INTRODUCCIÓN
La industria alimentaria, como parte de su desarrollo ha incluido el procesamiento de los alimentos con el objetivo de facilitar su producción, distribución y expendio1. El procesamiento de alimentos implica procesos físicos, biológicos y químicos utilizados después de que los alimentos se separan de la naturaleza y antes de ser consumidos2.
La clasificación propuesta por Monteiro et al3, denominada NOVA, agrupa los alimentos de acuerdo a la naturaleza, el alcance y el propósito del procesamiento industrial al que se someten. Involucra cuatro categorías de alimentos, definidos como: Grupo 1, alimentos sin procesar o mínimamente procesados; Grupo 2, ingredientes culinarios procesados; Grupo 3, alimentos procesados; Grupo 4, alimentos ultraprocesados4. Por un lado, los alimentos procesados son aquellos alimentos naturales, correspondientes al grupo 1, que dentro de su procesamiento se adicionan ingredientes culinarios que corresponden al grupo 2 (sal, azúcar y aceites). En tanto, los alimentos ultraprocesados, se describen como formulaciones industriales de varios ingredientes. A diferencia de los procesados, además de sal, azúcar y aceites, los ultraprocesados incluyen sustancias alimentarias que generalmente no se emplean en las preparaciones culinarias, en particular, saborizantes, colorantes, edulcorantes, emulsionantes y otros aditivos5.
Estudios previos han descrito un aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados en diferentes países6,7. En la cohorte EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition), la ingesta de alimentos procesados representa entre el 50% y el 90% de la ingesta alimentaria8. Cifras similares se han obtenido en otras cohortes, en población canadiense y estadounidense, la ingesta de ultraprocesados representó un 48% y 56% de las calorías totales al día respectivamente9,10.
Se observó también que los alimentos y bebidas ultraprocesados han reemplazado a los productos frescos o mínimamente procesados y las comidas preparadas11. Chile al igual que la mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe, ha experimentado un aumento en la compra de alimentos procesados y ultraprocesados, así como un descenso en el consumo de productos naturales como legumbres, pescados, frutas y verduras12,13. Esta preferencia por alimentos procesados puede deberse a su palatabilidad, marketing y conveniencia en su preparación4. El incremento en un 10% del consumo de alimentos ultraprocesados se asoció a un incremento de IMC y adiposidad14. Así también, su consumo se ha asociado a enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e incluso mayor mortalidad15,16.
World Cancer Research Fund International declara que la alimentación es un determinante crítico para el riesgo de cáncer17. Se estima que los factores dietarios son responsables de alrededor del 30% de los cánceres en los países industrializados y de 20% en los países en desarrollo18. El estudio Nutrinet Santé, demostró que un aumento del 10% en la proporción de alimentos ultraprocesados en la dieta, se asoció con un aumento significativo de más del 10% en los riesgos de cáncer general y de mama19. Junto con esto, revisiones sistemáticas han evaluado la relación entre alimentos procesados y algunos tipos específicos de cáncer encontrando relación con cáncer colorrectal, cáncer de esófago y cáncer de mama20,21,22. Por tanto, es necesaria una revisión que explore la relación entre el consumo de ambos grupos de alimentos, procesados y ultraprocesados, con diferentes tipos de cáncer. Bajo la premisa de la evidencia expuesta, el objetivo de esta revisión fue evaluar sistemáticamente la evidencia publicada sobre la relación entre el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados, con el desarrollo de diferentes tipos de cáncer.
METODOLOGÍA
Fuente de datos y estrategia de búsqueda. Se realizó una búsqueda sistemática en la base de datos PubMed® para artículos publicados los últimos 10 años hasta el 30 de mayo del 2020. Se ejecutó la búsqueda bibliográfica en la base de datos PubMed®, ya que es de acceso libre y especializada en ciencias de la salud.
Para la búsqueda de revisión se utilizaron los siguientes términos: “Fast Foods”[Mesh] OR “Fast Food”[tiab] OR “Convenience Foods”[tiab] OR “Convenience Food” OR “Ready-Prepared Foods”[tiab] OR “Ready Prepared Foods”[tiab] OR “Ready-Prepared Food”[tiab] OR “Ready-To-Eat Meals”[tiab] OR “Ready To Eat Meals”[tiab] OR “ultra-processed food”[tiab] OR “processed food”[tiab]) OR “junk foods” [tiab] AND (“Neoplasms”[Mesh] OR “Neoplasia”[tiab] OR “Neoplasias”[tiab] OR “Neoplasm”[tiab] OR “Tumors”[tiab] OR “Tumor”[tiab] OR “Cancer”[tiab] OR “Cancers”[tiab] OR “Malignancy”[tiab] OR “Malignancies”[tiab] OR “Malignant Neoplasms”[tiab] OR “Malignant Neoplasm”[tiab] OR “Neoplasm Malignant”[tiab] OR “Neoplasms Malignant”[tiab]).
Elegibilidad de los estudios y criterios de selección
Se incluyó estudios de cohorte, casos-controles y estudios transversales, limitando la búsqueda a estudios en adultos, publicados los últimos 10 años y que estuvieran escritos en los idiomas inglés o español. Se consideraron estudios que confirmaron el diagnóstico de cáncer por medio de resultados histológicos, biopsia o registros médicos, asimismo, el método de estudio de dieta debía estar cuantificado por medio de encuestas o por la caracterización del patrón dietético. Se verificó que los distintos estudios incluyeran alimentos procesados y/o ultraprocesados en las evaluaciones.
Se excluyeron aquellos que no evaluaban la relación entre consumo de alimentos procesados o ultraprocesados y cáncer. Además, estudios que evaluaron recidiva de cáncer o consideraron lesiones precancerosas para determinar el riesgo. Se excluyeron también, publicaciones que no incluyeran alimentos procesados o ultraprocesados dentro de los alimentos o patrones dietéticos. Los criterios de inclusión y exclusión se detallan en la tabla 1.
Tabla 1 Criterios de inclusión y exclusión.
Como parte de las recomendaciones para revisiones sistemáticas, descritas en la declaración PRISMA23, ambos autores (AG y MD) realizaron una verificación por títulos y resúmenes, para determinar la elegibilidad de los estudios.
La revisión se realizó de manera independiente, con el fin de minimizar el riesgo de sesgo en el proceso de selección de los estudios; un primer revisor evaluó la mitad superior de la búsqueda, mientras el segundo revisor evaluó la mitad inferior de la búsqueda. Al concluir, se invirtieron los estudios, siendo revisados la totalidad de estudios por ambos revisores de forma independiente. Se excluyeron aquellos estudios que fueron rechazados por ambos revisores. Estudios que presentaron disputa se revisaron nuevamente y se discutieron entre ambos revisores. Los autores AG y MD leyeron los textos completos de los artículos incluidos para determinar si cumplían con los criterios de inclusión y exclusión, utilizando la misma metodología. Cuando se encontraron múltiples informes de un estudio, se utilizó la publicación más reciente. El flujograma de búsqueda se muestra en la figura 1.
Abstracción de datos
Se extrajo la siguiente información para cada estudio: Autor y año, lugar, tipo de estudio, número de casos, número de participantes, pregunta u objetivo, tipo de cáncer, método de estudio de dieta, resultados, conclusiones, análisis estadísticos y ajustes.
Evaluación del riesgo de sesgo
Para la evaluación de riesgo de sesgo de los estudios se utilizó una escala de valoración de calidad metodológica STROBE24. Se decidió utilizar este método para evaluar de forma crítica la calidad metodológica de los estudios y en base a aquello discutir los resultados expuestos. La valoración fue realizada por ambos autores de forma independiente, discutiendo aquellos que presentaron disputa. Se consideraron 3 categorías para la valoración, buena calidad (>14 puntos), mediana calidad (14-7 puntos) y baja calidad (<7 puntos)25. Se consideraron los estudios de buena o mediana calidad para la discusión de resultados.
RESULTADOS
La búsqueda primaria identificó 108 estudios. Al examinar los títulos y resúmenes 64 fueron excluidos. Se recuperaron 44 manuscritos para una revisión adicional de texto completo, de los cuales 18 estudios fueron seleccionados. De los 18 estudios, 13 casos y control, 4 estudios de cohorte y 1 estudio transversal cumplieron los criterios para su inclusión (Figura 1).
Del total de 18 estudios obtenidos a través de esta revisión sistemática, 14 estudios concluyen que existe una relación entre la ingesta de alimentos procesados y/o ultraprocesados con algunos tipos de cáncer (Tabla 2). De siete estudios que evaluaron riesgo de cáncer de mama19,26,27,28,29,30,31, cuatro encontraron una asociación positiva. Así también, dos de tres estudios que evaluaron cáncer colorrectal encontraron mayor riesgo de cáncer19,32,33. Además, tres estudios evaluaron cáncer de próstata19,34,35, dos cáncer esofágico36,37, uno cáncer de tiroides38, uno cáncer hepático39, uno cáncer de pulmón29, uno leucemia linfocítica crónica40, uno cáncer gástrico41 y uno mortalidad por cáncer42. Estos últimos, encontraron asociación positiva con el consumo de alimentos procesados o ultraprocesados.
Tabla 2 Descripción de los estudios incluidos en la revisión.
Autor y Año | Lugar | Tipo de estudio | Casos; N° de participantes | Objetivo | Método de estudio Dieta | Resultados | Conclusiones de cada estudio | Análisis estadístico y ajustes |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Song et al, 2012 [37] | China | Caso-control | 254; 508 | Investigar los efectos del consumo de alimentos procesados en el riesgo de cáncer de células escamosas esofágicas | EFC: Verduras en escabeche, verduras en conservas (sin sal) y carne salada | > 3 veces por semana de verduras en conserva sin sal: OR= 5,01 (2,07 - 12,17). ≥1 vez por semana de carne salada: OR= 2,57 (1,02 - 6,43) | El consumo de carne procesada y vegetales en conserva sin sal confiere un mayor riesgo de desarrollar cáncer esofágico | Modelo de regresión logística multivariado. Ajustado por vegetales en conserva, verduras en escabeche, carne salada, edad, tabaquismo, alcohol, consumo de frutas y vegetales, antecedente de cáncer esofágico familiar, ingreso anual per cápita |
Stott-Miller et al, 2013 [34] | EE.UU. | Caso-control | 1549; 3041 | Evaluar si el consumo de alimentos fritos se asocia con riesgo a desarrollar cáncer de próstata | EFC: Papas fritas, pollo frito, pescado frito, donas y chips snack | ≥ 1 v/sem papas fritas: OR= 1,37 (1,11-1,69). ≥ 1 v/sem pollo frito: OR= 1,3 (1,04-1,62) ≥ 1 v/sem pescado frito: OR= 1,32 (1,05-1,66). ≥ 1 v/sem snack chips: OR= 1,08 (0,89-1,32). ≥ 1 v/sem rosquillas: OR= 1,35 (1,11-1,66) |
El consumo regular (al menos una vez por semana) de alimentos fritos, como papas fritas, pollo frito, pescado frito y donas aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata | Modelos de regresión logística multivariado. Ajustado por edad, raza, antecedentes familiares de cáncer de próstata, IMC, historial de detección por antígeno prostático específico / o examen rectal digital en los 5 años anteriores y educación |
Jackson et al, 2013 [35] | Jamaica | Caso-control | 243; 516 | Determinar las relaciones entre los patrones dietéticos y el cáncer de próstata total, así como los cánceres de próstata de grado alto y bajo | Patrones dietéticos: Vegetales y legumbres, comida rápida, carne y carbohidratos | Patrón dietario carbohidratos: OR = 2,02 (1,05-3,87) Total Cáncer de próstata. Patrón comida rápida: OR= 0,66 (0,34-1,16) Total Cáncer de Próstata |
Patrón alto en carbohidratos, se asoció positivamente con riesgo de cáncer de próstata en hombres jamaicanos | Análisis de regresión logística multivariado. Ajustado por edad, antecedentes familiares de cáncer de próstata, educación, índice de masa corporal, tabaquismo, actividad física y consumo total de energía |
Lin et al, 2014 [41] | China | Caso-control | 107; 316 | Evaluar la asociación entre alimentos procesados con sal y cáncer gástrico | EFC: Carne salada, vegetales en escabeche y vegetales en conserva | Vegetales en escabeche: OR= 3,09 (1,08 - 8,78). Conservas de vegetales: OR= 6,33 (2,73 - 14,69). Preferencia muy salada: OR = 36,19 (7,33 - 178,66) | Consumo de alimentos procesados con sal, se relacionan con riesgo de cáncer gástrico | Análisis de regresión logística multivariado. Modelos ajustados por edad, sexo, ingresos del hogar, antecedentes familiares de cáncer, tabaquismo, consumo de alcohol, consumo de verduras frescas y consumo de frutas frescas |
Chandran et al, 2014 [30] | EE.UU. | Caso-control | AA: 803; 1692 EA: 755; 1456 | Investigar asociación entre alimentos con alta densidad energética y bebidas azucaradas con el cáncer de mama en mujeres afroamericanas y americanas europeas | EFC: Alimentos con alta densidad de energía, comidas rápidas y bebidas azucaradas | Mujeres AA Comida rápida: OR= 1,36 (0,94 - 1,96). Mujeres EA Comida rápida: OR= 1,75 (1,24 - 2,46). | El consumo frecuente de comida rápida parece aumentar el riesgo de cáncer de mama en mujeres AA y EA, con diferencias según el estado menopáusico | Análisis de regresión logística multivariada. Ajustado por edad, origen étnico, país de origen, educación, edad a la menarquia, estado menopáusico, paridad, edad al primer nacimiento, estado de lactancia materna, antecedentes familiares de cáncer de seno, uso de terapia de reemplazo hormonal, uso de anticonceptivos orales, historial de seno benigno enfermedad, sitio de estudio, índice de masa corporal, METs x semana, ingesta total de energía |
Castello et al, 2019 [32] | España | Caso-control | 1629; 3509 | Evaluar asociaciones entre patrones dietéticos y cáncer colorrectal | Patrones dietéticos: Mediterráneo, prudente y occidental | Patrón de la dieta occidental: OR= 1,5 (1,20 - 1,87) |
El patrón de dieta occidental se asocia a mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal | Análisis de regresión logística multivariado. Ajustado por sexo, edad, educación, IMC, antecedentes familiares de cáncer colorrectal, actividad física, tabaquismo, ingesta calórica e ingesta de alcohol, provincia de residencia e interacción entre sexos |
Liu et al, 2017 [36] | China | Caso-control | 942; 1884 | Investigar asociación entre patrones dietéticos y el riesgo de carcinoma de células escamosas esofágicas | Patrones dietéticos: prudente, alto consumo de vegetales y frutas, alimentos procesados y consumo de alcohol | Patrón alimentos procesados: OR= 2,84 (2,13 - 3,8) | El consumo de alimentos procesados se asocia con riesgo de cáncer de esófago | Análisis de regresión logística multivariado. Se ajustó por edad, sexo, estado educacional, IMC, tabaquismo, antecedentes familiares de cáncer, y la ingesta total de calorías |
Krusinska et al, 2017 [29] | Polonia | Caso-control | 160;320 | Evaluar la asociación entre patrones dietéticos y la prevalencia de cánceres de mama y pulmón. | Patrones dietéticos: Prudente, comida rápida y tradicional polaco | Patrón comida rápida: OR= 1,83 (1,06-3,16) |
El patrón de comida rápida y procesada se asoció débilmente con un mayor riesgo de cáncer de mama o de pulmón. | Análisis de regresión logística multivariado. Ajustado por edad, índice socioeconómico, actividad física general, tabaquismo en el pasado, abuso de alcohol y tipo de cáncer |
Krusinska et al, 2018 [28] | Polonia | Caso-control | 190; 420 | Evaluar la asociación de patrones dietéticos con riesgo de cáncer de mama | Patrones dietéticos: dietético Dieta mediterránea polaca (Polish-aMED), no saludable, prudente, margarina y dieta endulzada |
Patrón No saludable: OR= 2,90 (1,62 - 5,21) |
El patrón dietético no saludable aumenta el riesgo de desarrollo cáncer de mama | Análisis de regresión logística multivariado. Ajustado por edad, IMC, síndrome metabólico, estatus socioeconómico; actividad física general; edad a la menarquia; estado menopáusico; uso de anticonceptivos orales; uso de terapia de reemplazo hormonal; número de niños; tabaquismo; abuso de alcohol; uso de suplementos vitamínicos / minerales; antecedentes familiares de cáncer de seno; y subtipos moleculares de cáncer de mama, score hormonal |
Katsidzira et al, 2018 [33] | Zim babwe | Caso-control | 100; 300 | Evaluar patrones dietéticos y riesgo de cáncer colorrectal | Patrones dietéticos: Tradicional africana, urbanizado, alimentos procesados |
Patrón de alimentos procesados: OR= 0,91 (0,58-1,41) | Patrón de alimentos procesados no presenta riesgo de desarrollo de cáncer colorrectal | Análisis de regresión logística multivariado. Ajustado por antecedentes de cáncer de colon, nivel socioeconómico y nivel educacional |
Phukan et al 2018 [39] | India | Caso-control | 104; 208 | Explorar los factores dietarios asociados al cáncer hepatocelular | EFC: Carne roja, carne procesada, pescado fresco y pescado procesado | ≥ 4 v/semana carne procesada: OR= 2,56 (1,09-03). ≥ 4 v/semana pescado procesado: OR = 2,24 (1,02-4,95) |
Riesgo de cáncer hepático está asociado con factores como la ingesta frecuente de carne o pescado procesado | Análisis, de regresión logística multivariado. Ajustado por edad y sexo |
Asif et al, 2018 [38] | Pakistan | Caso-control | 160; 320 | Factores de riesgo para el cáncer de tiroides | EFC: Comida rápida, comida frita | Comida rápida >2 veces por semana: OR= 3,177 (1,745 - 5,785). Comida frita > 2 veces por semana: OR= 2,357 (1,268 - 4,382) |
El consumo de más de dos veces por semana de comida rápida o comida frita aumenta el riesgo de cáncer de tiroides | Análisis de regresión logística bivariado |
Solans et al, 2018 [40] | España | Casos-controles | 369;1605 | Evaluar la asociación entre la adherencia a tres patrones dietéticos y la leucemia linfocítica crónica | Patrón dietético occidental, prudente y mediterráneo. | Patrón dietético occidental: OR=1,63 (1,11 - 2,39) | Una mayor adherencia a un patrón dietético occidental se asoció a leucemia linfocítica crónica | Modelos de regresión logística multivariado. Ajustados por edad, sexo, educación, consumo de energía, provincia de residencia |
Plagens-Rotman et al, 2017 [31] | Polonia | Transversal | 79; 762 | Analizar factores de riesgo para cáncer de mama | Cuantificación alimentaria: 100 g de chips and crispís a la semana, >200 g de ultraprocesados envasados a la semana | 100 gramos de chips varias veces a la semana: OR= 1,44 (0,17-12,33). >200 g por semana de procesados envasados: OR = 1,74 (0,48 - 6,36) |
El consumo de alimentos procesados envasados y de chips no es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama | Regresión logística bivariada |
Link et al, 2013 [26] | EE.UU. | Cohorte (1995 - 2009) | 4140; 91977 | Evaluar la asociación entre los patrones dietéticos y el riesgo de cáncer de mama | Patrones dietéticos: Dieta basada en plantas, dieta hiperproteica y alta en grasas, dieta alta en carbohidratos, dieta étnica y dieta de ensalada y vino | Hiperproteico y alto en grasa: RR= 1,00 (0,88 - 1,14). Alto en carbohidratos: RR= 0,91 (0,79 - 1,05) |
Patrones alimentarios que incluyen alimentos ultraprocesados no se relacionan con incidencia de cáncer de mama | Regresión de riesgos proporcionales de Cox multivariado. Ajustado por raza, etnia, lugar de nacimiento, antecedentes de cáncer de mama, edad en la menarquia, paridad/edad en el primer embarazo a término, ingesta calórica diaria promedio, actividad física, estado socioeconómico, antecedentes de biopsia benigna de seno y su interacción tiempo dependiente con la edad, el IMC, estatura, estado de la menopausia / el uso de la terapia hormonal y los otros 4 patrones dietéticos |
Barrington et al, 2016 [42] | EE.UU. | Cohorte (2000-2008) | 1933; 69582 | Evaluar las asociaciones de comida rápida y bebidas endulzadas con azúcar con resultados de mortalidad en muestra de adultos mayores | EFC: Comida, rápida, bebidas azucaras | > 2,5 v/semana comida rápida: HR = 1,21 (1,03 - 1,42). > 2,5 v/semana bebidas azucaras: HR = 1,15 (1,00 - 1,32) |
La ingesta de comida rápida y bebidas azucaradas se relaciónan a riesgo de mortalidad por cáncer | Regresión de riesgos proporcionales de Cox multivariado. Ajustado por edad, sexo, raza / etnia, estado civil, educación, ingreso anual, IMC, cambio anual en el IMC, salud autoevaluada, uso de hipolipemiante, uso de aspirina, uso de antiinflamatorios, actividad física, tabaquismo, consumo de alcohol, mamografía en los últimos 2 años, prueba de antígeno prostático, sigmoidoscopia, consumo de frutas, consumo de verduras y consumo total diario de energía |
Harris, et al 2016 [27] | EE.UU. | Cohorte (1989-1998) | 1394; 45204 | Evaluar patrones dietéticos de los adolescentes e incidencia premenopáusica de cáncer de mama | Patrones dietéticos: prudente, dieta mediterránea (AHEI), patrón occidental y comida rápida | Patrón occidental: RR= 0,99 (0,83 - 1,18). Comida rápida: RR= 0,99 (0,84 - 1,17) | Dieta occidental e ingesta de comida rápida durante la adolescencia no se asocian a riesgo de cáncer de mama | Análisis de regresión de riesgos proporcionales de Cox multivariado. Ajustados por edad, consumo de calorías en la escuela secundaria, edad en la menarquia, estatura a los 18 años, IMC a los 18 años, actividad física durante la adolescencia y antecedentes familiares de cáncer de mama. Edad al primer nacimiento / paridad, uso de anticonceptivos orales, actividad física durante la edad adulta, consumo de alcohol, cambio de peso desde los 18 años y antecedentes de mama benigna enfermedad |
Fiolet et al, 2018 [19] | Francia | Cohorte Online (2009-2017) | 2228; 104980 | Evaluar las posibles asociaciones entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el riesgo de cáncer | Rec. repetidos de 24 hrs. Ultraprocesados según clasificación NOVA |
Riesgo de cáncer de mama: HR= 1,11 (1,01 - 1,21). Todos los cánceres: HR = 1,13 (1,07-1,18). Cáncer colorrectal: HR = 1,16 (0,95 - 1,42). Cáncer próstata: HR = 0,98 (0,83 - 1,16) |
Un aumento del 10% en la proporción de alimentos ultraprocesados en la dieta se asoció con un aumento significativo de más del 10% en los riesgos de cáncer general y de mama | Análisis de regresión de riesgos proporcionales de Cox multivariado. Ajuste por edad, ingesta energética, sexo, IMC, actividad física, tabaquismo, número de registros dietéticos de 24 horas, consumo de alcohol, antecedentes familiares de cáncer, nivel educacional, ingesta de lípidos, sodio y carbohidratos, patrón dietario occidental. Ajustes adicionales para análisis de cáncer de mama: cantidad de hijos biológicos, estado menopáusico al inicio del estudio, tratamiento hormonal para la menopausia en línea de base, y uso de anticonceptivos orales al inicio del estudio (para premenopáusicas) |
EFC: Encuesta Frecuencia de Consumo; IMC: Índice de Masa Corporal; AA: Americanas Africanas; EA: Americanas Europeas; OR: Odds ratio; HR: Hazard ratio; RR: Riesgo relativo.
Los tipos de cáncer que se asociaron al consumo de alimentos ultraprocesados fueron, cáncer de mama, cáncer de próstata, cáncer colorrectal, cáncer de pulmón y leucemia linfocítica crónica. Todos los tipos de cánceres evaluados en los estudios fueron asociados al consumo de alimentos procesados (Tabla 3).
Tabla 3 Tipos de cánceres estudiados.
Tipo de cáncer | N° de Estudios | Tipo de Estudio (N° de estudios) | Método evaluación de Dieta (N° de estudios) | Asociación consumo de alimentos procesados y riesgo de cáncer (N° de estudios) |
---|---|---|---|---|
Cáncer de mama | 7 | Cohortes (3) Caso-control (4) |
Patrones Dietarios (4) Consumo de alimentos (3) |
Consumo de alimentos procesados y ultraprocesados tienen mayor riesgo de cáncer (4) Sin asociación (3) |
Cáncer de próstata | 3 | Casos control (2) Cohorte (1) |
Patrones Dietarios (1) Consumo de alimentos (2) |
Consumo de alimentos procesados y ultraprocesados tienen mayor riesgo de cáncer (3) |
Cáncer colorectal | 3 | Casos control (2) Cohorte (1) |
Patrones Dietarios (2) Consumo de alimentos (1) |
Consumo de alimentos procesados y ultraprocesados tienen mayor riesgo de cáncer (2) Sin asociación (1) |
Cáncer de esófago | 2 | Casos control (2) | Patrones Dietarios (1) Consumo de alimentos (1) |
Consumo de alimentos procesados tienen mayor riesgo de cáncer (2) |
Cáncer de pulmón | 1 | Caso-control | Patron Dietario (1) | Consumo de alimentos procesados y ultraprocesados tienen mayor riesgo de cáncer (1) |
Leucemia Linfocítica Crónica | 1 | Caso-control | Patron Dietario (1) | Consumo de alimentos procesados y ultraprocesados tienen mayor riesgo de cáncer (1) |
Cáncer Hepático | 1 | Casos control (1) | Consumo de alimentos (1) | Consumo de alimentos procesados tienen mayor riesgo de cáncer (1) |
Cáncer de Tiroides | 1 | Casos control (1) | Consumo de alimentos (1) | Consumo de alimentos procesados tienen mayor riesgo de cáncer (1) |
Cáncer Gástrico | 1 | Casos control (1) | Consumo de alimentos (1) | Consumo de alimentos procesados tienen mayor riesgo de cáncer (1) |
En relación a la exposición, 9 estudios evaluaron la ingesta de alimentos procesados y ultraprocesados a través de patrones dietéticos, así también, 9 utilizaron encuestas alimentarias.
Respecto a los diseños de los estudios, de cuatro cohortes dos no encuentran asociación con cáncer, evaluando la ingesta de alimentos procesados y ultraprocesados a través de patrones alimentarios. En contraste, los otros 2 artículos de cohorte muestran asociación positiva cuantificando el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados a través de encuestas alimentarias. En los estudios de casos-controles, 12 de 13 encontraron asociación positiva con cáncer. El estudio de diseño transversal no encontró asociación con riesgo de cáncer.
En esta revisión, 11 de los estudios revisados utilizaron modelos estadísticos dónde ajustaron sus resultados por índice de masa corporal. Siete de ellos encontraron asociación con cáncer.
Referente a la calidad metodológica, 16 resultaron “buena calidad”, 1 estudio fue evaluado como “mediana calidad” y 1 estudio “baja calidad”.
DISCUSIÓN
Nuestros resultados muestran una relación directa entre el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados con algunos tipos de cáncer. Catorce de dieciocho estudios incluidos en la revisión declaran un mayor riesgo de cáncer en relación al consumo alimentos procesados y/o ultraprocesados.
Dos estudios evaluaron la asociación entre consumo de alimentos procesados con cáncer esofágico (Tabla 3). Liu et al36, por un lado, evaluaron un patrón dietario de alimentos procesados el cual incluye vegetales en conserva, vegetales en escabeche y carnes saladas. Song et al37, por otro lado, evaluaron frecuencia de consumo de alimentos específicos, incluyendo vegetales en escabeche, vegetales en conserva y carnes procesadas. Ambos estudios observaron un mayor riesgo de cáncer de esófago. Un tercer estudio obtenido en la búsqueda, de Lin et al41, evaluó consumo de carne salada, vegetales en escabeche y vegetales en conservas, encontrando un mayor riesgo para cáncer gástrico. Es por esto, que el alto consumo de vegetales en conserva (con o sin sal) podría estar asociado a cáncer esofágico e inclusive cáncer gástrico.
Los vegetales de origen chino se someten a una técnica de procesamiento que involucra ebullición de la verdura en agua a 120 ºC por diferentes periodos de tiempo, según el resultado que se desea obtener. Posteriormente un periodo de fermentación por cultivos bacterianos y luego un envasado el cual puede contener una solución de salmuera. Debido al procesamiento que sufren, específicamente a la fermentación, podrían generar N-nitrosaminas las cuales son productos del metabolismo bacteriano y conocidas sustancias carcinogénicas43,44,45.
Así mismo, referente al alto contenido de sodio que contienen estas conservas, junto con la evidencia clara en su relación con cáncer gástrico, también podemos atribuirle a dicho ingrediente este hallazgo. La sal y las comidas preservadas con sal son un riesgo para cáncer gástrico. Esto puede explicarse por un cambio en la capa de la mucosa protectora, lo que lleva a una mayor exposición de componentes nitrosos con las paredes del estómago. Especulamos que este mecanismo podría estar relacionado con el desarrollo de cáncer esofágico, además de una respuesta inflamatoria, la cual aumenta la proliferación celular y la probabilidad de mutación endógena46,47.
Entre los estudios extraídos en la búsqueda, dos estudios evaluaron riesgo de cáncer de próstata encontrando asociación (Tabla 3). Stott-Miller et al34, por su parte, evaluaron frecuencia de consumo de alimentos procesados y ultraprocesados, dentro de ellos el consumo de donas y otros alimentos fritos. Jackson et al35, por otra parte, identificaron patrones alimentarios, dentro de los cuales se encontró mayor riesgo en el patrón de carbohidratos refinados. El patrón de alimentos con alto consumo de carbohidratos refinados se correlacionó, en este último estudio, con el consumo de arroz, pastas, bebidas azucaradas, aves de corral y alimentos horneados dulces. El alto contenido de azúcar y grasas, además del posible contenido de carcinogénicos producidos por la reacción de Maillard producto del horneado y fritura de alimentos podría explicar el mayor riesgo.
En relación a los 7 estudios que evaluaron riesgo de cáncer de mama, la cohorte de Link et al26, y la cohorte de Harris et al27, no encuentran asociación con patrones dietarios. Los patrones dietarios se correlacionaron en estos estudios con alimentos procesados y ultraprocesados (papas fritas, carne procesada, salsas, aderezos, margarinas, etc.). En contraste, Fiolet et al19, quienes evaluaron grupos de alimentos según la clasificación NOVA, si encontraron asociación con el alto consumo de alimentos ultraprocesados y cáncer de mama. Krusinska et al28,29, observaron que un patrón de dieta no saludable (cereales refinados, carne procesada, azúcares y endulzantes) tenía relación con cáncer de mama. Así mismo Chandran et al30, identificó que una ingesta elevada de comida rápida conlleva a un mayor riesgo (Tabla 3).
Varias hipótesis se han propuesto para explicar el mayor riesgo de cáncer por el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados. Dietas ricas en estos alimentos se relacionan a una dieta desequilibrada, relacionada a un alto consumo de calorías, azúcares, grasas, sodio, baja en fibra y micronutrientes, que promueve un desbalance energético positivo y contribuye al desarrollo de obesidad, un factor conocido de riesgo de cáncer19. Respecto a los alimentos procesados como carne procesada y conservas se propone que su contenido de compuestos cancerígenos como ácido N-glicolilneuramínico y compuestos N nitrosos, respectivamente, podrían explicar el mayor riesgo de cáncer22. Tanto procesados como ultraprocesados al ser sometidos a temperaturas altas de cocción pueden generar un alto contenido de acrilamidas, aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos. La probabilidad de que se formen estos compuestos carcinógenos varía según el método, la temperatura y la duración de la cocción22. Los alimentos ultraprocesados por su parte se caracterizan además por la adición de aditivos. Por ejemplo, el dióxido de titanio, un aditivo común que en estudios experimentales ha mostrado promover el desarrollo de lesiones neoplásicas en animales19. Bisfenol A es otro contaminante asociado a los envases de alimentos ultraprocesados, del cual existe evidencia que sugiere estar involucrado en el desarrollo de enfermedades no transmisibles, incluidos el cáncer.
Se puede observar que en los últimos 10 años los estudios que han evaluado la relación entre el consumo de alimentos procesados o ultraprocesados con cáncer presentan una gran heterogeneidad en la medición de la exposición. La forma de evaluación de la dieta es diversa, se evaluó mediante encuestas de frecuencia de consumo, cuantificación de ingesta de alimentos específicos o a través de análisis de componentes principales, generando patrones dietéticos. Además, la evaluación de la exposición se presenta como ingesta de alimentos procesados o ultraprocesados, representados por verduras fermentadas en conserva con adición de sal o no, carnes procesadas, alimentos fritos o grupos de alimentos según NOVA. Así también, a través de patrones alimenticios que correlacionan tanto con alimentos procesados o ultraprocesados, como también con carnes procesadas, comida rápida, carbohidratos refinados, repostería frita u horneada y alimentos listos para el consumo. El uso de patrones involucra la ingesta de diferentes alimentos, incluyendo aquellos que pueden contrarrestar el efecto negativo de los procesados y ultraprocesados. En cambio, al cuantificar el alimento se evalúa su relación de forma aislada. Sin embargo, sólo los estudios de cohorte mostraron diferencias entre diferentes tipos de evaluación.
Dado la heterogeneidad de evaluación de la exposición es importante recomendar que futuros estudios incorporen la clasificación de alimentos NOVA para definir alimentos ultraprocesados y procesados. Esto contribuiría a una comparación homogénea y una correcta identificación del factor de riesgo para cáncer u otra patología que se desee evaluar.
Los estudios de cohortes incluidos muestran inconsistencia en sus resultados. Dos cohortes evaluaron la exposición a través de patrones alimentarios no encontrando relación. En contraste, dos cohortes observaron asociación al cuantificar la ingesta de alimentos. En tanto los estudios de diseño caso-control muestran mayor consistencia en los resultados, donde 11 de 13 observan diferencias significativas. Estas diferencias entre los diseños pueden producirse por el mayor riesgo de sesgo de memoria y selección propia del diseño caso-control. Es importante considerar que estudios de cohortes permiten evaluar incidencia y pueden evaluar con más precisión la exposición.
De los estudios incluidos en la búsqueda, dieciséis tienen buena calidad metodológica y utilizaron análisis multivariados, ajustados por factores confundentes. Entre los factores confundentes considerados se encuentran, edad, raza, sexo, IMC, actividad física, ingesta calórica total, alcohol, antecedentes familiares de cáncer y tabaquismo, entre otros. A pesar de que la mayoría de los estudios realizan ajustes de posibles confundentes se debe considerar una posible interacción entre la ingesta de alimentos procesados y ultraprocesados con otros factores de riesgo para desarrollar cáncer, tal y como la cantidad de grasa corporal48 o el alto consumo de un nutriente específico, como por ejemplo el cloruro de sodio41.
En esta revisión, 11 de los estudios ajustaron sus resultados por índice de masa corporal. Siete de ellos encontraron asociación con algunos tipos de cáncer, cáncer de próstata, colorrectal, esofágico, mama y mortalidad por cáncer general. Si bien, en base a estos resultados un mayor consumo de alimentos ultraprocesados supone un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer independiente del estado nutricional según IMC, otros factores confundentes pudieran estar involucrados como la adiposidad o grasa visceral48.
Entre las limitaciones que presenta la revisión, es importante destacar que la búsqueda sistemática de artículos solo se realizó en la base de datos PubMed®, por tanto, las revistas que están indexadas en otras bases no fueron consideradas.
Asimismo, existe dificultad para encontrar cual es la contribución específica de los alimentos procesados y ultraprocesados como factor de riesgo, ya que, este tipo de alimento se caracteriza por; una aumentada proporción en la cantidad de azúcar, grasa y sodio, una gran densidad energética y la incorporación de ingredientes con actividad carcinogénica, tales como nitrito de sodio, dióxido de titanio, entre otros. Además, la aparición de contaminantes neoformados térmicamente, producto del mismo procesamiento, como acrilamida, aminas heterocíclicas y los hidrocarburos aromáticos policíclicos.
A pesar de las limitaciones en los datos existentes, los resultados disponibles refuerzan los beneficios de evitar el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados.
CONCLUSIONES
Los resultados de esta revisión son consistentes con revisiones que han evaluado la relación entre alimentos procesados y riesgo de cáncer publicadas anteriormente. Futuros estudios de cohorte se necesitan para evaluar de forma independiente la asociación de los alimentos procesados y ultraprocesados con cáncer incorporando las directrices de clasificación para grupos de alimentos NOVA. Es importante considerar estos hallazgos en el desarrollo de guías alimentarias para promover y proteger la salud general de la población y la prevención de cáncer.