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Revista médica de Chile

versión impresa ISSN 0034-9887

Rev. méd. Chile v.128 n.7 Santiago jul. 2000

http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872000000700005 

Prevalencia de anticuerpos
anti-hantavirus en personal de salud
en contacto directo con pacientes
portadores del síndrome pulmonar
por hantavirus. Temuco 1997 a 1999

Prevalence of antibodies to hantavirus
in health care workers exposed to
patients with hantavirus pulmonary
syndrome in Temuco, Chile.

Constanza Castillo H, Jovita Mardones M1, Eliecer Villagra C.

 

Background: An outbreak of Hantavirus Cardiopulmonary Syndrome (HVCS) caused by the Andes virus, affected Chile since 1995. Antibodies to Hantavirus in health care workers who had cared patients with HVCS in Coyhaique, Argentinean reports and familial clustering of hantaviral illness, raised the possibility of person to person transmission. Familial clustering could occur secondary to a similar exposure to a common infected environment of more than one member of the family. Moreover, the prevalence of antibodies in health care workers in Coyhaique does not differ from the prevalence in general population in that region. Aim: To study the prevalence of antibodies to Hantavirus in health care workers exposed to body fluids of 20 patients. Material and methods: Among health care workers exposed to patients with HVCS, we registered information about the exposure to patients and to the environment outside the hospital in which they could have been infected. IgG antibodies against Hantavirus were measured by ELISA using two dilutions. Results: Sixty seven workers were studied. Of these, 73% were exposed.to respiratory secretions and blood, 21% to blood and 6% to respiratory secretions. Only 6% protected themselves properly, 49% used facial masks and gloves, 25% only facial masks, 7% only gloves and 12% used no protection measures. In none of these workers, Hantavirus antibodies were detected. Conclusions: These results are supporting evidence against person to person transmission of the Andes virus. (Rev Méd Chile 2000; 128: 735-9).
(Key words: Hantavirus pulmonary syndrome; Transmission mode; Southamerican hantaviruses; Andes hantavirus).

Recibido el 25 de octubre, 1999. Aceptado en versión corregida el 2 de mayo, 2000.
Proyecto DIUFRO Nº EX 99/111
Universidad de la Frontera, Temuco. Instituto de Salud Pública, sección virología. Santiago,
Chile.
1 Enfermera Universitaria, Unidad Cuidados Intensivos, Hospital Regional Temuco

El síndrome cardiopulmonar por hantavirus (SCHV), fue descrito por primera vez en 1993 en EEUU1-6. Se identificaron como agentes causales a distintos tipos de virus, pertenecientes a la misma familia: Virus Sin Nombre, Bayou, New York y Black Creek Canal Virus7-11. En Sudamérica los primeros casos aislados se diagnosticaron en Brasil en 1994. En 1995 apareció un brote en El Chaco paraguayo causado por el virus Laguna Negra12. Durante el mismo año se desató una epidemia en el sur de Argentina y Chile13-15. En junio de 1996, se identificó la variedad Andes, la cual sería responsable de la epidemia en el cono sur16.

Los vectores de los hantavirus identificados en EEUU, capaces de producir el SCHV son los ratones que permanecen como portadores crónicos. El humano es un huésped casual, que contrae la enfermedad, pero no es portador del virus y no transmite la enfermedad17.

Es sabido que los hantavirus mutan constantemente y sus variaciones son proporcionales a la distancia geográfica que separa los brotes epidémicos17. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad por hantavirus conocidas en el continente asiático son completamente distintas a las descritas en Norteamérica18-22. La enfermedad por hantavirus en Asia cursa con compromiso renal y hemorrágico, sin daño pulmonar, en cambio el SCHV americano se caracteriza por presencia de edema pulmonar y falla hemodinámica, en ausencia de compromiso renal y hemorragias externas1-6. El virus Andes causa un SCHV, pero que difiere del definido clásicamente en Norteamérica. Observamos trastornos hemorrágicos en el 81% y compromiso renal en 54% de los pacientes atendidos en Temuco (datos no publicados). Si el virus Andes produce un cuadro clínico distinto al de las variantes asiáticas y norteamericanas, es lícito pensar en que tal vez su forma de transmisión también difiera. En Argentina y Chile se ha planteado el posible contagio persona a persona del virus Andes23,24. Sin embargo, no existe evidencia para afirmar o descartar la posible transmisión persona a persona de esta nueva variedad de hantavirus.

Por esta razón estudiamos la prevalencia de Ac anti hantavirus en 67 funcionarios expuestos a fluidos corporales de pacientes con SCHV en Temuco.

MATERIAL Y MÉTODO

Todos los integrantes del equipo de salud que atendieron uno o más de los 20 pacientes con SCHV, fueron invitados a participar en el estudio. Tras firmar un consentimiento informado, aceptado por el Comité de ética del Hospital Regional Temuco, se les solicitó contestar una encuesta epidemiológica de la cual se obtuvo información sobre el tipo de contacto con los pacientes, exposición directa a fluidos corporales, tales como secreciones respiratorias, sangre, orina, contenido gástrico, deposiciones y otros exudados, y cuáles fueron las medidas de protección personal utilizadas. También se registraron datos relacionados con factores de riesgo de haber contraido la infección subclínica, con seroconversión en el medio ambiente fuera del hospital y no relacionados con el contacto con pacientes: dónde vivió durante su vida, qué lugares visitó, si estuvo en sitios infestados de algún tipo de ratones alguna vez, si limpió edificaciones previamente deshabitadas, si efectuó labores agrícolas tales como trabajar dentro de bodegas, en bosques o aserraderos, apilar fardos de paja o lana, cortar malezas, criar animales o aves o lavar ropa en esteros o ríos. Se consideró criterios de exclusión el haber visitado áreas de reconocida endemia de SCHV, tales como Bariloche, El Bolsón o Coyhaique, haber convivido con personas que hayan padecido un SCHV, no haber tenido contacto directo con pacientes o haber entregado la encuesta incompleta.

En el laboratorio de hantavirus, Sección Virología del Instituto de Salud Pública, se midió Ac IgG anti hantavirus en 2 diluciones por técnica de ELISA, utilizando antígenos del Virus Sin Nombre (SNV) (Centers for Disease Control and Prevention), cuya antigenicidad es cruzada con el virus Andes, por personal experto en la técnica, quienes desconocían los resultados de la encuesta.

RESULTADOS

Se incluyeron 67 funcionarios entre 24 y 58 años de edad: 26 paramédicos, 22 enfermeros, 13 médicos y 6 auxiliares de servicio, los cuales en 90% estuvieron en contacto directo con más de un enfermo (promedio 4 pacientes). Durante el cuidado de ellos, el 73% se expuso a secreciones respiratorias y a sangre, 21% sólo a sangre, 6% sólo a aerosoles respiratorios y 11% se expuso además a otros fluidos corporales como sudor, orina y deposiciones (Tablas 1 y 2). Las medidas de protección personal completas (mascarilla, guantes, gorro, botas y pechera plástica), fueron utilizadas por la minoría (6%), representada por los auxiliares de servicio encargados del aseo de pacientes y unidades clínicas. La mayoría se protegió con guantes y mascarilla (49%), sólo con guantes 25%, sólo con mascarillas 7% y 12% no usó protección alguna (Tabla 3).




El riesgo de exposición al virus en el medioambiente extrahospitalario lo compartió el 85% del personal de salud, por haber visitado zonas rurales, cordilleranas o costeras de la IX Región, habitat del Oligoryzomys Longicaudatus (ratón cola larga), vector principal del virus en nuestro medio. Más de un tercio de ellos informó haber estado en sitios infestados de roedores alguna vez en su vida, describiendo en el lugar la presencia de ratones, sus excretas, guaridas y/o nidos. Trabajan en huertos familiares cercanos a la ciudad, desmalezando, sembrando o cosechando frutos el 28%, el 27% limpió casas de veraneo desocupadas, todos factores de riesgo de contraer esta enfermedad (Tabla 4).


De los 67 sujetos expuestos a fluidos corporales de pacientes con SCHV estudiados, todos fueron negativos para Ac IgG anti hantavirus.

DISCUSIÓN

Algunas comunicaciones argentinas han sugerido la transmisión persona a persona del virus Andes23. En nuestro medio se ha especulado con esta hipótesis debido a la aparición de brotes intrafamiliares y presencia de Ac en contactos de casos índice24. En Temuco, un padre y su hijo, un tío y su sobrino desarrollaron la enfermedad clínica, y en el padre de una paciente, totalmente asintomático, se detectó Ac anti hantavirus. Si bien esto sugiere la transmisión persona a persona, también es posible que los miembros de estas familias se expusieran a un ambiente común, infestado de roedores portadores de la enfermedad, desarrollando la infección subclínica.

En 3,7% del personal de salud de Coyhaique que atendió pacientes, se detectó Ac anti hantavirus. Sin embargo la prevalencia de Ac en ellos, fue igual a aquella de la población general24. Lo más probable es que el personal de salud de Coyhaique se haya expuesto de igual forma que el resto de la población al virus en el medioambiente, contrayendo así la enfermedad subclínica en igual porcentaje.

En Temuco fueron atendidos 20 pacientes con SCHV por 67 personas que tuvieron contacto directo con sus fluidos corporales, utilizando medidas de protección y aislamiento deficientes. En ninguna de estas 67 personas expuestas a enfermos con SCHV, se detectó Ac anti hantavirus, lo cual aporta evidencia en contra del contagio persona a persona del virus Andes. Nuestros resultados son comparables a los obtenidos por Vitek, Breiman y cols, quienes estudiaron a 266 personas en contacto con fluidos corporales de pacientes con SCHV por Virus Sin Nombre, en ninguna de las cuales se detectó Ac anti hantavirus25.

A pesar de que la gran mayoría de nuestro equipo de salud en algún momento, estuvo en áreas rurales de la IX región en donde habita el Oligoryzomys longicaudatus, reservorio principal del virus Andes y más de un tercio de ellos efectuó labores con riesgo de contagio en el medioambiente, ninguno de ellos desarrolló la infección subclínica.

En la prevención del contagio de enfermedad por Hantavirus se debe insistir en evitar la exposición desprotegida al medioambiente infestado, en la desratización, sin descuidar las medidas universales de protección personal durante la atención de pacientes con SCHV hasta no confirmar fehacientemente de que no se transmite persona a persona. Si bien es cierto este estudio no apoya la posible transmisión persona a persona, no descarta terminantemente esta forma de contagio. De existir contagio persona a persona, es altamente infrecuente durante la fase cardiopulmonar de la enfermedad.

Correspondencia a: Dra. Constanza Castillo H. Pucón 0731, Temuco. Fax: (45) 230461. E-mail: medint@ufro.cl

REFERENCIAS

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