Introducción
En las dos últimas décadas han proliferado las investigaciones que se han planteado como objetivo la identificación y análisis de las aglomeraciones empresariales, al entenderse que estas formas de organizar la producción constituyen una fuente de ventaja competitiva para las empresas que las constituyen y un factor determinante en las decisiones relativas a su localización (Fujita, Krugman & Venables, 2000; Krugman, 1993). También abundan los estudios realizados desde un punto de vista más aplicado, porque la identificación de dichas aglomeraciones constituye el paso previo para la posterior focalización de las políticas institucionales en el territorio, en tanto que ello posibilita una ejecución más precisa y eficaz de la política industrial y de las medidas de desarrollo rural en las naciones.
No es extraño, por tanto, que los resultados de estas investigaciones se hayan tenido muy en cuenta en el diseño de las políticas de desarrollo regional de algunos países, en tanto que han servido para identificar los enclaves sobre los que hay que actuar, y en cuanto han posibilitado la adopción de medidas específicas y diferenciales por parte de las instituciones, en función de las características y peculiaridades de cada uno de estos enclaves.
El caso más paradigmático al respecto ha sido Italia, donde la investigación sobre las aglomeraciones industriales ha alcanzado mayores cotas y donde la figura teórica del distrito industrial se ha institucionalizado, convirtiéndose en un instrumento de política industrial y de desarrollo rural de gran relevancia. Prueba de la institucionalización del distrito industrial en el país transalpino es el amplio desarrollo legal y normativo que ha habido al respecto (Carminati, 2006), así como la definición por parte del Instituto Nacional de Estadística italiano (Istituto Nazionale di Statistica, istat) de una metodología específica propia para la identificación y análisis de los distritos industriales en Italia, que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo (istat, 2006). También es indicativa de esta institucionalización la creación en 2009 del Observatorio Nacional de los Distritos Industriales (http://www.osservatoriodistretti.org/), un órgano consultivo estrechamente vinculado a la red de cámaras de comercio del país1.
Precisamente, fue un grupo de investigadores italianos encabezados por Giacomo Becattini quienes relanzaron, a partir de la década de 1970, el análisis de los distritos industriales iniciado por Alfred Marshall a finales del siglo xix (Marshall, 1963; Marshall & Marshall, 1975). La pretensión inicial de estos investigadores era explicar el éxito industrial de pequeñas localidades como Prato o Bassano, pertenecientes a la denominada Tercera Italia, el cual parecía estar vinculado a la concentración de establecimientos en torno a ellas, en particular a las relaciones de cooperación y competencia que se establecían entre dichos establecimientos y a los recursos compartidos a los que estos tenían acceso por el mero hecho de pertenecer a la aglomeración (Becattini, 2005)2
Tanto la versión marshalliana del distrito industrial como la posterior concepción de este término desarrollada por la llamada escuela italiana de los distritos industriales plantean la existencia de estos enclaves geográficos como realidades socioeconómicas con una elevada capacidad de desarrollo endógeno en una determinada actividad manufacturera3, aspecto este que potencia la especialización productiva del enclave en cuestión. En este sentido, el “efecto aglomeración” o “efecto distrito” aporta a las empresas del enclave una serie de ventajas competitivas que actúan como un efecto atrayente de nuevas empresas (o de nuevas inversiones, si se prefiere), lo que acaba constituyendo un refuerzo de dicha especialización en la región y, consecuentemente, de las ventajas derivadas de la aglomeración, al verse esta ampliada4.
Lo interesante de ello es, precisamente, que la mera aglomeración de pequeños y medianos establecimientos les otorga ventajas que les permiten competir en el mercado internacional con las grandes empresas en sentido chandleriano (Chandler, 1996), contrarrestando las economías de escala y diversificación asociadas a ellas con las referidas economías externas o de aglomeración. En este sentido, como sostienen Rendon y Forero (2014), las aglomeraciones industriales, y su fomento en general por parte de las instituciones competentes, pueden ser una herramienta eficaz para generar políticas de desarrollo en países y regiones con una elevada presencia en su tejido productivo de pequeña y microempresa, como es el caso de Portugal.
En otro orden, las derivadas que han surgido en el debate científico-económico sobre las aglomeraciones empresariales han sido numerosas. Por un lado, se ha desarrollado con profusión la línea de investigación que analiza los rasgos característicos de estas aglomeraciones, dando como resultado la existencia de realidades muy heterogéneas. Así, si los clásicos estudios de Alfred Marshall y de la escuela italiana hablaban de distritos industriales, otros trabajos han acuñado las denominaciones de sistema productivo local (Costa, 2002; De Propis, 2001), clúster (European Commission, 2002; Porter, 1991), distrito rural y/o agroalimentario (Castillo & García, 2011), o incluso la más exótica definición de agrupaciones de empresas innovadoras, acuñada por el Ministerio de Industria de España hace ya casi una década.
Por otro lado, también han evolucionado vertiginosamente los estudios aplicados de carácter sectorial, cuyo objetivo, en la mayor parte de los casos, ha sido analizar la evolución del enclave estudiado o del sector productivo vinculado al mismo y su contribución al crecimiento económico regional o de la nación. Dada la vastísima lista de trabajos existentes en esta línea carece de interés siquiera citar alguno, pero sí mencionar que buena parte de ellos se ha dirigido al estudio de enclaves en España e Italia, sin que la cuestión haya calado, por ejemplo, entre los investigadores lusos, a tenor de la escasez de estudios aplicados en este sentido en Portugal. Branco y Lopes (2013), Branco y Parejo (2011), Melo (2006), Nunes (2011) y Vieira y Romero (2009) son algunas de las excepciones a la regla, que no ocultan el desierto existente en Portugal en este tipo de estudios aplicados.
Más recientemente han aparecido nuevos enfoques en el estudio de las aglomeraciones empresariales, como la medición del denominado “efecto distrito” (Dei Ottati, 2006; Soler, 2006), el análisis del ciclo de vida de estos enclaves (Belussi & Sedita, 2009; Menzel & Fornalh, 2009) o el desarrollo de la innovación en el seno de los mismos (Galletto & Boix, 2014). Con todo, probablemente han sido los trabajos de carácter metodológico los que han tenido una evolución más firme y regular, en particular aquellos que han propuesto mecanismos de detección, identificación y análisis de aglomeraciones empresariales en sus distintas tipologías o variantes.
En el presente trabajo partiremos de ellos para detectar e identificar los spl existentes en Portugal en la actualidad. En concreto, utilizaremos la metodología propuesta por Lainé (2000), ajustada y revisada fundamentalmente con las aportaciones posteriores que realizaron Giner, Santa María y Fuster (2006) en su análisis de las aglomeraciones empresariales en la Comunidad Valenciana. Utilizaremos como unidad territorial de análisis para la localización de spl el concelho, y como clasificación estadística para el análisis cuantitativo, la Clasificación Portuguesa de Actividades Económicas, Revisión 3 (cae Rev. 3), de la cual extraeremos la información del año 2012. Estructuramos el trabajo en cuatro apartados. El primero es esta introducción. En el segundo desglosamos la metodología seguida para la detección e identificación de spl, y explicamos los aspectos más controvertidos de ella y de las fuentes utilizadas. En el tercer apartado comentamos los resultados obtenidos, presentando los spl detectados y las actividades productivas asociadas a ellos. Finalmente, en el cuarto apartado realizamos comentarios a modo de conclusión.
Metodología aplicada
Si nos ceñimos al ámbito territorial que pretendemos estudiar, existe un único estudio realizado para comienzos de la década de 1990 que trató de identificar los spl existentes en Portugal, utilizando una metodología todavía incipiente y básica. Se trata de Cerejeira (2002), quien propuso un modelo para la localización de clústeres consistente en la verificación de cuatro criterios (tasa de industrialización, especialización industrial, densidad de empleo y especialización de la aglomeración). A nuestro juicio, tal modelo manifiesta carencias metodológicas importantes (no atribuibles al autor, sino al estado de la investigación en esa altura), al no contemplar criterios que consideramos imprescindibles para la identificación de estas aglomeraciones empresariales. Nos referimos, por ejemplo, a la inclusión de pautas que permitan verificar la existencia de cooperación entre las empresas; la preeminencia de pequeñas y medianas empresas; la responsabilidad de estas en la generación de la mayor parte del empleo; la existencia de relaciones competitivas en el mercado nacional o en el internacional entre las empresas que componen la aglomeración, etcétera. De cualquier forma, dicho trabajo constituye un marco comparativo necesario a tener en cuenta, que nos permitirá aproximar la evolución que han podido registrar algunos spl en Portugal en los últimos veinticinco años.
Con todo, es imprescindible acudir a metodologías de identificación de aglomeraciones empresariales más recientes, y más o menos restrictivas en función del tipo de aglomeración que pretendemos analizar, dadas las diferentes especificaciones teóricas existentes entre ellas. A modo de ejemplo, las metodologías de identificación y detección de distritos industriales han sido las más recurrentes en los últimos veinte años, prevaleciendo entre ellas la denominada metodología Sforzi-<SC>ISTAT</SC>, la cual ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, mejorándose y corrigiéndose las limitaciones que inicialmente contenía (istat, 2006; Sforzi & Lorenzini, 2002)5. Algo menos restrictivas han sido las metodologías propuestas para la identificación y detección de spl (concepto más genérico que el de distrito industrial) (De Propis, 2005). Entre ellas, consideramos muy útil la elaborada por Lainé (2000), que ha sido posteriormente revisada por Giner, Santa María y Fuster (2006), y también la proporcionada por Hernández, Fontrodona y Pezzi (2005). Utilizaremos la primera, que fue creada por Frédéric Lainé para la identificación de los spl en Francia, aunque nos valdremos de la formulación que de ella se realiza en Giner, Santa María y Fuster (2006), que nos parece más completa y perfeccionada.
Delimitación de los sistemas locales de trabajo
Con carácter previo a la detección de los spl es necesario delimitar la unidad territorial de análisis, esto es, el sistema local de trabajo (en adelante slt). El concepto de slt fue acuñado en Italia en el seno de la citada metodología Sforzi-istat como paso previo a la localización de los distritos industriales (istat, 2005, 2006), pudiéndose definirlo como un área geográfica, no necesariamente coincidente con una unidad territorial administrativa, que presenta unas características homogéneas en términos de especialización productiva, en condiciones de desarrollo empresarial o incluso en términos de ocupación6. El slt constituye la unidad territorial sobre cuyos indicadores demográficos, económicos y empresariales aplicaremos los criterios de identificación de spl. Se trata, por tanto, de la unidad territorial que contiene el hipotético spl, que en el caso que nos ocupa haremos coincidir con la unidad administrativa del concellho.
Criterios de detección de spl
Una vez que se han definido los slt, se debe seleccionar y aplicar los criterios que determinarán si la actividad manufacturera existente en un slt específico es susceptible de ser calificada como un spl. Para ello, es importante que los criterios que se consideren se cumplan simultáneamente. Los criterios que consideraremos, siguiendo a Giner, Santa María y Fuster (2006), son los siguientes:
Criterio 1: Número de establecimientos. Consiste en determinar el número mínimo de establecimientos industriales a partir del cual un <SC>SLT</SC> será considerado un spl. Giner, Santa María y Fuster (2006) sugieren un número diferente en función del grado de desagregación de actividades de que disponga la fuente utilizada. En nuestro caso, utilizamos la cae Rev. 3 que elabora el Instituto Nacional de Estadística (ine) de Portugal, cuyo nivel de desagregación para 2012 (año que vamos a utilizar de referencia en nuestro estudio) es relativamente bajo. Por ello, hemos adoptado el criterio restrictivo de existir al menos diez establecimientos dedicados a la misma actividad productiva, de los que al menos seis de ellos deben tener cinco o más empleados.
Criterio 2: Criterio del número de empleados. Este criterio pretende asegurar una alta incidencia en el empleo por parte de la actividad predominante en la aglomeración empresarial. Al igual que en el criterio anterior, Giner, Santa María y Fuster (2006) sugieren la necesidad de que existan en el slt al menos 200 empleados dedicados a la misma rama de actividad cuando se utiliza una clasificación poco desagregada. Asumimos este número, dada la reducida agregación de la clasificación de actividades que utilizamos.
Criterio 3: Criterio de densidad empresarial. Este criterio sugiere la existencia de una elevada concentración geográfica de establecimientos que se dedican a un mismo producto o rama de actividad en comparación con la media nacional. Su cumplimiento se concreta en que el número de establecimientos por kilómetro cuadrado en la actividad productiva existente en el slt debe ser el doble del mismo indicador a nivel nacional.
Criterio 4: Criterio de especialización productiva. Como la mayoría de las metodologías de identificación de aglomeraciones empresariales, incluimos un criterio de especialización productiva7. La fórmula para la aplicación del índice de especialización que proponemos es la siguiente:
Donde:
Lij es el índice de especialización en el territorio i y en el sector j (entendiendo por “territorio i” el slt considerado, y por “sector j” la actividad productiva sobre la que aplicamos la metodología).
Eij es el número de establecimientos del sector j en el territorio i (en nuestro caso, es el número de empresas, no de establecimientos, ya que la información que proporcionan nuestras fuentes no distingue los distintos establecimientos que puede tener una misma empresa).
Ej es el número de empresas totales del sector j en el área geográfica que vamos a tomar como referencia (utilizaremos como referencia territorial superior la región, y no la nación, para flexibilizar el proceso de detección de aglomeraciones)8.
Ei es el número de empresas totales en el territorio i (de todos los sectores productivos).
E es el número de empresas totales en el territorio de referencia (es decir, número de empresas de todos los sectores productivos en la región).
El índice denota especialización cuando es mayor que 1, pues ello indicaría que la especialización productiva en la rama en cuestión en el slt es mayor que la que se evidencia a nivel nacional.
Una vez que se han cumplido estos cuatros criterios de forma simultánea, Lainé (2000) plantea la necesidad de verificar otros dos criterios más restrictivos (criterios 5 y 6), que permiten la localización de spl de elevada dimensión, esto es, con una elevada importancia relativa en términos de número de establecimientos y de empleo. Estos criterios no tienen que cumplirse de forma simultánea para que el slt sea considerado un spl, aunque sí ha de evidenciarse al menos uno de los dos.
Criterio 5 de más dimensión. Que existan 20 establecimientos o más que generen al menos 400 empleos.
-
Criterio 6 de más dimensión. Que existan entre 10 y 19 establecimientos que generen como mínimo 800 empleos.
Una vez que se han cumplido los cuatro primeros criterios y al menos uno de los que Lainé (2000) denomina “de más dimensión”, nos encontraríamos ante un spl, según los criterios establecidos en dicho trabajo. No obstante, como se comentó anteriormente, Giner, Santa María y Fuster (2006) han señalado algunas limitaciones de esta metodología. La más relevante es que no tiene en cuenta una de las características inherentes a la concepción teórica de distrito industrial, como es la predominancia de la pequeña y mediana empresa. Además, tampoco contempla la necesidad de verificar la existencia de una especialización interna dentro del spl, lo que es deseable, especialmente en aquellos spl que evidencian una especialización en más de una actividad productiva. Por estos motivos, sugieren la incorporación de los dos criterios siguientes a la metodología de detección de spl (criterios 7 y 8), que nosotros asumimos en nuestro estudio.
Criterio 7: Tejido productivo fundamentado en la PYME. Este criterio exige que se verifique que al menos el 50% del empleo producido por la rama de actividad de la industria principal del spl esté generado por pequeñas y medianas empresas, entendiendo por estas, empresas con menos de 250 empleados (Comisión Europea, 2015, p. 10).
-
Criterio 8: Criterio de especialización interna. Este criterio demanda que al menos el 30 por cien de la ocupación esté generada por la rama de actividad de la industria principal del spl.
Llegados a este punto, nos encontraríamos con spl en la terminología de Lainé (2000) y de Giner, Santa María y Fuster (2006). Aun así, a nuestro juicio esta metodología continúa teniendo limitaciones importantes, las cuales no están presentes en otras aportaciones metodológicas existentes al respecto, como la propuesta por Hernández, Fontrodona y Pezzi (2005). Hablamos, por ejemplo, de la necesidad de contemplar la importancia relativa del spl en la actividad económica en cuestión a nivel regional y nacional (es una forma de constatar la existencia de ventajas competitivas asociadas a la aglomeración empresarial), o de considerar la internacionalización de las empresas de la aglomeración, lo cual constituye un aspecto deseable e incluso definitorio de las aglomeraciones empresariales desde un punto de vista teórico y aplicado. Todo ello, sin perjuicio de que sea preciso también introducir algún criterio que coteje la cooperación entre las empresas del slt, que es igualmente un rasgo característico de este tipo de realidades económicas. La admisión de estos criterios no está exenta de una carga de subjetividad, pero aun así entendemos que su consideración mejora la metodología de identificación de spl. De ahí que hayamos decidido incorporarlos a nuestro ejercicio (criterios 9, 10 y 11).
Criterio 9: Criterio de mayor importancia económica del spl. Para aceptar este criterio se debe cumplir que la industria o rama de actividad principal del slt constituya al menos el 15% del valor de la producción de la industria o rama de actividad principal de la región en la que se encuentra el slt, o que la industria o rama de actividad principal del slt constituya al menos el 0,1% del valor de la producción total en la región en la que se encuentra localizado.
Criterio 10: Criterio de internacionalización. Para aceptar este criterio, la industria o rama de actividad principal del slt debe tener empresas que compitan en el mercado internacional, es decir, que sean exportadoras.
Criterio 11: Criterio de cooperación empresarial. Para la aceptación de este criterio y, por ende, para aceptar la evidencia de que pueda existir una cooperación entre empresas, vamos a exigir que las empresas del slt que trabajan en la industria o rama de la actividad en cuestión tengan empresas participadas dentro de la misma industria o rama de actividad, o al menos participen conjuntamente en el capital de otras empresas. Estos dos aspectos no dejan de ser subjetivos (y tal vez susceptibles de discusión), pero —a nuestro criterio— serían indicativos de la existencia de lazos de relación y cooperación empresarial. Asumimos el carácter restrictivo de este criterio, máxime cuando buena parte de la cooperación empresarial en los spl no tiene una naturaleza financiera o es de tipo informal. En cualquier caso, entendemos que es un criterio inequívoco de tal cooperación y que es de los menos discrecionales que se pueden plantear al respecto.
Una vez que se hayan evidenciado los criterios anteriores, admitiríamos que estamos frente a realidades que se ajustan con precisión a la descripción teórica de spl. Por tanto, apenas cabría culminar el recorrido metodológico agrupando spl por su proximidad, vecindad y similitud, tratando de identificar spl de mayor rango o tamaño, susceptibles de trascender al concelho en términos territoriales. También sería el momento de ver en qué medida la existencia de niveles elevados de especialización de los slt en más de una actividad productiva permitiría la definición de dos o más aglomeraciones asociadas a un mismo territorio como spl poliespecializados.
En definitiva, planteamos una metodología de detección de spl que parte de la propuesta por Lainé (2000) y de los cambios introducidos en ella por Giner, Santa María y Fuster (2006), si bien incorporando algunos de los criterios sugeridos por Hernández, Fontrodona y Pezzi (2005). Pensamos, así, que esta metodología constituye una buena herramienta de detección de spl, especialmente en Portugal, habida cuenta de la información cuantitativa de que disponemos y de la estructura productiva con que cuenta dicho país.
Fuentes
Ante la imposibilidad de disponer de información cuantitativa sobre el lugar de trabajo y de residencia de los empleados en Portugal (requisito deseable para delimitar los slt sobre los que vamos a aplicar los criterios que componen nuestra metodología de detección de spl), se ha optado por asimilar la unidad administrativa y territorial concelho como proxy de slt, tal y como se hace en Cerejeira (2002), que es el estudio que tomamos como referencia. Esta solución práctica solventa la limitación mencionada y permite la aplicación de la metodología propuesta, además de ser coherente con la evidencia empírica existente al respecto. A modo de ejemplo, la mayor parte de los slt estudiados en Boix y Galletto (2006) se asocian administrativamente con el municipio. Lo mismo ocurre en el análisis del caso catalán que se realiza en Hernández, Fontrodona y Pezzi (2005), lo que, además, permite una más fácil asignación institucional de responsabilidades en el desarrollo posterior de los spl que se detecten.
En otro orden, la clasificación de las actividades productivas que vamos a utilizar es la definida en Portugal por la cae Rev. 3, que reproducimos en la tabla 1. Estrictamente consideraremos las industrias transformadoras, designadas en el apartado C de esta clasificación, siendo las fuentes cuantitativas que utilizaremos para cotejar el cumplimiento de los criterios de la metodología de detección de spl las recogidas en la tabla 2.
TABLA 1 Clasificación cae Rev. 3 desglosada al nivel utilizado en este estudio. Industrias transformadoras
10: industrias alimentarias |
---|
11: Industria de las bebidas |
12: Industria del tabaco |
13: Fabricación de textiles |
14: Industria del vestuario |
15: Industria del cuero y de productos del cuero |
16: Industrias de la madera y del corcho y sus productos, excepto mobiliario; fabricación de productos de cestería y espartería |
17: Fabricación de pasta, de papel, de cartón y sus artículos |
18: Impresión y reproducción de productos grabados |
19: Fabricación de coque, productos petrolíferos refinados y de aglomerados de combustible |
20: Fabricación de productos químicos y de fibras sintéticas o artificiales, excepto productos farmacéuticos |
21: Fabricación de productos farmacéuticos de base y de preparaciones farmacéuticas de base y de preparaciones farmacéuticas |
22: Fabricación de artículos de goma y de materias plásticas |
23: Fabricación de otros productos minerales no metálicos |
24: Industrias metalúrgicas de base |
25: Fabricación de productos metálicos, excepto máquinas y equipamientos |
26: Fabricación de equipamientos informáticos, equipamientos para comunicaciones y productos electrónicos y ópticos |
27: Fabricación de equipamiento eléctrico |
28: Fabricación de máquinas de equipamientos (n. e.) |
29: Fabricación de automóviles, remolques, semirremolques y componentes para automóviles |
30: Fabricación de otro equipamiento de transporte |
31: Fabricación de mobiliario y de colchones |
32: Otras industrias transformadoras |
33: Reparación, mantenimiento e instalación de máquinas y equipamientos |
FUENTE INE DE PORTUGAL (www.ine.pt)
N. E.: NO ESPECIFICADOS
TABLA 2 Fuentes cuantitativas utilizadas para la verificación de cada criterio metodológico
CRITERIO | INDICADOR | FUENTE |
---|---|---|
Criterio del número de establecimientos | Número de establecimientos | ine |
Criterio del número de empleados | Número de empleados | ine |
Criterio de densidad empresarial | Establecimientos/Km2 | ine |
Criterio de especialización productiva | Índice de especialización empresarial | ine |
Criterios de más dimensión | Número de establecimientos y empleados | ine |
Criterio de pyme | Número de empleados por empresa | sabi |
Criterio de especialización interna | % del número de empleados | ine |
Criterio de mayor importancia económica del spl | % volumen de negocio (en euros) | ine |
Criterio de internacionalización | Número de empresas exportadoras | sabi |
Criterio de cooperación empresarial | Accionistas por empresas y empresas participadas | sabi |
FUENTE ELABORACIÓN PROPIA
En particular, la información cuantitativa utilizada ha sido mayoritariamente tomada del ine de Portugal (número de establecimientos, número de empleados, volumen de negocio, etcétera, todo ello por concelho). Si bien para la aplicación de los criterios 7, 10 y 11 de la metodología propuesta se ha complementado esta información con la que proporciona la base de datos sabi (Sistema de Análisis de Balances Ibéricos), la cual se refiere a empresas, no a establecimientos. Faltan, además, algunas empresas que por dimensión o por otros motivos no son incluidas en la fuente. Aun con sus limitaciones, sabi nos permite, por ejemplo, extraer el listado de empresas exportadoras de cada rama de actividad, además de valorar las relaciones existentes entre las empresas (pues proporciona cifras de participación en el capital de las empresas, esto es, de accionariado). Creemos, por tanto, que a pesar de las carencias mencionadas, su uso mejora las posibilidades de nuestro estudio al permitir la verificación de los criterios de internacionalización y de cooperación empresarial de la metodología propuesta.
Resultados: Sistemas Productivos Locales portugueses
En la aplicación de la metodología propuesta para el caso portugués se han detectado 27 slt que cumplen todos los criterios que se incluyen en la metodología propuesta para la detección de spl. En la tabla 3 9 se recoge el número de aglomeraciones industriales que han cumplido de forma simultánea los criterios establecidos en cada rama de actividad económica, de manera que la última columna del mismo (la referida a los tres últimos criterios aplicados: criterios 9, 10 y 11) incluye aquellas que satisfacen todos los criterios especificados, siendo susceptibles, por tanto, de ser consideradas spl de acuerdo con la metodología propuesta en este trabajo.
TABLA 3 spl detectados por rama de actividad, según los criterios que cumplen
SISTEMAS PRODUCTIVOS LOCALES (SPL) | CRITERIOS | ||||
---|---|---|---|---|---|
CAE REV. 3 | 1, 2, 3 y 4 | 5 o 6 | 7 | 8 | 9, 10 Y 11 |
10: Industrias alimentarias | 26 | 16 | 15 | 3 | 3 |
11: Industrias de las bebidas | 9 | 1 | 0 | 0 | 0 |
12: Industria del tabaco | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
13: Fabricación de textiles | 13 | 9 | 7 | 3 | 2 |
14: Industria del vestuario | 22 | 22 | 22 | 12 | 8 |
15: Industria del cuero y de productos del cuero | 15 | 12 | 11 | 5 | 3 |
16: Industrias de madera y del corcho y sus productos, excepto mobiliario; fabricación de obras de cestería y espartería | 11 | 6 | 5 | 1 | 1 |
17: Fabricación de pasta, de papel, de cartón y sus artículos | 5 | 1 | 1 | 0 | 0 |
18: Impresión y reproducción de soportes grabados | 15 | 9 | 8 | 0 | 0 |
19: Fabricación de coque, productos petrolíferos refinados y de aglomerados de combustibles | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
20: Fabricación de productos químicos y de fibras sintéticas o artificiales, excepto productos farmacéuticos | 6 | 5 | 3 | 0 | 0 |
21: Fabricación de productos farmacéuticos de base y preparaciones farmacéuticas | 2 | 2 | 2 | 0 | 0 |
22: Fabricación de artículos de goma y de materias plásticas | 18 | 10 | 8 | 0 | 0 |
23: Fabricación de otros productos minerales no metálicos | 23 | 17 | 13 | 4 | 3 |
24: Industrias metalúrgicas de base | 3 | 3 | 1 | 0 | 0 |
25: Fabricación de productos metálicos, excepto máquinas y equipamientos | 35 | 29 | 27 | 6 | 5 |
26: Fabricación de equipamientos informáticos, equipamiento para comunicaciones y productos electrónicos y ópticos | 1 | 1 | 0 | 0 | 0 |
27: Fabricación de equipamiento eléctrico | 15 | 10 | 4 | 0 | 0 |
28: Fabricación de máquinas y de equipamiento (n. e.) | 18 | 12 | 10 | 0 | 0 |
29: Fabricación de automóviles, remolques, semirremolques y componentes para vehículos automóviles | 8 | 5 | 0 | 0 | 0 |
30: Fabricación de otros equipamientos de transportes | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 |
31: Fabricación de mobiliario y de colchones | 16 | 10 | 9 | 2 | 2 |
32: Otras industrias transformadoras | 11 | 4 | 3 | 0 | 0 |
33: Reparación, mantenimiento e instalación de máquinas y equipamientos | 13 | 8 | 7 | 0 | 0 |
Total | 287 | 192 | 156 | 36 | 27 |
FUENTE ELABORACIÓN PROPIA CON BASE EN DATOS INE DE PORTUGAL (WWW.INE.PT) Y BASE DE DATOS SABI
N. E.: NO ESPECIFICADOS
A modo de aclaración, de acuerdo con la tabla 3 existirían en Portugal 287 slt que cumplen los criterios 1, 2, 3 y 4; 192 de ellos cumplen también los criterios 5 y 6, de los que 156 cumplen además el criterio 7. Cuando hemos aplicado sobre estos 156 slt el criterio número 8, solo en 36 de ellos se ha verificado, siendo finalmente los 27 mencionados más arriba los únicos que cumplen también con los tres últimos criterios establecidos.
Si descendemos al nivel productivo, de las 23 ramas manufactureras consideradas (tomadas de la clasificación cae Rev. 3), la metodología aplicada ha permitido detectar spl en ocho de ellas: Industria del vestuario (6 spl); fabricación de productos metálicos, excepto máquinas y equipamientos (5 spl); industrias alimentarias (3 spl); industria del cuero y de productos del cuero (3 spl); fabricación de otros productos minerales no metálicos (3 spl); fabricación de textiles (1 spl); fabricación de mobiliario y de colchones (1 spl); industrias de madera y del corcho y sus productos, excepto mobiliario; fabricación de obras de cestería y espartería (1 spl); además de un spl de gran dimensión vinculado a las industrias de textiles y vestuarios, y de un spl poliespecializado en la industria textil y en la fabricación de mobiliario y colchones10.
Geográficamente, y de acuerdo con el nivel 2 de la nuts (Nomenclatura de las Unidades Territoriales de Estadística), la mayor parte de los spl detectados se encuentran en el norte del país. Así, 16 de los 27 spl (casi el 60%) se localizan en la región Norte, situándose 9 en la región Centro (33%), estando los 2 restantes en Lisboa y en el Algarve, respectivamente (Figura 1). Esta concentración territorial de spl en Portugal se verifica incluso dentro de las regiones, principalmente en las proximidades de la costa atlántica. A modo de ejemplo, dentro de la región Norte es en la región de los ríos Ave y Tâmega donde se detecta un mayor número de spl; e igualmente, en la región Centro, son las áreas próximas al mar (la región entre los ríos Duero y Vouga, el Baixo Vouga o el Pinhal Litoral) las que cuentan con más spl detectados. Además, los spl identificados en Mafra (Lisboa) y Olhão (Algarve) también se caracterizan por su cercanía al mar, por lo que la distribución geográfica de spl en Portugal compartiría con la de otros países este rasgo característico (la proximidad a la costa), en consonancia con los preceptos de la teoría clásica de la localización industrial, y tal y como han constatado Boix y Galletto (2006) para el caso español.
En otro orden, no es objetivo de este trabajo analizar individualmente cada uno de los spl detectados, aunque sí valorar su importancia relativa en el conjunto del tejido productivo portugués (tabla 4). Los 25 spl localizados (27 si no hubiéramos agrupado los spl de Santo Tirso y Paços de Ferreria) cuentan con 9.710 establecimientos, lo que supone el 13,3% del total de la industria manufacturera portuguesa. Igualmente, los spl detectados generan 113.192 empleos, que representan el 17,6% del total de la industria manufacturera. El volumen de negocio de estos spl se estimaba en 2012 en torno a los 6.800 millones de euros, lo que representa un 8,6% del volumen de negocio total de la industria manufacturera portuguesa. En definitiva, hablamos de enclaves que tienen una importancia significativa en la economía portuguesa, con una capacidad elevada de generación de rentas y empleo.
TABLA 4 I Los spl detectados en términos de establecimientos, empleos y volumen de negocio
CONCELHO | N° ESTABLECIMIENTOS | N° EMPLEADOS | VOLUMEN DE NEGOCIO | % ESTABLECIMIENTOS S/ TOTAL CÓDIGO CAE | % EMPLEADOS S/ TOTAL CÓDIGO CAE | % VOLUMEN DE NEGOCIOS S/ TOTAL CÓDIGO CAE |
---|---|---|---|---|---|---|
10: Industrias alimentarías | ||||||
Ílhavo | 86 | 1.416 | 176.289.801 | 0,78 | 1,59 | 1,53 |
Mafra | 141 | 2.023 | 236.172.927 | 1,28 | 2,28 | 2,06 |
Olhão | 48 | 535 | 41.779.332 | 0,44 | 0,60 | 0,36 |
13: Fabricación de textiles | ||||||
Guimarães | 538 | 11.086 | 812.987.380 | 16,01 | 27,76 | 28,53 |
Santo Tirso | 194 | 3.819 | 264.391.134 | 5,77 | 9,56 | 9,28 |
14: Industria del vestuario | ||||||
Barcelos | 1.494 | 11.530 | 551.462.686 | 15,92 | 13,75 | 18,88 |
Fafe | 436 | 3.629 | 154.733.035 | 4,65 | 4,33 | 5,30 |
Lousada | 182 | 4.297 | 112.477.262 | 1,94 | 5,12 | 3,85 |
Paços de Ferreira | 166 | 3.875 | 130.015.521 | 1,77 | 4,62 | 4,45 |
Penafiel | 153 | 3.752 | 87.616.588 | 1,63 | 4,47 | 3,00 |
Póvoa de Lanhoso | 83 | 1.064 | 98.472.330 | 0,88 | 1,27 | 3,37 |
Santo Tirso | 327 | 3.670 | 107.179.388 | 3,48 | 4,38 | 3,67 |
Vila Nova de Famalicão | 652 | 6.777 | 244.101.932 | 6,95 | 8,08 | 8,36 |
15: Industria del cuero y de productos del cuero | ||||||
Alcanena | 96 | 1.519 | 171.345.287 | 3,12 | 3,35 | 7,32 |
Felguerias | 840 | 14.254 | 765.418.487 | 27,30 | 31,40 | 32,72 |
Oliveira de Azeméis | 524 | 5.427 | 250.401.398 | 17,03 | 11,96 | 10,70 |
16: Industrias de madera, corcho y sus productos, excepto mobiliario; fabricación de productos de cestería y espartería | ||||||
Santa Maria da Feira | 903 | 7.249 | 992.196.304 | 15,19 | 23,99 | 35,75 |
23: Fabricación de otros productos minerales no metálicos | ||||||
Alcobaça | 121 | 2.100 | 97.843.267 | 2,57 | 5,13 | 2,68 |
Oliveira do Bairro | 40 | 1.391 | 97.479.942 | 0,85 | 3,40 | 2,67 |
Porto de Mós | 124 | 1.290 | 62.593.301 | 2,63 | 3,15 | 1,71 |
25: Fabricación de productos metálicos, excepto máquinas y equipamientos | ||||||
Águeda | 288 | 3.475 | 234.598.038 | 2,28 | 4,38 | 4,44 |
Albergaria-a-Velha | 98 | 1.225 | 81.379.200 | 0,78 | 1,54 | 1,54 |
Marinha Grande | 283 | 2.864 | 260.246.457 | 2,24 | 3,61 | 4,92 |
Sever do Vouga | 75 | 1.024 | 90.511.192 | 0,59 | 1,29 | 1,71 |
Vale de Cambra | 144 | 2.140 | 219.619.059 | 1,14 | 2,70 | 4,15 |
31: Fabricación de mobiliario y colchones | ||||||
Paços de Ferreira | 832 | 5.870 | 229.594.283 | 15,62 | 19,03 | 17,85 |
Paredes | 842 | 5.891 | 230.063.623 | 15,81 | 19,10 | 17,88 |
Total de spl detectados | ||||||
Total | 9.710 | 113.192 | 6.800.969.154 | |||
Total de industria manufacturera portuguesa | ||||||
Total | 73.263 | 643.953 | 78.889.907.101 | |||
Peso relativo de los spl en el total de la industria manufacturera | ||||||
% | 13,25 | 17,58 | 8,62 |
FUENTE INE DE PORTUGAL (WWW.INE.PT)
Obviamente, la importancia relativa de los spl es mayor si descendemos a nivel local y regional (esto es, a nivel de concelho y distrito administrativo). Y también si hacemos la valoración con respecto al conjunto de la rama manufacturera del país a la que están vinculados. En este sentido, el spl detectado en Santa María da Feira, vinculado a la industria cochera, representa cerca del 24% del empleo del sector a nivel nacional, generando un volumen de negocio superior a la tercera parte de la facturación nacional de esta rama de la industria lusa. Estos porcentajes son similares a los que presentan otros spl detectados, como el de Guimarães en la rama textil o el de Felgueiras en la industria del cuero (tabla 4).
Quedaría, por último, cotejar nuestro ejercicio con el realizado por Cerejeira (2002) sobre los distritos industriales portugueses de comienzos de la década de 1990. Para ilustrar la comparación hemos elaborado la tabla 5, que reproduce aquellos spl que ya fueron detectados en el estudio de Cerejeira junto a los que hemos identificado en nuestro trabajo. En el trabajo de Cerejeira (2002) fueron detectados 16 distritos industriales (esta es la denominación que el autor dio a las aglomeraciones industriales identificadas), ubicados en los concelhos de Águeda, Alcanena, Alcobaça, Barcelos, Covilhã, Felguerias, Guimarães, Lousada, Marinha Grande, Oliveira de Azeméis, Paços de Ferreira, Santa Maria da Feira, Santo Tirso, São João de Madeira y Vila Nova de Famalicão. De ellos, todos, excepto las aglomeraciones industriales ubicadas en Covilhã y São João de Madeira, han sido identificados en nuestro estudio como spl, al cumplir todos los criterios que componen la metodología propuesta11. Además, en nuestro estudio han aparecido con respecto a comienzos de la década de 1990 hasta 11 nuevos spl, ubicados en los concelhos de Albergaria-a-Velha, Fafe, Ílhavo, Mafra, Olhão, Oliveira do Bairro, Penafiel, Porto de Mós, Povóa de Lanhoso, Sever do Vouga y Vale de Cambra. La detección de estos nuevos spl obliga a preguntarse sobre las razones de su aparición. Estas pueden tener un carácter metodológico, pues los criterios aplicados por nuestro trabajo difieren de los utilizados por Cerejeira en su estudio inicial, o deberse al reciente o incipiente desarrollo de los mismos. En este sentido, solo un estudio monográfico de cada uno de estos spl permitiría conocer en qué fase del ciclo vital se encuentra cada uno de ellos, siendo esta una información relevante para el desarrollo e impulso de estas aglomeraciones empresariales, o, en última instancia, para retrasar su declive y desaparición. Este, sin embargo, no es cometido de este trabajo, por lo que emplazamos al lector a futuros trabajos de investigación en este sentido.
tabla 5 “Distritos industriales” detectados en 1990-92 vsspl identificados en 2012
DISTRITOS INDUSTRIALES 1990-1992 | SISTEMAS PRODUCTIVOS LOCALES (SPL) 2012 |
---|---|
Águeda | Águeda |
Albergaria-a-Velha | |
Alcanena | Alcanena |
Alcobaça | Alcobaça |
Barcelos | Barcelos |
Covilhã | |
Fafe | |
Felgueiras | Felguerias |
Guimarães | Guimarães |
Ílhavo | |
Lousada | Lousada |
Mafra | |
Marinha Grande | Marinha Grande |
Olhão | |
Oliveira de Azeméis | Oliveira de Azeméis |
Oliveira do Bairro | |
Paços de Ferreira | Paços de Ferreira |
Paredes | Paredes |
Penafiel | |
Porto de Mós | |
Póvoa de Lanhoso | |
Santa Maria da Feira | Santa Maria da Feira |
Santo Tirso | Santo Tirso |
Sâo Joâo da Madeira | |
Sever do Vouga | |
Vale de Cambra | |
Vila Nova de Famalicão | Vila Nova de Famalicão |
FUENTE ELABORACIÓN PROPIA CON BASE EN CEREJEIRA (2002)
Conclusiones
A grandes rasgos, el artículo presenta dos contribuciones, en nuestro criterio. La primera de ellas es la propuesta de una metodología de identificación de spl susceptible de ser aplicada a nivel regional y/o nacional. Tal metodología ha sido construida a partir de las aportaciones de diferentes trabajos y de la inclusión de criterios adicionales, que, lejos de ceñirse a la detección física de dichas aglomeraciones empresariales, tratan de verificar los aspectos funcionales de las mismas en términos de cooperación empresarial y de internacionalización.
A pesar de conformarse por un número elevado de criterios que deben cumplirse simultáneamente para la constatación empírica del spl, la metodología sugerida se caracteriza por su carácter flexible, en tanto que es sensible a la existencia de aglomeraciones empresariales de muy diversa índole. Con ello queremos decir dos cosas: primero, que, a pesar de que en nuestro estudio tratamos de identificar spl de carácter industrial, la metodología es susceptible de ser utilizada también para la detección de otro tipo de aglomeraciones asociadas al ámbito rural, como los denominados distritos rurales y los sistemas agroalimentarios de calidad; y segundo, que también constituye una herramienta adecuada para la tipificación de spl poliespecializados, en tanto que permite detectar la especialización de una aglomeración empresarial en más de una rama de actividad o producto. En este sentido, la metodología es eficaz para la observación de cadenas de valor, esto es, de procesos de integración vertical en torno a actividades productivas y productos específicos, que se encuentren localizados en un mismo espacio físico.
En otro orden, y descendiendo al plano aplicado, en el ejercicio realizado se han detectado en Portugal 25 slt que cumplen todos los criterios que se incluyen en la metodología propuesta para la detección de spl. Se trataría, por tanto, de 25 spl en funcionamiento (dos de ellos de carácter poliespecializado), susceptibles, en nuestro criterio, de ser impulsados mediante medidas institucionales de política industrial, laboral y rural. Estos spl están especializados en al menos 8 de las 23 ramas manufactureras consideradas en la clasificación cae Rev. 3, por lo que las medidas referidas pueden constituir parte de una estrategia pública de especialización productiva de la industria portuguesa, en este caso, o de la región o país que se estudie, de forma genérica. En particular, en el caso que nos ocupa las medidas de desarrollo e institucionalización de los spl portugueses tendrían que orientarse a la industria del vestuario (donde se han localizado 6 spl en el país); a la fabricación de productos metálicos, excepto máquinas y equipamientos (5 spl); a las industrias alimentarias (3 spl); a la industria del cuero y de productos del cuero (3 spl); a la fabricación de otros productos minerales no metálicos (3 spl); a la fabricación de textiles (1 spl); a la fabricación de mobiliario y de colchones (1 spl); a las industrias de madera y del corcho y sus productos, excepto mobiliario; y a la fabricación de obras de cestería y espartería (1 spl). Recuérdese que dos de los spl identificados han sido catalogados como poliespecializados, por mostrar una especialización en más de una actividad manufacturera.
Finalmente, cabe destacar que la mayor parte de los spl detectados en Portugal se encuentran en la región Norte del país (16 de los 27, esto es, casi el 60%), situándose 9 en la región Centro (33%) y los dos restantes en Lisboa y en el Algarve, respectivamente. Esto supone una elevada concentración territorial de los spl, la cual es mayor si atendemos a la distribución de los establecimientos por concelhos dentro de cada una de estas regiones. Esta concentración de la actividad manufacturera portuguesa en pocas regiones —o, si se prefiere, de las aglomeraciones empresariales existentes en el país— es un rasgo compartido por países como España o Italia, en los que, al igual que en Portugal, los spl han tendido a localizarse en las regiones con salida al mar, expresando de esta forma la vocación internacional de este tipo de realidades socioeconómicas.
Una última reflexión merece la aplicación de la metodología propuesta al desarrollo de los entornos rurales. Y es que la ubicación de algunas de las aglomeraciones en el mundo rural permite enfrentar uno de los retos de la política actual en las sociedades occidentales, como es la fijación de la población al mismo, la cual evitaría la pérdida demográfica persistente que viene aconteciendo en dichos entornos en las últimas décadas. En este sentido, la importancia relativa de estos enclaves rurales en las diferentes actividades productivas a las que están asociados, que entendemos ha sido debidamente valorada y constatada en la metodología, aconseja su institucionalización e impulso a través de medidas de política económica diseñadas ad hoc. Existen experiencias al respecto en países como Italia que están dando buenos resultados. En nuestro criterio, ello podría redundar en una mejora de la competitividad internacional de las empresas que conforman estas aglomeraciones identificadas en el mundo rural, y consecuentemente en la generación de mayores niveles de renta y empleo en el país, que es en última instancia uno de los fines que debe regir la actuación institucional de los gobiernos nacionales y regionales en materia económica.