La poca presencia, relevancia y desarrollo de la dimensión ética y política en la formación de psicología comunitaria (en adelante PC) y sus impactos en la praxis profesional contemporánea, es un problema que viene movilizando variados debates académicos en diferentes niveles de reflexión en América Latina.
Un primer antecedente histórico que permite abordar este problema, se relaciona con la crisis epistémica de la psicología social de mediados de la década de 1960. Esta crisis dio paso a la creación y difusión de un nuevo paradigma que criticó la forma tradicional de hacer psicología. Fue el paradigma de la construcción y trasformación crítica en PC (Montero, 2004), el que desarrolló un amplio e importante instrumental teóricometodológico para impulsar procesos de trasformación social (Musitu Ochoa, Herrero Olaizola, Cantera Espinosa & Montenegro Martínez, 2004; Montero, 2010b). Ello implicó un compromiso intelectual por pensar el bienestar personal, relacional y colectivo de personas y comunidades (Prilleltensky, 2004), de modo tal que la dimensión ética y política pasó a constituirse en el centro de las preocupaciones teóricas y de la praxis profesional.
Un segundo antecedente se refiere a la orientación de los cambios de las políticas públicas en América Latina, que se vienen dando a partir de la década de 1980. Si bien estos cambios han dado mayor espacio y condiciones de posibilidad para el ejercicio profesional de psicólogas y psicólogos comunitarios, han generado un encuentro contradictorio y conflictivo entre los fundamentos de la PC y la propia definición de políticas públicas (Winkler, Alvear, Olivares & Pasmanik, 2009; Winkler et al., 2016; Wiesenfeld, 2016), debido a que los cambios en las estructuras estatales responden más a la intensificación de las dinámicas de neoliberalización de la sociedad y del predominio del individualismo, que a la dimensión ética y política que promueve la PC y que afirma valores colectivos y solidarios (Rodríguez, 2012). De hecho, los fundamentos y principios de la PC no tienen mayor cabida en la estructura normativa de la política social (Alfaro, 2000; Berroeta Torres, Hatibovic Diaz & Asún Salazar, 2012), pues hay una tendencia a la normalización y tecnificación de las intervenciones (Castillo & Winkler, 2010). Esto se observa, por lo general, en los aspectos valorativos, técnicos y estratégicos y en las nociones de referencia, con sus correspondientes modelos de intervención (Alfaro, Sánchez & Zambrano, 2012).
Un tercer antecedente está vinculado con las estrategias de intervención que se promueve desde las políticas públicas estatales y que entran en tensión con la dimensión ética y política de la formación en PC. De hecho, se evidencia un desfase entre los contenidos impartidos en la formación y la praxis concreta en la intervención psicosocial (Krause & Jaramillo, 1998). Las estrategias gubernamentales de intervención se centran en la dimensión individual producto de la hegemonía de sentidos y significados asociados a la capacidad de libertad, de autonomía y de individuación en un contexto creciente de fragmentación social (Carrasco Bahamonde, 2013; Rodríguez & Montenegro, 2016), e incluso se observan modos de vinculación estigmatizantes de los agentes gubernamentales hacia las comunidades (Wiesenfeld, 2016).
Ello tiene como consecuencia importante la despolitización de intervenciones llamadas comunitarias (Rodríguez & Montenegro, 2016), puesto que se trata de desarrollar acciones dirigidas, principalmente, al mejoramiento y ajuste de los individuos con respecto al medio en que se desenvuelven. Además, las intervenciones comunitarias que se ejercen por psicólogas y psicólogos comunitarios presentan un alto nivel de dependencia de las políticas gubernamentales (Berroeta, 2014), lo que limita el desarrollo de los principios éticos y políticos promovidos por la PC.
Producto de la instrumentalización de la PC por parte de las políticas públicas estatales neoliberales y el descuido de discutir abiertamente las dimensiones valorativas de la PC (Sánchez Vidal, 2015), se constata el hecho de que la dimensión ética y política de la praxis profesional perdió la centralidad que tuvo en sus inicios y entró en tensión con su relevancia social potencial. En respuesta a esta problemática, existe un consenso relativamente generalizado sobre la necesidad de fortalecer la dimensión ética y política, tanto en los procesos formativos como en la praxis profesional, dado que existen carencias conceptuales, deontológicas y prácticas para abordar casos específicos (Castillo & Winkler, 2010; Pasmanik & Winkler, 2009; Winkler, Alvear, Olivares, Pasmanik,2012b; Winkler et al., 2016).
En este sentido, la Red Latinoamericana de Formación en Psicología Comunitaria viene trabajando un proyecto de investigación del alcance regional sobre "Ética en la formación en PC", en el que participan 10 países. Un primer reporte de la investigación, que sintetiza los casos de Chile, México, Colombia, Perú y Uruguay, muestra resultados preocupantes. Las autoras (Winkler et al., 2016) afirman que el escenario de formación terciaria (altamente privatizada) está afectando el involucramiento de la ética en los procesos formativos, de modo que "no parece asegurar el desarrollo de una formación científico y ético-política, que garantice la protección de los derechos de las personas" (p. 30). Asimismo, el estudio muestra que la ausencia explícita de la dimensión ética en los programas de asignaturas pone en cuestión el ejercicio de la profesión, lo cual constituye un problema central en la disciplina. Se hace imprescindible, por tanto, examinar la forma en la que se enseña PC en las universidades (Winkler et al., 2016) y examinar los impactos de la práctica profesional, en un contexto carente de indicaciones éticas para el área (Castillo & Winkler, 2010).
La poca presencia, desarrollo y relevancia de la dimensión ética y política de la PC en Ecuador se entiende, en parte, por la ausencia relativa del enfoque comunitario en los procesos formativos de las psicólogas y los psicólogos. La Universidad Politécnica Salesiana (Boada Suraty & Mañana Rezano, 2011; Grondona & Rodríguez, 2012) y la Universidad Estatal de Cuenca son las únicas instituciones que en su estructura curricular ofrecen una mención en psicología social y comunitaria. No hay investigaciones que discutan el problema de la presencia, desarrollo y relevancia de la dimensión ética y política de la PC en los procesos formativos y en la praxis profesional en Ecuador. De ahí la importancia de este estudio. Se trata de aportar al diálogo y al debate de la investigación regional de la Red antes mencionada.
En este contexto, este estudio se propuso examinar los significados y las valoraciones sobre la dimensión ética y política en los procesos formativos y en la praxis profesional que son atribuidos por estudiantes, docentes, profesionales y beneficiarios de proyectos comunitarios en Ecuador.
La Dimensión Ética y Política en PC
Para interpretar el conjunto de significados y valoraciones sobre la dimensión ética y política que son atribuidos por las y los participantes1 en este estudio, es necesario explicitar los principales conceptos y principios que le dan contenido y sentido a la praxis profesional en PC y que hoy entran en tensión con las políticas públicas estatales y los modelos de intervención.
Desde sus inicios, la PC en América Latina se fue estructurando como una disciplina crítica que cuestionó los modos tradicionales de hacer psicología y que optó por comprometerse ética y políticamente con los sectores más precarizados de la población (Alfaro, 1993; Montero, 1994). Se interesó en los problemas psicosociales y en la tarea colectiva de hacer cambios estructurales en las sociedades. Si bien el desarrollo de la disciplina ha sido diferente en los países latinoamericanos, la tesis central que le da sustento es precisamente la noción de problemas psicosociológicos. Son las condiciones estructurales de desigualdades económicas y sociales las que generan el malestar psicosocial (Martín, Chacón & Martínez 1993), la exclusión social, la violencia y la estigmatización social en las comunidades. El bienestar depende del reparto equitativo de los recursos en una sociedad y de una relación sinérgica en torno a la satisfacción de necesidades personales, relacionales y colectivas (Prilleltensky, 2001, 2004).
La literatura especializada en PC fue incorporando y discutiendo teorías, modelos y estrategias de intervención para el fortalecimiento de las comunidades (Montero, 2006), las cuales se conciben como una fuente de poder social que desarrollan sus capacidades y fortalecen sus procesos de autogestión (Lapalma & de Lellis, 2012). Se trata, con ello, de hacer frente a problemas personales y colectivos y también de buscar cambios en las estructuras sociales que reproducen el malestar psicosocial (Montero, 2004). Este campo de significación implicó conceptualizar la ética y la política como dimensiones sustantivas de los fundamentos de la PC y sus estrategias de intervención.
En términos generales, la ética es un conjunto de valores que una sociedad define como fundamento para vivir bien. Los valores se articulan con determinadas normas que operan para orientar el comportamiento humano. La ética se expresa, por tanto, en las relaciones interpersonales que se orientan por formas de rectitud. Estas formas van más allá del derecho a la afirmación del propio interés, para pasar a considerar el interés común por encima del bienestar individual (Montero, 2004). Ello requiere de una praxis profesional que tiene un carácter incluyente en el trabajo comunitario y que respeta las diferencias individuales. Las comunidades, en tal sentido, adquieren voz propia para participar activamente en la toma de decisiones y desarrollar su capacidad de diálogo, reflexión crítica y producción plural de conocimientos (Montero, 2004).
La ética se refiere al "sustrato sobre el cual se fundamentan las prácticas deseadas y deseables y consideradas como buenas en cada cultura (moral), y a partir de las cuales se regula el comportamiento juzgado como óptimo para cada profesión (deontología)" (Montero, 2004, p. 47). Si bien los principios éticos "poseen un carácter aspiracional, en tanto las normas éticas de los códigos se refieren al deber ser en el quehacer profesional, en la práctica profesional se espera que ambos se manifiesten como un querer actuar de acuerdo a ellos" (Winkler et al., 2012b, p. 116; cursiva del original).
Los principales valores que se han propuesto para fundamentar la praxis comunitaria son: la justicia distributiva, el desarrollo humano, el autocuidado, la autonomía compartida, el empoderamiento (Sánchez, 2012; Sánchez Vidal, 2015), la justicia y equidad social (Prilleltensky, 2004), los derechos humanos (Alfaro, 2012), las diversas gradientes de participación social, la democracia participativa y la construcción de ciudadanía (Montero, 1996, 2006, 2010a), la orientación hacia la configuración de redes asociativas (Krause, Jaramillo, Carvacho, Torres, & Velásquez, 2012), la promoción de la cultura democrática y participación en la esfera pública (Quintal de Freitas, 2012) y las relaciones de horizontalidad entre facilitadores y actores sociales que redistribuyan el poder y articulen el conocimiento popular con el conocimiento científico (Montero, 2004).
La posibilidad de efectivizar estos valores en las prácticas concretas en PC enfrenta problemas éticos propios, que van a requerir tanto de normativas deontológicas específicas como de orientación para el quehacer profesional. Cabe subrayar aquí que la sola explicitación valórica de la PC no asegura su aplicación en el ejercicio profesional (Winkler, Alvear, Olivares, & Pasmanik, 2012a).
Si la finalidad de la PC es el cambio social, que busca afectar las relaciones desiguales de poder, a través de la participación activa de las personas, entonces, esta psicología es esencialmente política, porque dirige su acción al fortalecimiento de la sociedad civil y de la ciudadanía (Montero, 2004, 2010b). La política se ejerce en el ámbito de las relaciones sociales, pues "se refiere a la esfera de lo público, al ámbito de la ciudadanía y a cómo nos relacionamos con otras personas en ella. Asimismo, se refiere al poder y a sus líneas de acción, lo cual constituye su núcleo central" (Montero, 2004, p. 49). El ámbito de la política, como ejercicio del poder a partir de las actividades que gobiernan y administran las decisiones relativas a los asuntos que afectan la organización social, implica necesariamente un conjunto de tensiones entre intereses y grupos sociales. Esto puede ser conceptualizado como una tensión permanente entre la política y lo político; la política entendida como la definición institucional de un determinado estatus de lo político y lo político entendido como todo aquello que es susceptible de ser decidido colectivamente en una sociedad (Programa de las Nacionales Unidas para el Desarrollo, 2015).
Pues bien, tanto el proceso formativo como los espacios de trabajo comunitario evidencian la necesidad de articular la dimensión ética y política, las cuales se analizan, comúnmente, por separado. La acción comunitaria conducida para el cambio social implica, necesariamente, una ética-política, es decir, una acción con sentido social y político que se oriente por criterios éticos. Montero (2010a) sostiene que "la ética y la política son bases para construir ciudadanía consciente, generadora de una sociedad cada vez más justa, más equitativa y más libre" (p. 9), que buscan incidir en la esfera pública.
Método
El presente estudio utilizó una metodología de tipo multimétodo o mixta, combinando el uso de datos cuantitativos, que permiten sistematizar la presencia de las dimensiones ética y política en los planes analíticos recopilados, y cualitativos, provenientes de las perspectivas de docentes, estudiantes, profesionales y beneficiarios. Específicamente, se utilizó una estrategia de integración metodológica del tipo complementación (Bericat, 1998), es decir, se trata de un diseño en el cual los datos de los planes analíticos (cuantitativos) se suman a los datos que provienen de los participantes (cualitativos) y, por tanto se producen dos imágenes distintas de la realidad en estudio, buscando la integridad de resultados desde la diferencia.
Se utilizan fuentes de datos primarias y secundarias. Las primarias se refieren a docentes de PC y psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios, a quienes se les aplicaron entrevistas individuales, y a estudiantes de psicología en prácticas comunitarias y beneficiarios de proyectos comunitarios, con quienes se formaron grupos focales. Las secundarias se refieren a los planes analíticos de materias de PC y cátedras afines (CA), de las universidades que contemplan esta área de formación en sus carreras de psicología, los que fueron recopilados sistemáticamente.
Por último, en la perspectiva de aumentar la validez de los resultados del estudio, se contempló la triangulación de actores (Valles, 1997), es decir, se compararon y confrontaron las perspectivas de docentes con estudiantes, y de profesionales con beneficiarios, en la búsqueda de significados compartidos y diferenciales, que permitan problematizar sobre el fenómeno en estudio.
Muestra
La muestra del presente estudio estuvo compuesta por:
• 25 planes analíticos de materias dictadas en las carreras de psicología de dos universidades seleccionadas, que contemplan la mención o especialización en psicología social y comunitaria. Para la recopilación de los planes analíticos se elaboró un catastro con las universidades que dictan la carrera de psicología en Ecuador y luego se identificaron aquellas que contemplan la mención o especialización en psicología social y comunitaria, lo que se tradujo en estas dos universidades: la Universidad Politécnica Salesiana de Quito (UPS) y la Universidad Estatal de Cuenca (UEC).
• 5 docentes de materias de PC o CA de ambas universidades (tres de la UEC y dos de la UPS).
• 15 estudiantes de la carrera de psicología, en proceso de prácticas comunitarias de la UPS (al momento del estudio los estudiantes de la UEC no se encontraban en prácticas comunitarias). Para la selección de los docentes y estudiantes, se elaboró una carta de invitación, la que les fue entregada a cada docente y estudiante potencialmente participante (es decir, que cumpliera con los criterios).
• 5 psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios, ya sea de instituciones públicas (municipios) o privadas (ONGs).
• 29 beneficiarios de proyectos comunitarios, ya sea de instituciones públicas (municipios) o privadas (ONGs). Para la selección de los psicólogos y beneficiarios, se elaboró un catastro de proyectos comunitarios en la ciudad de Quito, tanto del sector público (ministerios y municipio) como privado (ONGs). Luego, se elaboró una carta de invitación, con los requerimientos específicos, la que les fue entregada a los responsables de cada proyecto comunitario. Se seleccionaron cinco proyectos, tres del sector público y dos del privado. Por último, en cada proyecto seleccionado se invitó a participar al psicólogo y beneficiarios.
Técnicas e Instrumentos
Para la recopilación de los planes analíticos se utilizó una ficha elaborada por la Red y basada en el estudio de Winkler, Pasmanik y Alvear (2008), en la cual se sistematiza la información académica relativa a cada materia seleccionada, en las siguientes variables:
• La información básica: nombre, área de formación, nivel en que se dicta, si es materia de PC o CA. Las de PC llevan el nombre de psicología comunitaria o intervención comunitaria; las afines incluyen palabras como comunidad, psicosocial, cultura, aproximaciones práctico-teóricas, política y ética.
• La presencia o no de trabajo comunitario en su propuesta pedagógica; y en caso de estar considerado en su propuesta pedagógica, si puede ser definido como trabajo en, con o para la comunidad, a partir de los criterios de Quintal de Freitas (1994). Este tema fue incluido para visibilizar la inclusión de trabajos en terreno como escenario para la inclusión de la ética y la política en la formación.
• La presencia o ausencia de las dimensiones ética y política y, en caso de establecerse su presencia, si esta es implícita o explícita:
o Dimensión ética. Se considera implícita cuando aparecen palabras como valores, enfoque de derechos, respeto, participación, equidad, retroalimentación, diversidad, cuidado, justicia, diálogo u otras que enfaticen la dimensión relacional. Es explícita cuando se refiere de manera directa a la ética en la formación.
o Dimensión política. Es implícita cuando considera la influencia del entorno marco (global) y el contexto sociopolítico (local) e incorpora temas de políticas públicas o pretende generar impacto o incidencia en políticas públicas. Es explícita cuando se refiere de manera directa a la promoción del cambio y/o transformación social.
Para los docentes de PC y psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios, se utilizó la entrevista semiestructurada, la que se desarrolló en base a un guion temático. Para los estudiantes de psicología en prácticas comunitarias y los beneficiarios de proyectos comunitarios, se utilizó el grupo focal, que en base a un guion temático, permitió problematizar colectivamente, desde la perspectiva de estos actores, es decir, debatir sobre sus opiniones, experiencias y enfoques profesionales.
En ambos guiones se abordaron los siguientes temas: significados de ética y política, valoración de la ética y la política en la formación profesional, valoraciones de la ética y la política en la praxis profesional y expresiones de la ética y la política en la praxis profesional. El modo en que se abordaron específicamente estos temas, en cada grupo, fue ajustado a partir de su posición social.
Procedimiento
En cada invitación formal se incluyó el consentimiento informado para ser firmado por cada estamento invitado: en el caso de las universidades, por la responsable de la unidad académica; y en el caso de docentes, estudiantes, psicólogos y beneficiarios, por cada uno de ellos. Todos los que aceptaron participar, lo hicieron voluntariamente.
En la Tabla 1 se presentan, a modo de síntesis, las fuentes de datos, los participantes, las técnicas e instrumentos y la muestra definitiva que participó del estudio.
Análisis de la Información
Para el análisis de los planes analíticos se elaboraron tablas con frecuencias y porcentajes relativos al trabajo comunitario y a las dimensiones éticas y políticas, según la información de la Ficha de Planes Analíticos.
Para el análisis de la información de las entrevistas semiestructuradas y de los grupos focales, se realizó un análisis de contenido de tipo semántico y categorial (Echeverría, 2005), para lo cual se contempló el uso de categorías definidas a priori por el equipo de investigadores, para facilitar la comparación/confrontación entre los distintos participantes y que, al mismo tiempo, fueran lo bastante amplias como para permitir visibilizar las diferencias y singularidades entre los participantes.
Estas categorías se muestran en la Tabla 2.
Resultados
Ética y Política en los Planes Analíticos
En primer lugar, sobre la presencia de trabajo comunitario en los planes analíticos, los datos indican que un 68% no lo contempla, y sólo el 32% de los planes sí contempla esta actividad práctica. De estos últimos, un 37,5% corresponde a un trabajo con la comunidad, un 50% no especifica el tipo de trabajo comunitario, y un 12,5% corresponde a un trabajo en la comunidad.
En segundo lugar, en relación a la presencia de la dimensión ética en los planes analíticos, los datos indican que un 56% de los planes analíticos sí contempla esta dimensión en la formación y el 44% restante no la contempla. De los planes analíticos que contemplan la dimensión ética, un 64,3% lo hace de manera implícita y un 35,7% lo hace de manera explícita.
En tercer lugar, respecto de la presencia de la dimensión política en los planes analíticos, los datos indican que un 52% de los planes analíticos sí contempla esta dimensión en la formación y el 48% restante no la contempla. De los planes analíticos que contemplan la dimensión política, un 61,5% lo hace de manera explícita y un 38,5% lo hace de manera implícita.
Ética y Política en la Formación Académica
Significados y valoraciones de la ética en la formación académica y la praxis profesional. En relación con los significados asociados a la ética, se observan importantes continuidades entre las perspectivas de docentes y estudiantes. Los docentes la asocian con reflexión, con convivencia, con reconocimiento/relación con otro y con práctica, como se puede ver en las siguientes citas:
La ética es tan importante, porque es la reflexión permanente de las formas en las cuales nosotros valoramos lo que hacemos en la humanidad. (Docente 2)
Cómo vamos configurando una forma de orden social o de organización que nos permita vivir juntos. (Docente 3)
Ese respeto que uno asume sobre el lugar que el otro ocupa y que determina el tipo de relación que yo estructuro con el otro. (Docente 1)
Los estudiantes la asocian con el lugar desde el que se encuentran, con reciprocidad en el aprender, con reconocimiento del otro y con orientación a la acción, como se advierte en las siguientes citas:
La ética en la cual yo tengo que basarme, también refiere al lugar en donde yo me estoy encontrando. (Estudiante, grupo focal 1)
Cómo manejas tú el conocimiento y lo que aprendes de los otros y cómo devuelves el conocimiento y cómo retribuyes. (Estudiante, grupo focal 2)
Hacer que la comunidad se dé cuenta, que se sensibilice, que se empodere. (Estudiante, grupo focal 2)
Respecto de la valoración de la ética en la praxis profesional, se observan tanto convergencias como divergencias entre docentes y estudiantes. Los docentes indican que su valor en la praxis se asocia al modo de relación con el otro, al compromiso con la comunidad, al reconocimiento/respeto del otro y con la solidaridad y la cooperación, como se puede ver en las siguientes citas:
La ética en comunitaria, lo que busca es más bien cómo es que se configura la relación con el otro. (Docente 2)
Compromisos que tengo con mi territorio, con mi comunidad, con la gente. (Docente 4)
El respeto a la diversidad y una serie de principios muy interesantes, la solidaridad, el cooperativismo, el respeto a las diferencias culturales. (Docente 1)
Los estudiantes indican que su valor está dado por la apertura a la relación con el otro, por responder a los intereses de la comunidad, por ser una orientación para la acción y al aprender con la gente, como se puede observar en las siguientes citas:
Se va a ir estructurando mientras yo me permita aprender del otro, mientras no tenga esa visión del cientista o del sabelotodo. (Estudiante, grupo focal 2)
También va por el lado de la ética, el hecho de responder a intereses de la comunidad, desde el sentir. (Estudiante, grupo focal 2)
Poder aprender de ellos y a trabajar con las herramientas que ellos te dan. (Estudiante, grupo focal 1)
Acerca de la valoración de la ética en la formación académica, se observan importantes continuidades entre docentes y estudiantes. Los docentes indican que el valor de la ética en la formación está dado por la reflexión crítica, por el reconocimiento de otros saberes y por constituirse en un discurso práctico, como se puede distinguir en las siguientes citas:
La meta de la universidad sería apuntalar desde el conocimiento, la validación social, la construcción de políticas públicas, la formación profesional, a través de investigación, nuevas metodologías, recuperar experiencias, saberes y conocimientos que están en nuestro medio. (Docente 2)
En el campo profesional, lo único que a uno como que le pone el cable a tierra, es tener muy claro el por qué hace las cosas y desde dónde las hace´. (Docente 5)
Los estudiantes indican que su valor en la formación está dado por el posicionamiento en el campo laboral, por el aprendizaje desde la práctica y por orientar la formación profesional, como se puede apreciar en las siguientes citas:
La ética está enfocada en esta época hacia la posición en el quehacer laboral. (Estudiante, grupo focal 2)
La posición ética de los profesionales de psicología comunitaria va más hacia el carácter profesional. (Estudiante, grupo focal 1)
En la Figura 1 se pueden observar los significados comunes y diferenciales entre docentes y estudiantes con respecto al significado de la ética y su valoración en la formación académica y en la praxis profesional.

Figura 1 Significados y valoración de la ética en la praxis profesional y la formación académica, según docentes de PC y estudiantes en práctica comunitaria.
Significados y valoraciones de la política en la formación académica y la praxis profesional. En relación con los significados asociados a la política, se observan pocas continuidades entre las perspectivas de docentes y estudiantes. Los docentes la asocian con servicio para el bien común, con tomar una posición, con organización/convivencia social y poder criticar el orden social, como se puede ver en las siguientes citas:
Asumimos lo político como ese acto de tomar una posición. (Docente 1)
Tiene que ver, por una parte, cómo resolvemos la conflictividad inherente a los seres humanos en función de los intereses que tienen ciertos grupos sociales. (Docente 5)
Es una fuerza humana que siempre tiene un poder instituyente, es decir, un poder de crítica del orden social prestablecido. (Docente 4)
Los estudiantes la asocian con tomar una posición y cómo actuar frente a las problemáticas, como se nota en las siguientes citas:
La acción que tú realizas frente a la problemática que tienes, cómo te enfrentas, de qué manera te posicionas. (Estudiante, grupo focal 2)
…y después de eso, como tú vas a actuar. (Estudiante, grupo focal 2)
En cuanto a la valoración de la política en la praxis profesional, también se aprecian pocas convergencias entre docentes y estudiantes. Los docentes indican que su valor en la praxis se asocia con la promoción de la participación, con el enfoque de derechos, con la diversificación y con acercarse a las políticas públicas, como se puede observar en las siguientes citas:
Implica ir realizando o posibilitando la participación ciudadana. (Docente 1)
Involucrarse en elementos del enfoque de derechos y entenderlos bien. (Docente 4)
Acercarnos más a la política social, acercarnos más a la política pública y contribuir a eso. (Docente 2)
Los estudiantes indican que su valor está dado por la promoción de la participación, por el empoderamiento, por la concientización y por la apropiación del espacio público, como se puede percibir en las siguientes citas:
Crear nuevas formas, ser mediadores y con las propias herramientas que ellos tienen darles un mayor poder de participación. (Estudiante, grupo focal 1)
Tratamos de incidir en que la gente se dé cuenta de que son actores políticos y que pueden tomar decisiones. (Estudiante, grupo focal 1)
Adueñarse de ese espacio público para poder crear incidencia y fortalecer a los sujetos. (Estudiante, grupo focal 2)
En relación con la valoración de la política en la formación académica, también se observan pocas convergencias entre docentes y estudiantes. Los docentes indican que el valor de la ética en la formación está dado por el uso de lo político como fuerza de problematización, por el compromiso con la transformación de la universidad, por conocer las determinantes de las políticas y por despsicologizar la psicología, como se puede ver en las siguientes citas:
Incorporando lo político como una fuerza de problematización de aquello que se naturaliza y que es propio de la psicología comunitaria. (Docente 5)
No podemos decir que formamos psicólogos que van a transformar la realidad sobre la cual intervienen, si no pasamos por una transformación nuestra en ese proceso. (Docente 3)
Empezamos a reflexionar sobre cómo despsicologizar la psicología, parecía que era un espacio importante de pensar la psicología más allá del test y más allá del diagnóstico patológico. (Docente 2)
Los estudiantes indican que su valor en la formación está dado por orientar la práctica, como se advierte en la siguiente cita:
Cada profesor nos va diciendo algunas pautas y después, como ya dije, se reafirman en la práctica. (Estudiante, grupo focal 1)
En la Figura 2 se pueden observar los significados comunes y diferenciales entre docentes y estudiantes con respecto al significado de la política y su valoración en la formación académica y en la praxis profesional.

Figura 2 Significados y valoración de la política en la praxis profesional y la formación académica, según docentes de PC y estudiantes en práctica comunitaria.
Significados y valoraciones de la articulación ética-política en la formación académica y la praxis profesional. A propósito de los significados y valoraciones de la articulación ética-política en la formación académica y la praxis profesional, se observan algunas continuidades entre las perspectivas de docentes y estudiantes. Los docentes la asocian al entendimiento de la ética como acto político, en la praxis, como posicionamiento orientado a la transformación social, desde un sujeto ético-político comunitario, y como empoderamiento para ejercer derechos, como se puede ver en las siguientes citas:
Si nosotros definimos que ética es un posicionamiento que tenemos y que nos respalda el hecho de estar aquí y no en otro lugar, quiere decir que también es un acto político. (Docente 1)
Los psicólogos comunitarios tienen la posibilidad de entrar en la estructura psicológica de las personas y ese empoderamiento hacerlo en base a un sujeto que no es individual, sino que es sujeto ético-político comunitario; ahí está el gran aporte de la práctica ética y política. (Docente 2)
El trabajar por el empoderamiento para ejercicio de derechos es un trabajo que necesariamente me lleva a visibilizar el aspecto ético y el aspecto político. (Docente 5)
Los estudiantes la asocian al entendimiento de la ética como acto político y como apertura de oportunidades, como se puede apreciar en las siguientes citas:
La ética en el fondo siempre es política, en el amplio sentido de la palabra política, porque es de la polis. (Estudiante, grupo focal 2)
Cumplir esta política y esta ética es crear nuevas oportunidades para uno mismo y para la gente. (Estudiante, grupo focal 1)
En la Figura 3 se pueden observar significados y valoraciones de la articulación ética-política en la formación académica y la praxis profesional, según docentes de PC y estudiantes en práctica comunitaria.
Ética y Política en la Praxis Profesional
Significados de la ética y su enfoque en la praxis profesional. En relación con los significados de la ética, se observan pocos significados comunes entre las perspectivas de psicólogos y beneficiarios. Los psicólogos la asocian con los principios que rigen la sociedad y el ejercicio profesional, con partir desde la realidad y sentir de las personas y con la coherencia entre decir y hacer, como se puede ver en las siguientes citas:
Es hacer lo que yo hago a partir de la…, como trabajo yo con personas, es partir desde las realidades y los sentires de las otras personas. (Profesional 3)
Para mí la ética es la coherencia que tú tienes entre lo que tú piensas y lo que tú haces. (Profesional 4)
Los beneficiarios también la asocian con lo que rige al ser humano y con hacer las cosas con transparencia, como se puede apreciar en las siguientes citas:
La ética creo que es lo que rige al ser humano, sin ética fuera un caos el ser humano, o sea, quien no tiene ética pues yo creo que no encaja en la sociedad, entonces, la ética es lo que nos hace respetar. (Beneficiario, grupo focal 2)
La ética es hacer las cosas con transparencia, o sea, si piensas algo, haz lo que piensas, pero siempre y cuando no afectes a los demás, no afectes su entorno, no afectes su estabilidad emocional. (Beneficiario, grupo focal 5)
Referente al enfoque de la ética en la praxis profesional, se observan algunas continuidades entre las perspectivas de psicólogos y beneficiarios. Los psicólogos la asocian con la esencia del hacer profesional, con trabajar en beneficio de la comunidad, con el respeto por el otro y con el ser honesto, transparente y responsable, como se puede observar en las siguientes citas:
Creo que el hacer ético para un profesional es su esencia, si uno no puede seguir esta esencia, no tiene que estar en el espacio donde está laborando. (Profesional 1)
Permitiendo que los objetivos, en este caso institucionales, se cumplan, no en beneficio personal, sino más bien en beneficio de la comunidad. (Profesional 5)
Se trabaja en el grupo el tema de confidencialidad, del no juzgamiento, del respeto a la opinión de las otras personas, entonces, eso hace que nosotros trabajemos en un ambiente donde ellos puedan expresar libremente lo que sienten y lo que piensan. (Profesional 4)
Los beneficiarios la asocian con libertad para ser uno mismo, con respeto mutuo y con dialogar, compartir y comprenderse, como se advierte en las siguientes citas:
Un grupo totalmente lleno de libertad, donde tú llegas y eres tú mismo, o sea, si eres molestoso, molestas, si eres callado, te callas, tienes la libertad de hacer y ser lo que eres. (Beneficiario, grupo focal 1)
Si ellos nos respetan, nosotros vamos a respetarles, si ellos cumplen, nosotros vamos a cumplir, o sea, el esfuerzo es mutuo para cumplir un fin. (Beneficiario, grupo focal 4)
En la Figura 4 se pueden observar los significados de la ética y su enfoque en la praxis profesional, según psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios y beneficiarios de dichos proyectos.

Figura 4 Significados de la ética y su enfoque en la praxis profesional, según psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios y beneficiarios de dichos proyectos.
Significados de la política y su enfoque en la praxis profesional. Sobre los significados de la política, se observan algunos significados comunes entre las perspectivas de psicólogos y beneficiarios. Los psicólogos la asocian con construir un posicionamiento ideológico y con producir un cambio social, como se puede ver en las siguientes citas:
Que tú tienes para construir un posicionamiento ideológico y que también tiene que ver con la ideología y la ética. (Profesional 2)
Lo político es la intervención social que tú puedes hacer para producir cambios en determinados temas, es como la intervención social que tú puedas hacer para producir un cambio social. (Profesional 5)
Los beneficiarios también la asocian con tener un posicionamiento, que está presente en cada decisión que uno toma y con ejercer el poder, como se puede distinguir en las siguientes citas:
La política son las actividades, las acciones, los modos, las formas de actuar y las posiciones, eso es política. (Beneficiario, grupo focal 3)
Está en cada decisión que se tome, es decir, si compramos un… decidimos entre un vaso de jugo o tomar una gaseosa, qué es lo que me beneficia o qué es lo que está más barato. (Beneficiario, grupo focal 1)
En relación con el enfoque de la política en la praxis profesional, se observan algunas continuidades entre las perspectivas de psicólogos y beneficiarios. Los psicólogos indican que la dimensión política se expresa generando cambios en todos los espacios, involucrando a las personas en las soluciones, trabajando desde sus saberes y posibilidades y que se organicen, empoderen y hagan incidencia, como se puede ver en las siguientes citas:
Intención política es generar cambios en el espacio en el que yo esté de una manera adecuada, que sería promoción de derechos, promoción de derechos en el sentido amplio de la palabra, así suene medio utópico ¿no? (Profesional 2)
Trabajar desde sus saberes, desde sus posibilidades y no solo desde lo que tienen, sino desde lo que pueden llegar ellos a ser capaces. (Profesional 1)
En el fondo, lo que implica es que ellas se organicen, se empoderen y hagan incidencia. (Profesional 4)
Los beneficiarios indican que la dimensión política se expresa al aportar ideas, escucharse y decidir entre ellos, con roles complementarios, por medio del respeto mutuo, y exigir lo que se quiere, como se puede notar en las siguientes citas:
Todos aportamos con ideas, con decisiones y no esperamos solo a la cabeza del grupo, todos estamos para aportar y eso es lo interesante de este grupo. (Beneficiario, grupo focal 4)
Porque cada año hay que hacer el proyecto (…) porque ahí podemos exigir lo que nosotros queremos. (Beneficiario, grupo focal 2)
En la Figura 5 se pueden observar los significados de la política y su enfoque en la praxis profesional, según psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios y beneficiarios de dichos proyectos.

Figura 5 Significados de la política y su enfoque en la praxis profesional, según psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios y beneficiarios de dichos proyectos.
Significados de la articulación ética-política y su enfoque en la praxis profesional. En cuanto a los significados asociados a la articulación ética-política, se observan algunas continuidades entre las perspectivas de psicólogos y beneficiarios. Los psicólogos indican que tiene que existir coherencia entre ética y política, en tanto que son construcciones teóricas y vivenciales, como se puede percibir en las siguientes citas:
Tiene que ser súper coherente lo ético y lo político para que pueda funcionar algo. (Profesional 2)
Toda la construcción teórica y vivencial que tú tienes para construir un posicionamiento ideológico y que también tiene que ver con la ideología y la ética ¿no? porque es parte de tu quehacer en algún espacio que tú tengas. (Profesional 5)
Los beneficiarios indican que la ética y la política van juntas y que la política forma parte de la ética, como se puede ver en las siguientes citas:
En términos generales, claro, la política y la ética deberían estar juntos. (Beneficiario, grupo focal 3)
La política forma parte de la ética, entonces, en nuestros hogares la gente se equivoca cuando dicen hablemos de política, quieren hablar del gobierno, del Estado y cosas así, también es política, pero la esencia de la política es la gente, son las familias, de las familias aparece la sociedad y en conjunto aparece la política. (Beneficiario, grupo focal 4)
A propósito del enfoque de la articulación ética-política en la praxis profesional, también se observan algunas continuidades entre las perspectivas de psicólogos y beneficiarios. Los psicólogos indican que la articulación éticapolítica resulta fundamental para trabajar con grupos vulnerables, que deberían operar juntas, y que la visión ética tiene que ver con la posición política, como se puede distinguir en las siguientes citas:
Debería ser así, creo yo, debería ser así, creo que el tema ético y político debería operar en conjunto. (Profesional 3)
Para mí, formar seres libres, democráticos, eh, que propongan, propositivos, proactivos, es mi forma de hacer las cosas, yo así soy en todo (…) entonces mi estructura y mi visión ética tiene que ver con mi posición política. (Profesional 1)
Los beneficiarios indican que la articulación ética-política se expresa cuando se junta lo ético y lo político para el cambio y que si hay ética tiene que haber política, como se puede apreciar en las siguientes citas:
Durante el proceso, digamos, juntamos lo ético y lo político, sería el cambio que ellos dan, entonces, se necesita ser ético para llegar a un punto o a lo que nosotros tratamos de que los chicos lleguen. (Beneficiario, grupo focal 5)
Si hay ética, tiene que haber política y si hay política, tiene que haber ética, nos jugamos en esos dos ámbitos, por lo cual tenemos que demostrar todas nuestras capacidades y también nuestro compromiso para el beneficio común. (Beneficiario, grupo focal 1)
En la Figura 6 se pueden observar los significados de la articulación ético-política y su enfoque en la praxis profesional, según psicólogos que trabajan en proyectos comunitarios y beneficiarios de dichos proyectos.
Discusión y Conclusiones
El análisis e identificación de los principales significados y valoraciones de las dimensiones ética y política en PC, por parte de los diversos actores sociales involucrados en los procesos formativos y las praxis concretas, permitieron confirmar, en parte, los hallazgos reportados por investigaciones similares. Se evidencia la poca problematización de las dimensiones ética y política en los procesos formativos, así como también las limitaciones de aquellas prácticas de intervención en/para la comunidad (Quintal de Freitas, 2012; Rodríguez, de la Cuesta, Recto & Mosquera, 2016; Rodríguez & Montenegro, 2016; Winkler et al., 2016).
Al respecto de los planes analíticos de PC y CA, se puede decir que en poco más de la mitad se contempla la dimensión ética (56%), siendo un valor intermedio, al compararlos con el caso de Chile y México (41%), pasando por 49% en Perú, hasta 78% en Colombia y 88% en Uruguay (Winkler et al., 2016). Si bien existe una base de contenidos acorde con los fundamentos de la PC que aborda el tema ético, no existe un código de ética que organice el proceso formativo. Tampoco hay un debate sobre el lugar preponderante que tendría la ética en la formación (Winkler et al., 2016), sea en su inclusión de manera transversal en toda la formación (Rodríguez et al., 2016) o si la ética debiese ser una asignatura específica (Winkler et al., 2012a).
Alrededor de la mitad de los planes revisados contempla la dimensión política (52%), siendo un valor inferior al reportado en Uruguay (88%) y México (72%) (Winkler et al., 2016). Cabe indicar que estos datos presentan limitaciones interpretativas, pues abarcan desde la consideración del contexto político y las políticas públicas, hasta el empoderamiento y la búsqueda de un cambio social.
Dada la presencia de la ética en los planes de manera implícita (64%) y la política de manera explícita (62%), se podría inferir que hay mayor consenso sobre la importancia del contexto y la finalidad del trabajo comunitario, que sobre la relación y reconocimiento del otro. Esto podría relacionarse con la "corta vida" de la PC en Ecuador, así como con su necesidad de inserción en el campo laboral y de reconocimiento como una disciplina útil para el proceso de transformación que vive el país, a través de las políticas de inclusión y cohesión social para el buen vivir (Grondona-Opazo, 2016).
En el proceso formativo y en la praxis profesional, docentes, estudiantes, profesionales y beneficiarios expresan núcleos de significados y valoraciones éticas y políticas coherentes con los fundamentos de la PC, pero que siguen siendo limitados, producto de la escasa reflexión sobre el tema y el incipiente desarrollo de la disciplina en Ecuador (Boada Suraty & Mañana Rezano, 2011; Grondona & Rodríguez, 2012).
En la formación académica, tanto para docentes como para estudiantes, los principios éticos más visibles se relacionan con conceptos usados ampliamente en PC: relación/reconocimiento del otro, reflexión crítica, orientación a la acción y compromiso con la comunidad. La dimensión política remite a la toma de posición y la promoción de la participación. Y la articulación ética-política se asocia a la consideración de la ética como un acto político (Lapalma & de Lellis, 2012; Montero, 2004, 2006, 2010a; Sánchez Vidal, 2007).
Con respecto a la praxis en PC, desde la perspectiva de profesionales y beneficiarios, se ve que la ética se conceptualiza como un conjunto de principios que rigen al ser humano, los cuales se relacionan con el respeto mutuo y la promoción del ejercicio de la libertad y la autonomía (Winkler et al., 2012a), por parte del beneficiario. La política remite a la construcción de un posicionamiento ideológico para ejercer el poder y generar cambios sociales (Quintal de Freitas, 2012). Esto se evidencia al involucrar a las personas en las soluciones, trabajar desde el respeto mutuo de los saberes y organizarse para incidir en la sociedad (Montero, 2004, 2006). La articulación ética-política se entiende como unidad operativa, dado que tanto el posicionamiento ético como el posicionamiento político son dimensiones necesarias para promover el cambio social (Montero, 2010b; Quintal de Freitas, 2012).
Si bien las conceptualizaciones relativas a las dimensiones éticas y políticas son consistentes con parte de los fundamentos de la PC en América Latina, estas se construyen desde lo microsocial, en el marco de relaciones sociales de proximidad. Tienden a definirse con un carácter más general que específico, orientándose a una armonía social deseable, pero difusa. De hecho, no adquieren centralidad, en las significaciones y valoraciones, los principios y conceptos de orden macrosocial, como democracia (Montero, 2010a), derechos humanos, justicia social y distributiva (Prilleltensky, 2004; Sánchez, 2012) y equidad social, entre otras. Parecería que hubiese una dificultad en integrar analíticamente las diferentes escalas en las cuales se (re)producen los valores y las prácticas sociales y el rol que la intervención profesional puede tener en ese contexto.
Se concluye que los resultados muestran, al igual que en otros estudios, una tendencia a la generalización y vaguedad de los principios éticos y políticos, que decanta en la dificultad de identificar temáticas más específicas que orienten las praxis, tanto en el campo como en la academia (Pasmanik & Winkler, 2009; Winkler et al., 2012a).
A diferencia de las tensiones observadas sobre la praxis psicosocial y los condicionamientos institucionales de las políticas públicas que dan cuenta del desfase entre los principios rectores de la PC y el quehacer comunitario (Berroeta, 2014; Winkler et al., 2012b), se puede sostener que el caso ecuatoriano muestra más potencialidades que limitaciones. Dado el actual contexto sociopolítico de trasformaciones sociales e institucionales, la importante ausencia de profesionales con formación en PC e intervención psicosocial y la emergente apertura de espacios comunitarios para trabajar, se ha propiciado que las praxis profesionales se desarrollen con una cierta autonomía (Berroeta, 2014), lo que conlleva un escenario de oportunidades para la disciplina, aunque esto no necesariamente se ha traducido en una praxis transformadora, ya que se sigue trabajando bajo lógicas de mejoramiento a nivel individual, todo lo cual constituye un importante reto para la disciplina en el país (Grondona & Rodríguez, 2012).
En consideración de todo lo anterior, y por la aproximación inicial que implicó este estudio en la realidad ecuatoriana, se puede decir que la principal limitación fue la poca profundidad en el abordaje de las distintas categorías de análisis consideradas. Esto se refleja a nivel teórico, al no profundizar mayormente en el abordaje de las concepciones éticas y políticas, y de la noción de cambio o transformación social; a nivel de la formación académica, dada la poca profundidad en torno a la discusión sobre la necesidad de incluir transversalmente las dimensiones éticas y políticas en los diseños curriculares; y a nivel del ejercicio profesional, al no adentrarse, con mayor sistematicidad, en los dilemas éticos y políticos que emergen en la praxis comunitaria y en la relación con los participantes.
En este sentido, las futuras investigaciones deberían identificar elementos más específicos que permitan profundizar en torno a los problemas y las formas en las cuales se abordan los dilemas éticos y políticos, de modo de no homogeneizar las categorías analíticas, pues pierden su poder explicativo y su capacidad de adaptación a contextos diferenciados de intervención.
Por último, el principal desafío que se avizora es avanzar en la construcción de la dimensión deontológica en PC que se plasme en códigos y guías para facilitar y orientar tanto el proceso formativo como la praxis profesional. Se trata de ampliar espacios de discusión sobre las tomas de decisiones éticas vinculadas a problemas específicos y que integren principios y valores personales con la ética profesional (Winkler, Alvear, Olivares & Pasmanik, 2014; Winkler, Pasmanik, Alvear & Olivares, 2015).