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Revista chilena de nutrición
versión On-line ISSN 0717-7518
Rev. chil. nutr. vol.43 no.4 Santiago dic. 2016
http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182016000400015
ENSAYO
Consejeria en alimentación, actividad fÍsica y tabaco. Instrumento fundamental en la practica profesional
Counseling in feeding, physical activity and tobacco. Basic instrument in professional practice
Judith Salinas C. (1) Sergio Bello S. (1,2) Haydee Chamorro R. (2) Carmen Gloria Gonzalez G. (1)
(1) Instituto de Nutricion y Tecnologia de los Alimentos INTA, Universidad de Chile, Santiago, Chile.
(2) Instituto Nacional del Tórax, Santiago, Chile.
Dirigir la correspondencia a: Profesora Judith Salinas, Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Universidad de Chile. El Líbano 5524, Casilla 138, Correo 11. Santiago, Chile. Fax: 56-2 2214030 e-mail: jsalinas@inta.uchile.cl
ABSTRACT
The aim of this article was to present an update of the theorical and methodological foundations of counseling and evidence of their effectiveness, relating to the practice of health teams and analyzing future challenges. It is described, the theorical basis, the policy directions of the Chilean Ministry of Health, the international recommended strategies and the contributions of the participants in a training program conducted by INTA with 312 professionals (nutritionists, physiotherapists and dentists mostly). The analysis of the conditions in the Primary Health Care, to implement systematically nutrition, physical activity and tobacco counseling is presented. The need to improve the practice and its contribution to a preventive approach to serious problems of physical inactivity, obesity and smoking in the Chilean population is discussed.
Key words: counseling in feeding, physical activity, tobacco, stages of change, motivational interviewing, 5A and 5R strategy.
RESUMEN
El objetivo de este artículo es presentar una actualización de los fundamentos teóricos y metodológicos de la consejería y la evidencia sobre su eficacia, relacionándola con la práctica de los equipos de salud y analizando los desafíos futuros. Se describen las bases teóricas, las orientaciones de política del Ministerio de Salud de Chile, las estrategias recomendadas a nivel internacional y los aportes de los participantes de un programa de capacitación realizado por el INTA con 312 profesionales (nutricionistas, kinesiólogos y odontólogos en su mayoría). Se presenta el análisis de las condiciones en la Atención Primaria de Salud para implementar la consejería en alimentación, actividad física y tabaco en forma sistemática. Se discute la necesidad de adoptar medidas para el mejoramiento de la práctica y su contribución a un abordaje preventivo de los graves problemas de sedentarismo, obesidad y tabaquismo en la población chilena.
Palabras clave: consejería en alimentación, actividad física, tabaco, etapas de cambio, entrevista motivacional, estrategia 5A y 5R
INTRODUCCION
Los rápidos cambios epidemiológicos y nutricionales de los últimos años han significado que las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) han pasado a constituir la principal causa de enfermedad y muerte en Chile y en el mundo. Un grupo importante de estas enfermedades dependen de la alimentación, de la actividad física y del consumo de tabaco, junto a determinantes sociales de la salud, (1).
Una de las estrategias recomendada para el abordaje de esta problemática es la consejería. Existe consenso sobre la eficacia de la consejería efectuada por profesionales de salud, cuando se realiza en forma sistemática y bajo ciertos criterios de calidad, entre los cuales está el uso de adecuadas metodologías de comunicación interpersonal, (2).
Ante la necesidad de desarrollar competencias y habilidades del personal de salud, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, ha impartido programas de formación para equipos de Atención Primaria de Salud (APS) (3), en consejería de alimentación, actividad física y tabaco, orientada a apoyar la adquisición de estilos de vida saludable y contribuir a la disminución de los problemas de sobrepeso, obesidad y tabaquismo. En el período académico 2014 - 2015 se realizan 12 cursos a 312 profesionales de diferentes regiones del país, con un promedio de 26 estudiantes por curso: 60% nutricionistas, kinesiólogos y odontólogos, y el 40% restante de otras profesiones (cuadro 1).
Consejería en Alimentación, Actividad Física y Tabaco. Participantes de cursos de
perfeccionamiento según profesión. INTA Universidad de Chile 2014-2015.
El proceso de aprendizaje es teórico-práctico, de carácter presencial con metodología participativa e interactiva, casos de estudio, juego de roles y videos de intervenciones de comunicación centrada en la persona. En el inicio de cada programa, los estudiantes analizan la experiencia práctica de consejería realizada durante el último año previo al curso. Posteriormente, una vez finalizada la capacitación identifican las oportunidades que tiene la APS para una práctica sistemática y efectiva, planteando recomendaciones.
El objetivo de este artículo fue actualizar los fundamentos de la consejería, su evidencia y las metodologías de implementación, relacionándolo con las políticas y la práctica observada en los equipos de salud.
La consejería en las políticas de salud Durante el año 2003 el INTA, en convenio con el MINSAL, elaboró Guías y Manuales para realizar Consejería en Vida Sana en el marco del Plan Nacional de Promoción de Salud (4,5). Estos materiales educativos se distribuyeron a todos los Servicios de Salud y establecimientos de APS con la recomendación de su uso, quedando la formación de los equipos y apoyo para su implementación a iniciativa local, (6,7).
El Ministerio de Salud (MINSAL) ha incluido la recomendación de realizar consejería en diferentes programas de salud, en especial de salud cardiovascular, de la mujer y del adulto mayor (8-12). A partir del 2006 los distintos tipos de consejería, son parte del sistema de registro de actividades mensuales que debe realizar el personal de salud (Resúmenes Estadísticos Mensuales-REM); el que incluye consejerías de promoción de salud, prevención de algunas enfermedades y de apoyo a tratamientos (13). Los fundamentos de la consejería están planteados en las Orientaciones del Modelo de Salud Familiar (14) y en la Programación anual de la Red Asistencial (15). Es un factor de certificación de los Centros de Salud Familiar (16), con la recomendación de realizar consejería con adolescentes, mujeres, adultos y adultos mayores, en actividad física, tabaquismo y alimentación saludable. Sin embargo, ninguno de estas orientaciones se acompaña de protocolos que permitan una implementación de calidad a nivel país.
El Examen de Medicina Preventiva del Adulto (EMPA) anual, es la única prestación de salud garantizada a toda la población beneficiaria del sistema de salud público y privado que considera la consejería breve en tabaco para embarazadas y población mayor de 15 años, (17,18). Esta inclusión de la consejería en la política de garantías explicitas en salud, es una señal de su valoración en las actividades de salud, pero ha contado con una baja cobertura desde su creación el año 2005.
El MINSAL reconoce la importancia de las consejerías incentivando su uso y requiriendo el registro del número de consejerías que realizan los profesionales de salud en los establecimientos del sistema público. Sin embargo, se carece de un consenso técnico entre los programas, de aplicaciones o medidas y de un sistema de formación o incentivos al desarrollo de competencias.
Definición de Consejería en Salud
Es una atención sistemática, basada en la comunicación efectiva, que reconoce en el usuario el papel de protagonista de la adopción de conductas saludables y autocuidado, actuando el profesional como facilitador del proceso de toma de conciencia, decisión y actuación de la persona. Es una intervención comportamental con enfoque psicosocial, que se puede realizar en distintas modalidades (individual/grupal, breve/integral). El consejo breve es la actividad que se realiza dentro de cualquier atención de salud, con una duración de 3 a 5 minutos; y el consejo integral o intensivo es una atención programada de 15 a 20 minutos por cuatro o más sesiones realizadas por un profesional de la salud.
El concepto de consejería en vida sana por lo general se refiere al apoyo para la adopción de conductas saludables en alimentación y actividad física, especialmente consumo diario de frutas y verduras y actividad física regular a la semana, en coherencia con las Guías Alimentarias y de Actividad Física para la población chilena (19-21).
En cambio la consejería en tabaco, incentiva el desarrollo de capacidades para dejar de fumar y mantención de ambientes libres del humo de tabaco, (22).
La guía para el REM define la consejería como una "relación de ayuda, entrega de información y educación que puede realizarse en una o más sesiones, que se desarrolla en un espacio de confidencialidad, escucha activa, acogida y diálogo abierto. Considera las necesidades y problemáticas particulares de cada persona y tiene como objetivo promover y fortalecer el desarrollo de las potencialidades, de manera que la persona descubra y ponga en práctica sus recursos, tome decisiones en la consecución de su estado de bienestar integral. Está dirigida a la población general y debe realizarse con enfoque de derechos, género y no discriminación, con pertinencia cultural y centrada en las necesidades de la persona" (13).
BASES TEORICAS DE LA CONSEJERIA
Diversas teorías describen el proceso que recorre una persona desde que reconoce la necesidad de un cambio hasta que lo consolida. Se sabe que para que las personas cambien sus conductas el conocimiento no es suficiente; se deben considerar las motivaciones, percepciones, habilidades y condiciones sociales.
La Teoría de Aprendizaje Social o Teoría Social Cognitiva y las teorías de Organización Comunitaria y Ecológica junto a diferentes modelos (Creencias en Salud, Precede/Procede y Procesamiento de la Información por el Consumidor); han contribuido al desarrollo conceptual de la Consejería con propuestas operativas (2,23,24).
Esta base teórica y metodológica ha mostrado su utilidad, mediante estudios de evidencias, especialmente en el ámbito de tabaco, contribuyendo a su aplicación más reciente en alimentación, actividad física y otros componentes de estilos de vida. Han logrado resultados satisfactorios, cuando la consejería se realiza en forma sistemática y los profesionales cuentan con habilidades básicas para su desempeño (25). Actualmente, las aplicaciones más desarrolladas y recomendadas con un uso complementario son el Modelo de Etapas de Cambio (MEC), la Entrevista Motivacional (EM) y la Estrategia de las 5A y 5R, las que a continuación se describen.
Modelo de las Etapas de Cambio
El MEC o Modelo Transteórico de la Etapas Cambio (26) plantea que las personas que logran cambios intencionales de sus conductas habituales, lo hacen a través de un proceso dinámico integrado por etapas, cada una de ellas con características propias más o menos marcadas.
Es un modelo global, aplicable a diversas conductas adictivas y de auto cuidado. Da cuenta de los procesos de cambio identificando los diferentes niveles de predisposición (etapas de cambio) que puede mostrar una persona cuando se plantea modificar su conducta problema. Estas etapas son: precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantención; las que se describen en el cuadro 1. En las etapas de acción y mantención pueden ocurrir recaídas, es decir el individuo vuelve a la conducta no deseada. Al iniciar un cambio difícil, la recaída suele ser la regla por lo que, lejos de tomarlo como un fracaso, debe ser interpretado como parte del proceso de cambio, sirven como oportunidades de aprendizaje y es el camino hacia la mantención.
Modelo de las Etapas de Cambio.
El paso por estas etapas no es lineal, puede haber avances y retrocesos e incluso saltarse etapas. El rol del profesional de la salud es ayudar a la persona, sin presionar, a moverse de una etapa a otra, avanzando de acuerdo a la situación particular de cada uno.
Entrevista motivacional
La EM es un tipo de intervención clínica centrada en la persona, que ayuda a explorar y resolver ambivalencias sobre una conducta, para promover cambios hacia estilos de vida más saludables. (27-29)
La ambivalencia es la percepción de querer y no querer generar el cambio al mismo tiempo o querer cosas incompatibles al mismo tiempo. Es una fase natural en el proceso de cambio y se considera un aspecto normal de la naturaleza humana, no patológico. La ambivalencia es una cuestión clave a resolver para que se produzca el cambio en las personas.
La EM se aplica especialmente cuando las personas no están dispuestas a hacer un intento por cambiar. Esto puede ser porque: carecen de información acerca de los daños de su conducta o de los beneficios del cambio, tienen algunos miedos o preocupaciones acerca del cambio o están desmoralizados por fracasos previos. La EM intenta ayudar a la persona a desarrollar sus propias habilidades, con vista a estimular el cambio de conducta. Sus componentes son:
• Colaboración: sujeto y consejero trabajan en conjunto. Ambos son "expertos" y se respetan. Al crear una atmósfera positiva, favorece el cambio.
• Evocación: consiste en extraer ideas y soluciones de las personas, después se analiza los caminos que la persona podría elegir.
• Autonomía: la persona es el responsable último en elegir el camino. Esto es desafiante para los profesionales de salud, ya que implica no forzar el cambio.
El objetivo central de la EM es aumentar la motivación intrínseca de la persona, de manera que el cambio surja desde dentro, más que se imponga desde fuera. Para conseguir estos objetivos, utiliza cuatro herramientas: expresar empatía, desarrollar la discrepancia, trabajar la resistencia y apoyar la autoeficacia; cuadro 2.
Herramientas de la entrevista motivacional aplicadas a la Consejería de Alimentación,
Actividad Física y Tabaco.
La EM es una herramienta útil para cambiar conductas de riesgo, con una filosofía centrada en el potencial de cambio de la persona; es tarea del consejero liberar ese potencial para facilitar el proceso de cambio. No juzga y tiene la actitud de ayudar a las personas a ser más abiertos sobre sus pros y contras, focalizándose en la etapa que está casa uno. Se debe dejar de lado la presunción de que el consejero ha fallado si las personas no toman decisiones de cambio en cada atención.
Estrategia de las 5A y 5R
Basados en el MEC y la EM se han formulado estrategias de apoyo práctico a personas en proceso de cambio de conductas. La más utilizada es la estrategia de las 5A y las 5R; recomendada por la OMS y las principales guías clínicas de tabaco a nivel internacional (22, 30). Si esta estrategia se realiza en forma sistemática, se logra que muchos fumadores se motiven y concreticen intentos por dejar de fumar; estrategias incorporadas últimamente en el manejo de la obesidad.
La estrategia de las 5A se denomina así por la inicial de los 5 pasos que la constituyen: Averiguar, Aconsejar, Acordar, Ayudar y Acompañar. A su vez, las 5R corresponden a la inicial de sus 5 componentes: Riesgos, Relevancia, Recompensas, Resistencias y Repetición, (cuadro 3).
Estrategia de las 5A y 5R en la Consejería de Alimentación, Actividad Física y Tabaco.
Las 5A consisten básicamente en estimular y promover la intención de cambio y ayudar a aquellos ya motivados en dejar el tabaco o cambiar sus conductas de alimentación y actividad física. Las 5R son para aumentar la motivación de personas que no están listas para tomar la decisión de cambio Con fines operacionales, algunos autores han realizado adaptaciones de esta metodología para tabaco, entre las cuales la estrategia ABC es recomendada por los ministerios de salud de Nueva Zelandia, Uruguay y Chile (9). ABC corresponde a: Averiguar, Breve consejo, Cesación; otras variaciones son: AAA (Averiguar, Aconsejar, Actuar); o bien AAR (Averiguar, Aconsejar, Referir).
El uso combinado del MEC, de la EM y la estrategia de las 5A y 5R, constituye hoy día una guía práctica para efectuar consejería en tabaco, alimentación saludable y actividad física y también para la consejería nutricional realizada con fines de tratamiento en personas con sobrepeso y obesidad.
CONSEJERIA Y EVIDENCIA
La evidencia científica en consejería es abundante, especialmente en tabaco, siendo fuertemente recomendada su implementación. Si bien existen menos evidencias en alimentación y actividad física, hay razones suficientes para su recomendación en función de la existencia de contenidos definidos y repetibles que disminuyen la variabilidad de su aplicación y del efecto logrado en diferentes experiencias evaluadas (31,32).
En la planificación de toda consejería, es preciso tener en cuenta el contexto y la aplicabilidad en diferentes escenarios, así como quienes la desempeñan y los resultados esperados.
Consejería en tabaco
La literatura muestra que la consejería breve incrementa la abstinencia evaluada a seis meses, de 2.1% a 5.1% (33). La consejería integral aumenta la cesación en 6,1% frente al consejo breve. Además, el tiempo total de contacto número de sesiones y duración incrementa la cesación en 17.4% hasta los 300 minutos, sin beneficio adicional después de este tiempo; el número de sesiones incrementa la cesación hasta en 12.3%.
La consejería en tabaco realizada por médicos, enfermeras y dentistas tiene mayor efectividad que la realizada por otros profesionales. El consejo breve de un médico de APS durante una consulta de rutina aumenta en forma efectiva el número de fumadores que dejan de fumar por lo menos por 6 meses. (34).
La consejería realizada por enfermeras es efectiva. En una revisión con más de 17.000 fumadores, la intervención de enfermeras aumentó la probabilidad de cesación (35). La consejería realizada por dentistas a fumadores, aumenta las tasas de abstinencia a 6 meses o más. En una revisión de 14 ensayos clínicos con más de 10.500 participantes, se encontró un OR de 1.71, IC 95% 1.44 a 2.03 (36).
Respecto del formato de la consejería en tabaco, se puede realizar en forma presencial (cara a cara), individual o grupal, y por teléfono e internet. La consejería grupal no tendría diferencias con la consejería individual, aunque se sugiere que sería más costo-efectiva (30).
El consejo telefónico reactivo (una única llamada) no ha mostrado beneficios, pero la consejería telefónica proactiva (con seguimiento) es efectiva. Agregar consejería telefónica a la consejería cara a cara tiene mayor eficacia que esta última sola. Hay evidencias de una relación dosis-respuesta en cuanto al número de llamadas y tasas de cesación, lográndose los mejores resultados entre 3 y 6 llamadas (37).
Las intervenciones por internet tienen un beneficio menor que las intervenciones personalizadas OR 1.3 IC95% 1.2-1.3. Sin embargo los resultados no son consistentes (38).
La consejería para la cesación del tabaquismo tiene una amplia difusión en la literatura médica. Es eficaz y las guías clínicas recomiendan utilizarla frente a todos los fumadores, la que puede ser realizado por distintos profesionales de la salud. La consejería integral se puede ofrecer en forma individual, grupal o telefónica de manera proactiva.
Si bien hay menos estudios sobre la eficacia de la consejería para mantener ambientes libres del humo de tabaco se recomienda su uso por los beneficios en disminuir los riesgos del fumar pasivo, en especial en grupos que requieren mayor protección ambiental, adultos mayores, niños y embarazadas. (39). El consejo en tabaco aumenta aún más su efectividad, cuando es complementada con medidas estructurales, como son el aumento de los impuestos, la regulación de la publicidad y prohibición de venta a menores, entre otros aspectos contenidos en la legislación del tabaco.
Consejería en actividad física
El análisis de evidencias muestra que los programas individuales de consejería para incentivar la actividad física en adultos son recomendados, con evidencia suficiente para incentivar la práctica de la actividad física asociada a la vida cotidiana de las personas (caminar, bailar, evitar uso de ascensores, andar en bicicleta).
La evidencia sugiere que el ejercicio prescrito por el médico tratante u otro profesional de salud, aumentaría la tasa de inicio así como la adherencia a este cambio en el estilo de vida (40-42).
Para niños y adolescentes menores de 18 años, las intervenciones más efectivas se desarrollan en el ámbito escolar, con colaboración de la familia; la consejería que se realiza en forma aislada no logra un aumento significativo de la actividad física. El consejo en personas sanas aumenta la actividad física a corto plazo (4 a 6 meses), pero son menos los estudios que lo demuestran a largo plazo, (24).
Consejería alimentación
Es más limitada, puede producir pequeños a moderados cambios en el consumo promedio diario de frutas y verduras, y de grasas saturadas. Existe recomendación de evidencia para el uso de consejería integral en la prevención de las ECNT con grupos de población seleccionados; en cambio para la población general la evidencia es insuficiente (43, 44).
Otras investigaciones muestran un efecto favorable de esta consejería en grupos con factores de riesgo (45-47); hallazgos que sugieren el desarrollo de nuevos estudios, ampliando las poblaciones estudiadas.
La consejería en actividad física y alimentación, aun cuando no cuenta con una evidencia fuertemente recomendada sobre su eficacia en población general, se recomienda por los beneficios en la reducción del riesgo y las mejoras en la calidad de vida relacionada con la salud. En grupos de riesgo, cuando son realizadas por nutricionistas, profesores de educación física y kinesiólogos tienen mayor efectividad que la realizada por otros profesionales.
Para lograr mayor efectividad y eficacia, estas intervenciones conductuales requieren ser multidisciplinarias, complementarse con medidas estructurales y una acción intersectorial sostenida, como: la obligatoriedad y aumento de horas de actividad física en los colegios, restricciones a la publicidad y venta de alimentos no saludables, acceso a frutas y verduras, oferta de preparaciones saludables, pausas activas en el ambiente laboral, disponibilidad de ciclovías, parques y otros medios para la práctica de la actividad física.
La investigación señala que intervenciones poblacionales con multiestrategias continuas en el tiempo (consejería, educación, comunicación, participación social y política pública), presentan mejores resultados que intervenciones separadas o aisladas.
LA PRÁCTICA DE LOS PROFESIONALES DE LA APS
Se presentan aspectos relativos a la experiencia observada en los participantes de los programas de capacitación del INTA (cuadro 1). El 85% señala tener experiencia en consejería, reconociéndola como una actividad regular de sus funciones durante el último año de trabajo, en general registrada e informada y que le destinan un tiempo importante de su jornada laboral. Sin embargo, se trata de una atención individual realizada con diferentes enfoques, sin evaluación ni retroalimentación a su práctica.
Las consejerías que realizan con mayor frecuencia son en alimentación saludable y actividad física, alcohol y drogas, lactancia materna, tabaco, salud mental, salud oral, salud sexual y en VIH.
Un tercio de los profesionales realiza consejo breve en los controles de salud y en los Programas de Salud Cardiovascular, de la Mujer y del Adulto Mayor; predominando en ellos una transmisión de mensajes de la vida saludable, sin continuidad o refuerzo en controles siguientes. Otros refieren realizar la consejería para aumentar la adherencia de los usuarios o mejorar la calidad de atención. Les preocupa no tener criterios estandarizados de aplicación y la exigencia de cantidad sobre calidad, su motivación para aprender radica en el interés de tener mayores logros y satisfacciones.
Reconocen poseer condiciones personales para realizar consejería, mencionando con mayor frecuencia: a) Empatía y motivación. b) Capacidad de escucha, paciencia y flexibilidad. c) Habilidades comunicacionales, buen trato, experiencia en educación y conocimiento de su realidad. Se observa coincidencia en la percepción de las dificultades que enfrentan para realizar consejería, siendo mayormente: a) Falta de tiempo protegido. b) Falta de interés de los usuarios, inasistencia, vulnerabilidad social. c) Frustración por no lograr cambios de conducta y escaso conocimientos y herramientas de apoyo para realizar la consejería.
Las condiciones laborales para realizar consejería, varían entre los establecimientos de salud según el enfoque de atención, los recursos disponibles y la iniciativa de los liderazgos locales. El cuadro 4, muestra la percepción de obstáculos y facilitadores para realizar consejería en la APS.
Obstáculos y facilitadores para realizar Consejería en la APS percibidos por profesionales de salud.
Al término de la capacitación los participantes realizan un análisis de oportunidades para realizar una consejería de mayor calidad y efectividad (cuadro 5). Destacan el potencial de nuevos programas, la certificación en la implementación del modelo de salud familiar en los Centros de Salud Familiar, y la posibilidad de incorporar la consejería en la programación anual de actividades de salud municipal, con metas más realistas conforme a la evidencia. Para el mejoramiento de la consejería plantean la necesidad de elaborar protocolos de atención individual y grupal, con orientaciones para mejorar el flujo de atención.
Oportunidades y recomendaciones para la Consejería en la APS.
Existe unanimidad en reconocer la actividad de consejería como una herramienta fundamental en la práctica de salud, que todo profesional y técnico que atiende personas debiera poseer.
DISCUSION
La integración de actividades preventivas ha sido asumida tanto por las instituciones prestadoras de salud, como por profesionales. Sin embargo, en la consejería, se da una paradoja, ya que se encuentra recomendada en las políticas y programas, con escaso acompañamiento para su implemen-tación, observando una brecha entre la teoría y la práctica.
Hay quienes justifican este actuar por una menor evidencia científica, sin reconocer que la existente es suficiente y que además de los resultados de investigaciones científicas de alta calidad, se cuenta con evidencia sobre los efectos de las intervenciones y su mayor relevancia en función del perfil epidemiológico del país, caracterizado por alta prevalencia de obesidad, tabaquismo y ECNT. Otra corriente de influencia es la subvaloración de las intervenciones psicosociales ante las acciones de política estructural apoyadas en el enfoque de determinantes sociales de la salud, desconociendo la necesaria complementariedad de las disciplinas (48). No tomar acciones para el mejoramiento de esta actividad de salud, ha de justificarse solo desde criterios políticos y organizativos, pero no en niveles de evidencia insuficiente.
Los profesionales de la salud realizan consejería en forma cotidiana, la que frecuentemente no logra sus objetivos. Otro factor que influye, es la falta de formación en consejería en un contexto que valora mayormente la formación clínica en desmedro de la prevención y promoción de salud. La experien-cia que reportan los equipos de salud, analizada con nuevos conocimientos, abre un potencial de desarrollo para la APS.
Si bien existe evidencia sobre los mejores resultados alcanzados por algunos profesionales en la consejería de alimentación, actividad física y tabaco, la realidad del país en términos de disponibilidad de recursos humanos en salud y nutrición, permite plantear que cualquier profesional entrenado puede realizar una actividad de consejería de calidad que aporte a las metas de salud.
En nuestra experiencia, los profesionales más interesados en la formación en consejería han sido nutricionistas, kinesiólogos y odontólogos, con escasa demanda por parte de los médicos. Esta realidad da cuenta que los contenidos curriculares del pregrado en educación médica, no incorporan el desarrollo de estas habilidades. Recientemente, la Asociación Americana del Corazón, ha emitido un consenso científico para el desarrollo de competencias en consejería en estilos de vida, como práctica esencial en la formación médica para la prevención y tratamiento de los ECNT (49).
El INTA ha extendido esta formación a técnicos, obteniendo resultados muy satisfactorios en términos de cobertura y rendimiento académico (3).
CONCLUSIÓN
Esta actualización teórica y metodológica de la consejería, con propuestas para el mejoramiento de la práctica de los profesionales de salud y nutrición, puede aportar a establecer un consenso técnico y adoptar medidas concretas que permitan fortalecer una política pública para el alarmante aumento de la obesidad y de las ECNT en el país.
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Este trabajo fue recibido el 22 de Julio de 2016 y aceptado para ser publicado el 10 de Noviembre de 2016.