Como el punto más alto de Santiago, el cerro San Cristóbal es el lugar estratégico para instalar infraestructuras de telecomunicaciones. En sus cumbres se ubican once antenas junto a una serie de construcciones menores que permiten decodificar su contenido. Estos pequeños contenedores son la cara visible de las ondas invisibles. La coexistencia de estas infraestructuras con la condición pública y geográfica del cerro ha llevado a las autoridades del parque a buscar en los nuevos proyectos una relación - antes descuidada - entre imagen arquitectónica y funcionalidad técnica. Existe así la oportunidad de repensar la condición de ‘cajas negras’ de estas construcciones, para que dejen de ser una externalidad negativa escondida del público.
CTI
El primer proyecto fue la remodelación y reacondicionamiento de una antigua central de transmisiones en la cumbre del cerro. Se nos pidió ampliar un segundo piso para equipos de transmisión de la señal digital de un nuevo canal de televisión. El presupuesto fue casi enteramente destinado al equipamiento técnico y la estructura soportante, en una relación de 1,5 t/m2.
Dada la robusta estructura propusimos una fachada en base a elementos de hormigón prefabricados, de bajo presupuesto, y cuyo uso habitual es como suelo de estacionamientos en jardines. Un detalle simple permitió poner los bloques en vertical para envolver la totalidad del volumen.
La piel de bloques de hormigón absorbe la arquitectura existente y la nueva, además de dar seguridad a las máquinas, ventilar los generadores y equipos de clima y cerrar espacios herméticos para maquinaria digital frágil. La escala ambigua que le otorgan los bloques al conjunto sólo se interrumpe por puertas de gran tamaño para subir y bajar equipos.
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Si bien se ubica a menos de 100 metros de la otra, la segunda central se emplaza en una condición muy distinta. Por razones de seguridad es un sitio cerrado donde conviven elementos diversos: una antena, una piscina de acumulación de agua para regadío, mucha vegetación y varias construcciones dispersas.
Aquí se nos pidió diseñar una nueva construcción y remodelar lo demás. Dada la heterogeneidad de elementos, el proyecto no intenta sumar algo sino de integrarse a las condiciones naturales y técnicas. Los programas se organizan en una barra al fondo del sitio, materializada con mallas de acero y hormigón con tinte verde, similar al color de la piscina y los árboles. Las construcciones existentes se pintan de negro. Además, proponemos un pequeño paseo mirador elevado que permite contemplar de manera segura el estanque, la antena y el nuevo volumen, generando una instancia intermedia, hoy inexistente, entre la calle pública y la infraestructura inaccesible.
Central de transmisiones I
Arquitectos: UMWELT (Arturo Scheidegger & Ignacio Garcia Partarrieu)
Arquitecto asociado: Juan Manuel Sepúlveda
Ubicación: Parque Metropolitano, cerro San Cristóbal, Santiago, Chile
Cliente: Copesa, Parque Metropolitano
Ingeniería estructural: Osvaldo Peñaloza
Construcción: Milano
Instalación eléctrica: Efraín García
Materiales: Estructuras de acero galvanizado, bloques prefabricados de hormigón (Adocesped)
Materialidad de terminaciones: Panel de poliuretano
Superficie construida: 190 m2
Año de proyecto: 2013
Año de construcción: 2014
Fotografías: Felipe Fontecilla
Visualizaciones: UMWELT
Central de transmisiones II
Arquitectos: UMWELT (Arturo Scheidegger & Ignacio Garcia Partarrieu)
Arquitecto asociado: Juan Manuel Sepúlveda
Ubicación: Parque Metropolitano, cerro San Cristóbal, Santiago, Chile
Cliente: Torcón
Ingeniería estructural: Osvaldo Peñaloza
Instalación eléctrica: Efraín García
Materiales: Hormigón Armado teñido, parrillas de acero galvanizado
Superficie construida: 200 m2
Año de proyecto: 2015
Visualizaciones: UMWELT