Sr. Editor
El diagnóstico de alergia alimentaria se basa fun damentalmente en una historia clínica detallada y exa men físico minucioso. De acuerdo al tipo de cuadro clínico del paciente, algunas pruebas clínicas y exáme nes de laboratorio son utilizados como herramientas de apoyo diagnóstico. El tratamiento depende de las características clínicas y otras variables que deben ser consideradas cuidadosamente por el médico tratante.
En base a la evidencia disponible a la fecha, las pruebas validadas para el estudio de alergias alimentarias son: prick test, IgE específicas y el test de provo cación oral1.
Múltiples pruebas no convencionales (como por ejemplo NAET, ALCAT y biorresonancia, entre otras) han sido planteadas como nuevos métodos diagnósti cos, sin embargo, carecen de plausibilidad biológica, no están estandarizadas, y su utilidad no ha sido de mostrada en estudios clínicos adecuados para este fin2. Es importante informar a los pacientes los potenciales riesgos derivados del uso de estas técnicas no valida das por la literatura, con especial énfasis en las exten sas restricciones alimentarias que se suelen indicar en base a sus resultados. Los consensos internacionales en alergia alimentaria no recomiendan estas pruebas como herramientas complementarias ni alternativas, e incluso desaconsejan su uso1.
Tomando en consideración estos precedentes, la Sociedad Chilena de Alergia e Inmunología no valida el uso de pruebas diagnósticas no convencionales en el diagnóstico de alergia alimentaria.