Debido a la quiebra de la primera empresa a cargo de los trabajos - iniciados en 2009 - el edificio se construyó entre 2007 (proyecto) y 2016 (recepción). Esta distancia de 9 años permitió cambios basados en observaciones y oportunidades que aparecieron en obra.

Imágenes intervenidas de originales de Federico Kulekdjians.
Figura 3 Mario Roberto Álvarez. Teatro San Martín. Buenos Aires, 1960.
El despeje bajo las graderías del Teatro San Martín en Buenos Aires, de Mario Roberto Álvarez, se traslada directamente a la propuesta: tanto la continuidad interior con el suelo de la vereda, convertida en antesala, como el uso de los espacios laterales como circulaciones en torno a la sala del teatro. Ambos edificios tienen una diferencia radical en su relación con la manzana; la primera llena y de fachada continua, la segunda vacía de edificios aislados. En Salamanca se logran espacios intersticiales con la introducción de una envolvente plegada que sustituye a los muros medianeros de Buenos Aires, dando forma a un edificio singular, distinto del edificio anónimo y notable que sirve de referente.
Lugar de suelos fragmentados
El proyecto fue pensado a partir de las condiciones de un sitio urbano a pie de monte en el que se emplaza un edificio de uso público que recibe a 2.000 espectadores. El terreno contaba con un precario gimnasio, vecino a una cancha de fútbol y a una antigua piscina en desuso. Estos lotes se usaban como recintos independientes y privados, con cierros opacos, fragmentando el suelo y sin continuidad de recorridos. Los tres programas llegaban con muy poca holgura a sus bordes, que quedaban como retazos abandonados.
El procedimiento de plegado de papel - para un avión u otras construcciones - recoge y ordena el plano de la hoja de carta para convertirla en un cuerpo geométrico laminar que da origen a una serie de espacios intersticiales de luz controlada. La forma resultante se toma como referente para el control de la luz del interior de la obra, que entra por reflexión entre los planos distanciados. Este distanciamiento entre los planos de cerramiento abre una serie de espacios perimetrales donde se ubican distintos programas y recorridos complementarios a la nave principal.
Suelo público
Como los tres lotes pertenecían al municipio, la eliminación de los cerramientos se entendió como una oportunidad arquitectónica. Al concurso público presentamos una propuesta de explanada deportiva conjunta en la que el cuerpo del nuevo gimnasio reemplazaba a los muros perimetrales y activaba el uso de los bordes entre terrenos con distintos programas, recorridos y accesos por sus cuatro caras.
La fachada sur enfrenta a la ciudad y en ella se propone el acceso principal, de uso eventual. En la fachada norte - que recibe luz directa - se incorporan accesos y usos cotidianos en relación al gimnasio, cafetería y oficinas administrativas. Al oriente se acompaña la vereda pública con una rampa de acceso a la gradería norte y al poniente se ubican escapes de seguridad y programas complementarios a la cancha de fútbol vecina: caseta de periodistas y camarines compartidos. La propuesta de suelo es abierta a las veredas peatonales, incorporando los lotes originalmente cerrados al recorrido y uso público.
Cielo público
El espacio bajo las gradas es difícil de resolver, tanto por un problema estructural como por su geometría difícil de usar. En la mayoría de los casos que estudiamos primaba la presencia de elementos estructurales por sobre la claridad del espacio.
Con el acceso principal al sur y sin disponibilidad de terreno anterior al edificio, el plano inclinado bajo las gradas cobra valor. Al disminuir los apoyos al mínimo y eliminar los cerramientos verticales resulta un vacío que sirve de antesala para grandes concentraciones de gente, un 'cielo público' que da sombra y protege de la lluvia. Una vez que ya estaba levantado, el municipio decidió reemplazar la antigua piscina por una explanada de 40 × 40 m, incorporando una nueva plaza al sistema peatonal urbano.
Descalce de los planos
Una luz interior controlada e indirecta permite tanto la práctica deportiva como la realización de reuniones y eventos públicos. Esta luz se logra con una envolvente superior de madera montada sobre el hormigón de las gradas, que se ordena en un juego de espacios intersticiales resultantes de planos plegados, como un avión de papel. Esta serie de planos se dispone en relación al recorrido solar y al programa, partiendo desde la arista alta del acceso principal. Así se genera la geometría facetada característica del cuerpo del edificio.
Traslado de fuerzas
El proyecto no sigue el óptimo estructural (transmitir las cargas directamente al suelo), sino que su lógica consiste en sistematizar el traslado de fuerzas por los descalces entre elementos resistentes. Esos traspasos (de la madera al metal y del metal al hormigón) llegan hasta el suelo para apoyarse en los elementos de fundación. Este desplazamiento engaña al ojo haciendo parecer que las piezas y planos constructivos flotan. Con esta estrategia estructural se consigue el despeje del suelo público y luz controlada para el interior.
Gimnasio Municipal de Salamanca
Arquitectos Carreño Sartori Arquitectos (Mario Carreño Zunino, Piera Sartori del Campo)
Colaboradore: Pamela Jarpa, Pia Mastrantonio, Claudia Wagner
Ubicación: Calle Matilde Salamanca esquina José Manuel Infante, Salamanca, Región de Coquimbo, Chile
Cliente: Ilustre Municipalidad de Salamanca
Cálculo estructural: SyS Ingenieros Consultores
Construcción: Constructora INCA Ltda. - Constructora Lohse y Villablanca ltda.
Instalación sanitaria: Roberto Pavez Mujica
Instalación eléctrica: ICG S.A.
Proyecto Paisaje: Carreño Sartori Arquitectos
Presupuesto: 38 UF/m2 - 1,504 USD/m2
Superficie construida: 3.258 m2
Año de proyecto: 2007
Año de construcción: 2009 - 2016
Fotografía: Marcos Mendizábal
Visualizaciones y maquetas: Carreño Sartori Arquitectos