estudiantes con más años de permanencia en la universidad. Por el contrario, el tiempo sedentario, a pesar de no existir diferencias significativas, es mayor en los estudiantes de 3-5 años en la universidad.
Según las recomendaciones actuales de la Organización Mundial de la Salud, se señala que los adultos deben realizar AF vigorosa por más de 75 min semanales35, lamentablemente este grupo realiza apenas un promedio entre 3 a 5 min diarios de esta intensidad que, en los 7 días de la semana, no alcanza a la mitad de la recomendación. Esta intensidad juega un rol fundamental, ya que, una mayor intensidad de actividad física, induce la mejora del fitness cardiorrespiratorio y la disminución de los factores de riesgo36, hecho que ya ha sido comprobado en población chilena, teniendo efectos positivos sobre el control y disminución de la resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 e hipertensión37,38,39.
Cambio de hábitos e implicaciones prácticas para la salud
Es importante destacar que la vida universitaria contempla la realización de una serie de tareas y actividades típicas del quehacer académico, que implica muchas horas de tiempo sedentario en el aula. También es importante destacar que este grupo no presenta graves problemas de salud, los cuales se modifican poco durante la vida universitaria a excepción del aumento del peso y la grasa corporal40, producto de los malos estilos de la dieta41.
Hoy en día se promueve el caminar, como una forma de aumentar el NAF, no obstante, al parecer no solo basta con sugerirlo, pues es necesario alcanzar cierta cantidad de pasos y de cadencia con la finalidad de inducir en el organismo una serie de efectos beneficiosos42. En este caso los estudiantes universitarios de nuestro estudio, a pesar de solo realizar actividad física ligera, alcanzan el mínimo de pasos necesarios para generar mejoras en el estado de salud.
No obstante la falta de programas regulares de actividad física en las universidades chilenas, convierte a este período en una etapa crítica, donde se deterioran los hábitos adquiridos en la familia, facilitando aquellos poco saludables, los que a futuro, repercutirán en la salud de los estudiantes, donde el sedentarismo y la malnutrición por exceso, han condicionado el incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles7,8,43, evidenciando la necesidad de intervenir este grupo etario mediante políticas sanitarias preventivas. Es importante que las autoridades consideren la inclusión de actividades deportivas o físicas en la malla curricular semestral como un requisito para la culminación de la carrera, como actualmente se hace en Japón y Cuba44.
Limitaciones y proyecciones
Una de las principales limitaciones corresponde al número de voluntarios que aceptaron participar en el estudio, donde se tuvo que agrupar por tiempo de permanencia en la universidad en solo 2 subgrupos, influido además por la complejidad de portar un acelerómetro durante una semana completa, aunque esta metodología, por otro lado, fortalece los hallazgos encontrados en nuestro estudio, al tratarse de una evaluación objetiva y fiable de análisis de la AF.
Se espera en el futuro poder evaluar un mayor número de estudiantes por cada año de ingreso, buscando una representatividad de estudiantes que permita mejorar la potencia estadística.
Además, el estudio especifico de los estudiantes universitarios por grupos de edad o según los años de permanencia en la universidad, abre nuevas perspectivas de investigación, donde según nuestros hallazgos presentan diferencias al comparar el mayor o menor tiempo de permanencia. Por tanto, no sería adecuado analizar los resultados obtenidos, sin considerar en que año se encuentran en la universidad, reconociendo la evolución y los cambios que ocurren a medida que avanzan en sus estudios universitarios.
Conclusión
Se concluye que a medida que aumentan los años de vida universitaria, el número de pasos aumenta. Sin embargo, este hecho no muestra una diferencia en los NAF moderada-vigorosa durante estos años, por lo que se requieren más estudios para determinar el impacto de la vida universitaria en los NAF. No obstante, se precisa integrar actividades físicas de intensidad vigorosa en estos grupos, dado que puede existir un descenso en la intensidad de la actividad que se desarrolla durante el período universitario.