La prevalencia de la DM está aumentando en todo el mundo, lo que resulta en una epidemia mundial1. Se estima que para el 2040, el número total de diabéticos en todo el mundo sería de 642 millones lo que se traduce en un aumento del gasto público en salud y una sobrecarga económica2. El tipo más común, la diabetes mellitus tipo 2 (DM 2), representa el 90-95% de los casos y se caracteriza por una alteración en su acción y/o en la secreción de insulina. Esta enfermedad es más frecuente en personas mayores de 45 años de edad y con algún grado de sobrepeso3. En Chile, habría 1.372.700 personas con DM2, lo que representa el 11% de la población adulta entre 20-79 años. Esta cifra colocaría a nuestro país en el segundo lugar de sudamérica, situación que se asemeja a la observada en la frecuencia de trastornos nutricionales por exceso4. Sin embargo, como resultado del aumento del sobrepeso y obesidad a menores edades, la DM2 está aumentando entre niños y adultos jóvenes5. La creciente prevalencia de DM2 también se puede atribuir a otros factores, como el crecimiento de la población y el envejecimiento, cambio en los estilos de vida, la creciente prevalencia de la obesidad y la inactividad física, así como una mayor supervivencia entre los pacientes con DM23. De los factores mencionados hasta ahora, el factor de riesgo más importante para la regulación de la concentración plasmática de glucosa, sería la inactividad física muscular, ya que los músculos esqueléticos son los principales encargados de la captación y utilización de la glucosa, llegando a consumir hasta 80 a 90%6.
El entrenamiento físico corresponde a un elemento esencial en el manejo de la diabetes en conjunto con el tratamiento farmacológico y modificaciones del estilo de vida1 por lo que ha sido considerado como uno de los tres componentes principales en el control y tratamiento de la DM28. Es característico que pacientes con DM2 tengan menor capacidad aeróbica, niveles más bajos de fuerza muscular y flexibilidad cuando se comparan con individuos sanos de la misma edad y sexo. Las personas diabéticas que son físicamente activas y/o presentan una buena capacidad aeróbica presentan un mejor pronóstico que aquellos que son inactivos y/o aquellos con baja capacidad aeróbica8. Las directrices actuales de la Asociación Americana de Diabetes (ADA)9, recomiendan realizar EA de > 150 min de intensidad moderada o > 90 min de intensidad vigorosa por semana y/o ER > 3 veces/semana, teniendo mayor adherencia a los protocolos de EA que de ER10. Un estudio reciente11, ha reportado que el entrenamiento de intensidad moderada a vigorosa genera cambios significativos en personas diabéticas, mejorando el control glicémico y otorgando una importancia clave a la intensidad del entrenamiento.
Por lo visto hasta ahora, tanto el entrenamiento aeróbico como los de fuerza pueden mejorar o aumentar la acción insulina, controlar los niveles de glicemia, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares12, reducción de la mortalidad13, prevenir complicaciones relacionadas con la DM y mejorar la calidad de vida de los diabéticos cuando se realiza continuamente14. Recientemente, un metaanálisis hecho por Davies et al.15 mostró una reducción general en HbA1c de 0,8% con entrenamientos de resistencia eincremento de 11,8% en el pico de VO2 con entrenamientos aeróbicos. Estos factores hacen que la inclusión del entrenamiento físico sea un elemento fundamental del tratamiento de la DM2.
Es por esto, que este estudio consiste en una revisión sistemática sobre las asociaciones y cambios que produciría el EA, ER o el EA/ER sobre el control glicémico y, aportar conocimiento a los profesionales de la salud que trabajan con personas con diabetes, obesidad o síndrome metabólico.
Métodos
Estrategia de búsqueda y selección de estudios
Se buscó en las bases de datos electrónicas MEDLINE (accedido por PubMed), EMBASE, RESEARCH GATE entre el período de noviembre de 2008 y agosto de 2017. Adicionalmente, buscamos las referencias de estudios publicados manualmente. La búsqueda inicial comprendió los términos MeSH: {Glycated hemoglobin A, type 2 diabetes & physical activity} o su correspondientes en español: {Hemoglobina glicada A, diabetes tipo 2 y actividad física} y asociados al término boleano {AND}/{y} respectivamente. Solo textos completos elegibles en inglés o español fueron considerados para la revisión. Esta revisión sistemática está descrita de acuerdo a los criterios de elementos de informes preferidos para revisiones sistemáticas y metaanálisis (PRISMA)16. El flujograma de búsqueda se muestra en la Figura 1.
Criterio de elegibilidad
Se incluyeron ensayos clínicos que compararon entrenamientos programados (EA, ER o EA/ER) o directrices de actividad física en pacientes con DM2 mayores de 18 años de ambos sexos, que evaluó la HbA1c como un resultado del entrenamiento de a lo menos 12 semanas de entrenamiento, ya sea como valores promedio, diferencias de promedio y valores de dispersión respectivos de HbA1c al inicio y después de la intervención.
Los programas de entrenamiento fueron definidos como una intervención en pacientes en que el programa de entrenamiento fuera individualizado y supervisado. Las recomendaciones o directrices de actividad física se definieron como una intervención en la cual los pacientes estaban parcialmente o no participando en programas de entrenamiento supervisado, pero habiendo recibido instrucciones formales para ejercitar regularmente con o sin un individuo a cargo de la prescripción del entrenamiento. Los estudios elegibles incluyeron solo individuos capaces de realizar el entrenamiento, sin limitaciones clínicas. Se implementaron los siguientes criterios de inclusión: (i) diseños de estudio longitudinal con al menos dos grupos de intervención (no se consideraron los estudios de efectos agudos o a corto plazo), (ii) intervención física EAo ERpor sí sola y (iii) EA/ER. Los criterios de exclusión fueron los siguientes: (i) estudios de pacientes con diabetes tipo 1 o diabetes gestacional; (ii) estudios en que no le hicieron o no proporcionan información sobre las asociaciones de la intervención con HbA1c en el grupo experimental, el grupo control, o ambos; (iii) estudios con menos de 12 semanas de intervención.
Extracción de datos
Se recolectaron los títulos y resúmenes de los artículos seleccionados. Si los resúmenes no aportaban suficiente información sobre los criterios de inclusión y exclusión, se descargaba el texto completo para su evaluación.
Se ilustra un diagrama de flujo del proceso de selección del estudio en la Figura 1. La búsqueda recuperó un total de 962 artículos relevantes probables de analizar. Todos los artículos recuperados fueron revisados por dos revisores externos (CC y PH). Las decisiones frente a las dudas para inclusión/exclusión fueron resueltos por un tercer revisor (SL). Después de la proyección por título y/o resumen, 79 artículos fueron excluidos debido a (i) irrelevancia del tema, (ii) siendo metanálisis/documentos de revisión, (iii) no inclusión de HbA1c como valoración de resultados y (iv) la inclusión de una o más comorbilidades. Los 40 artículos restantes se evaluaron como potencialmente documentos pertinentes y los documentos completos fueron adquiridos. Después de examinar los artículos completos, 25 artículos fueron excluidos por las siguientes razones: períodos de intervención < 12 semanas, pruebas de control glicémico diferentes, o un diseño de estudio transversal o sin intervención de entrenamiento físico, o ausencia de evaluaciones cognitivas o motoras en línea base o punto final. Los artículos restantes (n = 15) cumplieron todos los criterios de inclusión y se incluyeron en la revisión.
Resultados
Las características de todos los estudios analizados se detallan en la Tabla 1.
Tabla 1 Características de los programas de ejercicio incluidos
Fuente | Edad promedio (DE) | Grupo control, intervención | Comorbilidades | Tipo entrenamiento (aeróbico, resistencia, combinado) | Frecuencia. Sesiones por semana | Duración semanal, min | Duración del programa, semanas | Adherencia al programa (°/o) | Deserción (°/o) | HbA1c (% de cambio) |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Balducci et al, 2012 | 58,8 (8,5) | Con grupo control, cuidados habituales | Hipertensión, hipercolesterolemia | EA/ER | 2 | 150 | 48 | 80,3 | 19,7 (control, 35; intervención, 83) | ↓ 0,15-0,30 |
Byrkjeland et al, 2017 | 63,1 (7,9) | Con grupo control, sin ejercicio | Enfermedad coronaria | EA/ER | 3 | 120 | 48 | 75,36 | 24,63 (control, 6; intervención, 17) | ↓ 0,22 |
Church et al, 2010 | 55,8 (8,7) | Con grupo control, clases de estiramiento semanal | Sobrepeso/obesidad | EA, ER, EA/ ER | 3 | 150 | 36 | 90 | 10 | ↓ 0,24; 0,16; 0,34 respectivamente |
Earnest et al, 2014 | 56 (9,0) | Con grupo control, ejercicios de estiramiento y relajación | Sobrepeso/obesidad | EA, ER, EA/ ER | 3 | 150 | 36 | 79 | 20,99 (control, 8; intervenciones 33) | ↓ 0,4; 0,6 y 0,5 respectivamente |
Fatone et al, 2010 | 55,6 (10,9) | Con grupo control, sin ejercicio | Hipertensión, hipercoleterolemia | EA/ER | 2 | 140 | 48 | 100 | 0 | ↓ 0,45 |
Glans et al, 2009 | 49,8 (7,0) | Con grupo control, sin ejercicio | Sobrepeso/obesidad | EA/ER | 3 | 135 | 24 | 87,5 | 12,5 (control, 0; intervención 4) | ↓ 1,53 |
Johannsen et al, 2013 | 57 (7,7) | Con grupo control, sin ejercicio | Hipertensión | EA, ER, E/y ER | 3 | 150 | 36 | 80 | 20 (control, 3; 20 intervención) | ↓0,2; 0,0; 0,4 respectivamente |
Johannsen et al, 2017 | 54,6 (8,9) | Con grupo control, cuidados habituales | Hipertensión, dislipidemias | EA/ER | 3 | 180 | 48 | 97 | 3 (control, 3; 1 intervención) | ↓ 0,31 |
La rose et al, 2011 | 53,5 (7,3) | Con grupo control, mantener estilo de vida | Sobrepeso/obesidad | EA, ER, EA/ ER | 3-2 | 150-100 | 26 | NR | NR | ↓ 0,51; 0,38; 0,46 respectivamente |
Marcus et al, 2008 | 50,7 (6,9) | Con grupo control, mantener estilo de vida | Hipertensión, sobrepeso/obesidad | EA, EA/ER | 3 | 150 | 16 | 100 | 0 | ↓ 0,31; 0,59 respectivamente |
Plotnikoff et al, 2010 | 55 (12) | Con grupo control, cuidados habituales | Sobrepeso/obesidad | ER | 3 | 180 | 16 | 77,41 | 22,58 (control, 6; intervención, 8) | ↑ 1,61 |
Prado et al, 2016 | 61 (3,3) | Con grupo control, cuidados habituales | Amenorrea | ER | 3 | 180 | 16 | 87,5 | 12,5 (control, 4; Bajo volumen, 3; alto volumen, 1) | ↓ 0,1 |
Segerstrom et al, 2010 | 49,8 (7,3) | Con grupo control, mantener estilo de vida | Hipertensión, neuropatías | EA/ER | 2 | 100 | 24 | 100 | 0 | ↓ 0,5 |
Sénéchal et al, 2013 | 56,7 (8,0) | Con grupo control, clases de estiramiento semanal | Sobrepeso/obesidad | EA, ER, EA/ER | 3 | 180 | 36 | 76,71 | 23,28 (control, 11; EA, 19; ER, 16; EA/ER, 15) | ↓ 0,1-0,6 |
Zanetti et al, 2017 | 42,5 (10) | Con grupo control, mantener estilo de vida | Hipertensión, dislipidemia, VIH | ER | 3 | 68 | 14 | 100 | 0 | ↓ 0,5 |
EA: entrenamiento aeróbico; ER: entrenamiento de resistencia; EA/ER: entrenamiento aeróbico + entrenamiento de resistencia; VIH: virus inmuno deficiencia adquirido; NR: no registrado.
Uno de los primeros artículos analizados corresponde al publicado en el año 2008 por el grupo liderado por Marcus17, en el cual partici paron un total de 22 pacientes con DM2 y que fueron aleatoriamente distribuidos para realizar dos modalidades de entrenamiento(aeróbico de intensidad moderada a 60% de intensidad (EA) y aeróbico de intensidad moderada adicionando la realización de entrenamientode resistencia en prensa de pierna(EA/ER)). Un total de 15 pacientes completaron el programa de entrenamiento supervisado de 16 semanas. Ambos grupos de entrenamiento completaban semanalmente 150 min de ejercicio. No hubo diferencias significativas entre los grupos con respecto al cambio en las mediciones de HbA1c. Si hubo un efecto principal significativo para el tiempo (p = 0,02). La media de cambio para la HbA1c fue de 0,59% (IC 95% = −1,5 a 0,28) para el grupo EA/ER y −0,31% (IC 95% = −0,60 a −0,03) para el grupo AE.
Posteriormente, con un protocolo EA/ER, Glans (2009)18, demostró un incremento en la sensibilidad de la insulina (2,7 ± 1,4 mg kg-1 min-1 vs 3,4 ± 2 mg kg-1 min-1, p < 0,05) en todos los pacientes, con una mejora notable en la HbA1c (6,5 ± 1,1 vs 6,3 ± 1,0 p < 0,05) y sin modificaciones significativas en el perfil lipídico.
De los estudios publicados recientemente, es interesante destacar el trabajo de Byrkjeland19 y el de Zanetti20, ya que en el caso del primero a pesar de haber reportado en estudios previos cambios no significativos en el porcentaje de HbA1c, en un estudio posterior reportó cambios significativos con un entrenamiento EA/ER, en donde estuvo asociado a cambios en la función endotelial como la E-selectina (r = 0,56, p < 0,001), la molécula de adhesión celular-I (r = 0,27, p = 0,052), entre otras; pero sin una mejora significativa en la función endotelial en pacientes con enfermedad coronaria. El estudio de Zanetti en cambio, estudió el efecto de un programa de entrenamiento de resistencia no lineal (NLRS) en un grupo de sujetos con VIH y comprobó que este tipo de ejercicio disminuía la posibilidad de desarrollar los componentes del síndrome metabólico al obtener una disminución significativa de lamasa de grasa (-10,1%, p < 0,0001), porcentaje de grasa corporal (– 11,4%, p < 0,0001), perímetro de la cintura (-1%, p = 0,001), glucosa en ayunas (-13,7%, p = 0,012) y HbA1c (-9%, p < 0,0001) y aumentando la masa magra (+ 5,5%, p < 0,0001) y los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL) (+ 31%, p < 0,0001).
Precauciones/Seguridad del entrenamiento
En todos los ensayos clínicos revisados los sujetos fueron médicamente autorizados para realizar el programa de entrenamiento. Si era necesario, se realizaba una prueba de esfuerzo antes de iniciar el entrenamiento para garantizar la autorización para la participación17,21. Todos los sujetos tenían cognición normal. Se excluían de participar sujetos con enfermedad cardíaca severa; hipertensión no controlada; problemas ortopédicos que limitaron su capacidad de realizar los entrenamientos sin dolor; trastornos del sistema nervioso central o periférico; retinopatía diabética; miopatía; enfermedad reumatológica que afecta la movilidad; con el fin de minimizar los riesgos17,18,19,20. Del mismo modo la frecuencia cardíaca era monitoreada antes, durante y posterior al ejercicio con un monitor de frecuencia cardíaca. Otra medida de control, corresponde al registro de la percepción subjetiva de esfuerzo a través de la escala de Borg18. Todos los programas de entrenamiento fueron supervisados por personal especializado, lo que permite un completo control de las sesiones de entrenamiento y además que la mayoría de los participantes cumplan con un mayor número de sesiones, mejorando la adherencia y reduciendo la deserción. Estos datos se muestran en la Tabla 1.
Los efectos adversos son relativamente escasos cuando se cuenta con supervisión constante y se toman las medidas de monitoreo cardíaco y glicémico, por lo que el registro previo a las sesiones de entrenamiento de presión arterial (PA), frecuencia cardíaca y glicemia se hacen necesarios. En el reporte de Marcus y colaboradores17 se hace una detallada descripción de los cuidados previos, así como también las normas para detener la sesión de ejercicio. Dentro de estas medidas se destacan: Una PA previa al ejercicio < 140/90 mmHg para que los sujetos comenzaran el ejercicio. Si la PA antes de comenzar era mayor a ese valor, se sentaba al sujeto durante 10 min y se reevaluaba. Si algún participante presentaba una glicemia < a 100 mg/dl antes de comenzar se le indicaba un refrigerio de 15 g de carbohidratos y volver a evaluar los niveles de glucosa en sangre para minimizar el riesgo de hipoglicemia. Si el nivel de glucosa en sangre antes del ejercicio era > 300 mg/dl, los sujetos comenzaron a hacer ejercicio y se volvían a evaluar en 20 a 30 min para asegurarse de que el nivel de glucosa en sangre no aumentara. Si el nivel de glucosa en sangre estaba aumentando, el ejercicio se detenía.
Por último, una de las medidas que permite controlar los efectos de los programas de entrenamiento, es contar con elapoyo telefónico para favorecer la adherencia a los programas17,19,20,22.
Protocolos de entrenamiento
Si bien no existe un consenso con respecto a la modalidad de entrenamiento físico más adecuado para el abordaje de la DM2, si existe una similitud y constancia de parámetros para la prescripción. En la Tabla 2 se resumen los parámetros asociados a la dosimetría de los tipos de entrenamiento y los resultados principales obtenidos.
Tabla 2 Principales resultados de los estudios analizados
Fuente | Programa de entrenamiento | Resultados principales |
---|---|---|
Balducci et al, 2012 | EA/ER: 55-70% del VO2, max predicho usando una cinta de correr, elíptica o cicloergómetro. 60-80% de 1 repetición máxima prevista (1-RM). 4 ejercicios: prensa de piernas, sentadillas, remo con polea y flexión de tronco para abdominales | Cambios en VO., max (< 0,10 - > 6,60 ml/kg/min), el Incremento en la fuerza de MMSS y de MMII se asociaron a una disminución de HbA1c (-0,023; p = 0,031); (-0,0013; p = 0,006) y (-0,001; p = 0,624), respectivamente |
Byrkjeland et al, 2017 | EA/ER: 2 sesiones de entrenamiento EA y 1 sesión de ER, guiado por escala de Borg (12-14) para el EA y > 15 para ER | Cambios en HbA1c se asoció a una disminución de E-selectin (r = 0,56, p < 0,001); ICAM-1 (r = 0,27; p = 0,052); VCAM-1 (r = 0,32; p = 0,022); t-PAag (r = 0,035; p = 0,011), pero sin mejora en la función endotelial |
Church et al, 2010 | EA: 1 50 min/sem, para gastar 12 kcal/kg por semana ER: 4 ejercicios de parte superior del cuerpo y 3 de MMII, más 2 ejercicios abdominales, de 10-12 repeticiones EA/ER: 10 kcal/gr/sem | El promedio de cambio de HbA1c en el grupo EA/ER fue −0,34% (IC 95%, −0,64% a −0,03%; p = 0,03). No hubo diferencias entre el grupo EA v/s ER. Solo el grupo EA/ER mejoró el VO., max (promedio, 1,0 ml/kg por min, IC 95%, 0,5-1,5, p < 0,05) |
Earnest et al, 2014 | AE: de moderada a alta Intensidad 3 veces por semana (65,4 ± 14,6% de VO2, peak, promedio ± DE). 150 min/sem, para gastar 12 kcal/kg por semana RS: 4 ejercicios de parte superior del cuerpo y 3 de MMII, más 2 ejercicios abdominales, de 10-12 repeticiones EA/ER: 2 sesiones de ER y 3 de EA | ↑ VO2 peak en 5-6% METs en EA y EA/ER, sin diferencias entre los grupos e entrenamiento ↑ TT en 13 s en comparación con el grupo control |
Fatone et al, 2010 | EA/ER: 140 min/sem EA (a 55-70% del VO2 max) y ER 2 series de 1 5 repeticiones (60-80% de 1 RM), 4 ejercicios de parte superior del cuerpo y 3 de MMII | El entrenamiento mejoró significativamente VO2, max (de 33,5 ± 3,8 ml/kg/ min a 38,2 ± 3,5 ml/kg/min, p = 0,0085) y la fuerza muscular (p < 0,05). Cambios sobre la línea base fue significativa para HbA1c, reducida en 0,45% (p = 0,0084), |
Glans et al, 2009 | EA/ER: entrenamiento en cicloergómetro, más serles de ejercicios de bíceps, tríceps, hombro, extensión de pierna, set up y abdominales al 60-70% del VO2 max. Además se utilizó la escala de Borg | Mejoría significativa en HbA1c solo se observó en los pacientes suecos que logró una mayor Intensidad de ejercicio (73,3 ± 4,8% vs 63,3 ± 5,2% de la frecuencia cardíaca máxima, p < 0,005). No se observaron cambios con respecto al VO2 max o el perfil lipídico en ninguno de los grupos |
Johannsen et al, 2013 | EA: 3 veces/semana al 50-80% VO2 peak para un total de gasto energético semanal de 12 kcal/kg por semana ER: 4 ejercicios de parte superior del cuerpo y 3 de MMII, más 2 ejercicios abdominales, de 10-12 repeticiones EA/ER: 3 sesiones de EA (10 kcal/kg/sem) + 2 sesiones de ER (1 serle de cada ejercicio) | Cambios en HbA1c se asociaron con cambios en la adiponectina (r = 20,45; p = 0,007). A mayor tiempo de diabetes, mayor Incremento en PGC-1a (r = 0,44; p = 0,008). Análisis mutivariado demostró que el sexo masculino (p = 0,05), la etnia no caucásica (p = 0,02), la duración de la diabetes tipo 2 (r = 0,40; p = 0,002) y los cambios en FFA (r = 0,36; p = 0,004), adiponectina (r = 20,26; p = 0,03) y PGC-1a (r = 20,28; p = 0,02) explican el 65% de la variabilidad en los cambios en HbA1c |
Johannsen et al, 2017 | EA/ER: 3 sesiones de EA y 2 de ER | ↓ HbA1c de 6,65% a 6,34% en el grupo EA/ER, con una diferencia media con respecto al grupo control de −0,26% (IC 95%; −0,52% a −0,01%) |
Larose et al, 2011 | EA: 3 sesiones/semana, 45 min/sesión, 75% FCM ER: 2 a 3 sesiones/semana, alternando entre 2 grupos de músculos, 45 min/ sesión. Incrementando carga de 2,3 a 4,5 kg cada 8 sesiones |
Ambos entrenamientos, EA y ER llevaron a reducciones significativas en HbA1c (-0,51; p = 0,007 y −0,38, p = 0,037, respectivamente) en comparación con el grupo control. En el grupo EA/ER, la HbA1c cambió por un adicional de −0,46 puntos porcentuales (p = 0,014) comparado con EA y por un adicional de −0,59 puntos porcentuales (p = 0,001) en comparación con ER |
Marcus et al, 2008 | EA: 3 sesiones/semana, 60 a 85% FCM, 50 min/sesión EA/ER: ejercicios excéntricos en prensa | No hubo diferencia significativa entre los grupos con respecto al cambio en las mediciones de HbA1c. El cambio medio de HbA1c para EA/ER fue −0,59% (IC 95% = −1,5 a 0,28) para el grupo y −0,31% (IC 95% = −0,60 a −0,03) para el grupo EA. El grupo EA/ER aumentó más el AST en relación al grupo EA (diferencia media entre grupos = 20,4 cm2 (IC del 95% = 13,2 a 27,7). |
Plotnikoff et al, 2010 | ER: 3 sesiones/semana, 4 ejercicios compuestos (sentadillas, remo sentado, press banca y press de hombro) y 4 ejercicios complementarlos (estocadas, extensiones de brazo, bíceps, abdominales) | No hubo diferencias significativas en HbA1c ni en Col LDL, comparado con el grupo control |
Prado et al, 2016 | ER: Bajo volumen (BV) 3 series de 8-12 repeticiones al 70% RM con 1,5 min de descanso entre serie. Alto volumen (AV) 6 series en lugar de 3 | ↑ fuerza muscular y ↓ % masa grasa en BV y AV (60,0 a 85 kg; 62,0 a 80 kg, p < 0,05; respectivamente) AV disminuyó Col LDL (163,4 vs 139,8; p = 0,009), cociente cintura/cadera (0,89 vs 0,86; p = 0,001) BV disminuyó HbA1c (6,0 vs 5,6; p = 0,019) |
Segerstrom et al, 2010 | EA/ER: 2 sesiones/semana, 50 min/sesión. Ejercicios de resistencia con el propio peso corporal (lagartijas, abdominales y sentadillas) en series de 1 5– 20 repeticiones | Sin diferencias significativas en VO2 peak al final del entrenamiento. HbA1c disminuyó en el grupo de AV (6,6 ± 1,2 vs 6,1 ± 1,0) |
Sénéchal et al, 2013 | EA: 3 sesiones/semana; 50-80% máxima capacidad cardiorrespiratoria, gasto energético de 12 kcal/kg por semana ER: 3 sesiones/semana, 2 series para 4 grupos musculares de la parte superior del cuerpo y 3 serles para músculos de MMII, 10-12 repeticiones EA/ER: EA con gasto energético de 10 kcal/kg por semana y 2 sesiones de ER |
Cambios en HbA1c se asoció con cambios en el PC (r = 0,13; p = 0,052), CC (r = 0,17, p = 0,013), MG del tronco (r = 0,19; p = 0,005) y CF (r = 20,16; p = 0,023) ↑ CF y ↑ MG del tronco aumenta la probabilidad de tener ↓ HbA1c después del entrenamiento (3,48; 1,46-8,31) Participantes con ↑ CF y ↓ CC fueron 2,81 (1,13-6,98) veces más propensos a tener reducción de HbA1c |
Zanetti et al, 2017 | NLRT: 3 sesiones/semana, 3 serles, 8-12 repeticiones, grandes musculares, intensidad al 80% RM, la carga se ajustaba 10 a 20% cuando los participantes lograban completar más repeticiones sin llegar al fallo muscular | ↑ MM (+ 5,5%; p < 0,0001); ↓MG (-10,1%; p < 0,0001); %MG (-11,4%; p < 0,0001); CC (-1%; p = 0,001), Col HDL (+ 31%; p < 0,0001), GA (-13,7%; p = 0,01 2) y HbA1c (-9%; p < 0,0001) |
HbA1c: hemoglobina glicada; AE: entrenamiento aeróbico; RS: entrenamiento de resistencia; AE/RS: entrenamiento aeróbico + resistencia. VO2; Consumo de oxígeno; MMSS: miembros superiores; MMII: miembros inferiores; TT: tiempo de tolerancia al esfuerzo; RM: repetición máxima; FCM: frecuencia cardíaca máxima; PGC-1 : Peroxisoma proliferador activado coactivador de receptor gamma; AST: área de sección transversal del músculo; Col LDL: colesterol LDL; PC: peso corporal; CC: circunferencia de cintura; CF: capacidad física; MG: masa grasa; NLRT: entrenamiento de resistencia no lineal; MM: masa magra; %MG: porcentaje de masa grasa; Col HDL: colesterol HDL; GA: glucosa en ayunas.
Entrenamiento aeróbico (EA): incluye modalidades de ejercicios rítmicos que involucran grandes grupos musculares para mejorar la resistencia cardiovascular, incluyendo una etapa de calentamiento, una fase principal y una de vuelta a la calma, realizando de 2 a 3 sesiones semanales a una intensidad entre 50 a 80% del VO2 máx, o su equivalente en porcentaje de la frecuencia cardíaca de reserva y que permita completar 150 min de entrenamiento semanal, o, completar un gasto energético de 12 kcal/kg de peso corporal por semana22–25.
Dada la labilidad de los sistemas cardio respiratorio y la alteración de la regulación metabólica frente a la realización de esfuerzo físico que implica una sobrecarga a estos sistemas, es que es deseable la continua supervisión y monitoreo de parámetros cardíacos (frecuencia cardíaca y PA), ventilatorios (VO2, frecuencia ventilatoria, saturación de oxígeno), antes, durante y al finalizar las sesiones de entrenamiento18,23,24,26.
De la misma manera, se definen dosimetrías de entrenamiento de moderada a alta intensidad, y, que a medida que los participantes se vayan adaptando a las cargas de trabajo, estas se vayan incrementando de acuerdo a la tolerancia y capacidad de cada sujeto.
Entrenamiento de resistencia (ER): en los últimos años se ha observado como paulatinamente la evidencia científica le ha atribuido cada vez más importancia al parámetro de intensidad del esfuerzo y a su vez los beneficios que trae el ER en pacientes DM2. En la gran mayoría de los estudios analizados, se realizan de 2 a 3 sesiones semanales27–29, desarrollando un trabajo de 4 grupos musculares de la mitad superior del cuerpo en el sentido transversal, donde se incluyen press banca, remo sentado, jalón posterior y press de hombro) y 3 ejercicios para la mitad inferior del cuerpo, incluyendo: prensa de piernas, extensión de piernas y curl de femorales) y 2 ejercicios para abdominales o espalda baja, con intensidades que fluctúan entre 60 a 80% de 1RM (1 repetición máxima), o que permita realizar entre 10 a 12 repeticiones por serie27,29,30,31.
Entrenamiento combinado (EA/ER): para este tipo de entrenamiento se seleccionaba un EA que implicara un gasto energético semanal de 10 kcal/ kg de peso corporal por semana22,24,25, sumado a 2 sesiones de ER, realizando sólo 1 serie de 10 a 12 repeticiones para el total de grupos musculares indicados, para asegurar una equivalencia en tiempo con los EA y ER20,22,24,25.
Finalmente, cabe destacar que la gran mayoría de los estudios analizados, demostraron una reducción en los niveles de HbA1c en todos los grupos de entrenamiento, sin encontrar mayores diferencias entre ellos, y que estas reducciones se daban asociadas o no a cambios en la masa magra o en la masa grasa, pero que si estaban asociados en todos los casos a un aumento en la capacidad funcional de los sujetos y/o de la fuerza muscular de los grupos musculares de las mitades superior e inferior del cuerpo17,21,26,30.
Conclusión
Las investigaciones demuestran mejoras significativas en variados parámetros indicadores de control glicémico, especialmente la HbA1c, con la intervención de programas de EA y ER por si solos, como así también EA/ER, no generando diferencias entre los diferentes entrenamientos, pero sí todos ellos teniendo una característica común que es un incremento en la capacidad física y tolerancia al esfuerzo, como así también en mejoras de la fuerza muscular.