INTRODUCCIÓN
Durante 2019 y 2017 se realizó la publicación de la segunda edición de Terminologia Anatomica y Terminologia Embryologica respectivamente, disponible en el sitio web de la Federative International Programme for Anatomical Terminology (FIPAT). Si bien se mantienen las agrupaciones clásicas por sistemas, en esta versión de Terminologia Embryologica se creó un listado que incluyó tanto nuevos términos del ámbito del desarrollo normal, como anomalías congénitas y variaciones del crecimiento. Para ambos escritos, el listado de los términos ya no cuenta con un código sino con una numeración seriada y el término oficial sigue siendo escrito en latín, con sus equivalentes en idioma inglés según habla inglesa o norteamericana, sumando a su vez sinónimos encontrados tanto en términos latinos como ingleses, permitiendo de esta forma una traducción facilitada hacia el idioma vernáculo que sea requerido (FIPAT, 2017). Por ahora, Terminologia Histologica mantiene un código para cada estructura, con su nominación en latín y su equivalente en inglés.
Para el caso del esmalte dental, estructura cuya principal característica es ser el tejido más duro del cuerpo humano, es considerado en Terminologia ya que puede ser observado de forma macroscópica como la capa más externa del diente; microscópica, siendo una estructura de contenido mayormente inorgánico con incapacidad de ser regenerada; y también desde el punto de vista de su formación, siendo la amelogénesis un interesante capítulo de la formación dental.
En este contexto, si bien la Terminología Odontológica (TO) y Orobiológica (TOrobiol) están aún en desarrollo y con publicación pendiente, es significativo continuar avanzando en la precisión de los términos empleados, unificando conceptos en un lenguaje morfológico universal. Como señalaron Algieri et al. (2013), la uniformidad y corrección de este lenguaje, facilita el proceso de aprendizaje, permitiendo un mejor desarrollo en el ámbito académico y clínico, pero también siendo una valiosa herramienta para la investigación.
El objetivo de este trabajo fue analizar la etimología de los términos relacionados al esmalte dental presentes en Terminologia Anatomica, Histologica y Embryologica, contribuyendo con propuestas de su denominación en latín y su traducción al español.
MATERIAL Y MÉTODO
Primero fueron seleccionados los términos anatómicos, histológicos y embriológicos relacionados a la palabra esmalte en Terminologia Anatomica (TA), Histologica (TH) y Embryologica (TE) (Tabla I). Luego fue consultado el Diccionario de Términos Médicos de la Real Academia de Medicina, para conocer la definición de estos términos y posibles derivados, raíz u origen (Tabla II). Los resultados obtenidos fueron buscados en diccionarios de latín (Sopena y Lewis & Short), siendo consultados, además, diccionarios etimológicos del inglés, lenguas romances y germánico, buscando la etimología de las raíces encontradas (Tablas III y IV).
Tabla III Resultados de la búsqueda de términos relacionados a esmalte (enamel, amelo, adamantino y esmalte) en Diccionarios de latín-español y latín-inglés.

RESULTADOS
De la búsqueda en Terminologia Anatomica, Histologica y Embryologica fue hallado solo 1 término en TA, 19 términos en TH y 24 en TE. Todos ellos presentan la palabra esmalte, en el término en latín y/o en su traducción al inglés. Se incluyó el término “estrato intermedio”, por ser parte del capítulo esmalte y encontrarse directamente relacionado a él.
De esta tabla resumen, podemos observar que existen términos repetidos dentro de TH: Linea incrementalis enamelea (H3.04.01.0.02023; H3.04.01.0.02059); Enameloblastus, Ameloblastus (H3.04.01.0.02012; H3.04.01.0.05012); Junctio dentinoenameli (H3.04.01.0.02022) y Junctio dentinoenamelea (H3.04.01.0.02103). Además, existen 3 raíces asociadas a los términos de esmalte dental: enamel, amelo y adamantino, especialmente en TE y TH.
La consulta en el Diccionario de Términos Médicos de la Real Academia de Medicina, detallada en la Tabla II, demuestra que si bien los términos adamantino y esmalte, tienen diferentes orígenes, se encuentran estrechamente relacionados debido a las características de dureza y resistencia que muestra el esmalte dental.
Posteriormente y teniendo en cuenta el origen grecolatino de adamantino, se realizó la búsqueda en dos diccionarios de latín (Tabla III). Se incluyó uno en idioma inglés, para eliminar posibles sesgos de idioma en las definiciones. Cabe destacar que enamelum, ameloblastus o enameloblastus, son términos latinizados que se encuentran indexados en terminología, y su búsqueda en diccionarios de latín no arroja resultados.
Con los resultados expuestos en la Tabla III, se puede entender la relación directa del esmalte dental, con la palabra de origen greco-latino ădămas y su adjetivo ădămantĭnus, debido a la característica resistencia, dureza e inflexibilidad de este tejido. Estas características también tienen un componente mitológico, ya que, como señala Robin Hard en el Gran Libro de la Mitología Griega, Gea, Diosa griega, crea una hoz de un material mítico de extrema dureza llamado Adamantio, con la finalidad de matar al Dios Urano.
La búsqueda del término esmalte desde el español al latín, sin embargo, genera mayor controversia, ya que no existe una relación aparente entre una forma de pintura, tinta o quemadura, con el esmalte dental o alguna de sus características. En la búsqueda etimológica, detallada en la Tabla IV, se utilizó la palabra en inglés enamel, para encontrar su relación no grecolatina del término, tal como refiere el origen de la palabra indicado en el Diccionario de Términos Médicos de la Real Academia Nacional de Medicina.
De los resultados expuestos en la Tabla IV, se observa la relación desde el Anglo-Normando y Alto Germánico Antiguo, hacia “melt”, de derretir, fundir y su forma más cercana al esmalte mismo “smalt”. Ameloblasto o su raíz, no registra en los diccionarios etimológicos consultados, más el término pudo ser rastreado hasta su acuñamiento en 1882 por William H. Eames (Diccionario Etimológico de la Universidad de Salamanca).
DISCUSIÓN
La elección de los términos anatómicos utilizados para comunicarnos universalmente debe ser actualmente acorde a los lineamientos dados por la FIPAT, siendo uno de los más relevantes el que los nombres de las estructuras deban tener un valor informativo y lo más descriptivo posible; suprimir los epónimos y homónimos y que los nombres de las estructuras derivadas de un término tengan congruencia y armonía entre sí en su denominación (Vásquez & del Sol, 2015). Se sugiere, además, que en lo posible las estructuras sean denominadas con un solo término, que el idioma oficial empleado sea el latín y que la descripción del elemento sea fiel a los principios de geometría y forma de la estructura señalada.
Con los resultados antes expuestos, y la incierta asociación entre el smalt germánico, el enamayller fránces y enamel inglés, consideramos que esta estructura anatómica ha sido nombrada de tal forma por sus características estéticas, de especial translucidez y belleza, tal como si fuera una capa de vidrio fundido que recubre nuestros dientes. Esta posición se contrapone a la adoptada por los griegos y romanos, quienes consideraron a esta capa externa con una resistencia tal que la llamaron adamantio, mineral mitológico de extrema dureza.
Si bien ambas miradas de esta misma estructura tienen igual validez, debemos considerar el uso académico y científico de sus denominaciones. Una búsqueda inicial en el metabuscador PubMed, muestra que “enamel” cuenta con más de 19.000 menciones en artículos científicos, versus “ameloblast” y “amelogénesis”, los cuales entre ambos solo tienen poco más de 2.600 publicaciones a la fecha. Esto hace difícil un cambio en su denominación.
La propuesta para las diferentes terminologías, se dividió en dos etapas, siendo en primer lugar necesario eliminar los términos repetidos en TH y suprimir dobles terminaciones (Tabla V).
Los términos que se sugieren mantener versus aquellos eliminados, se justifica en el hecho de que los primeros contienen mayor información o son más descriptivos en su traducción al inglés, o bien la terminología en latín es más exacta en su denominación.
En segundo lugar, se analizó el uso correcto del latín en los nombres resumidos en la Tabla I, teniendo en cuenta que se puede generar confusión entre enamelum (sustantivo) y enameleus (adjetivo). Parte de los cambios desarrollos como propuesta, incluyen la vinculación directa de un término mediante la adición de enamelum o su declinación correspondiente al nombre en latín de la estructura. Este fue el caso de Epithelium enamelum reductum (H3.04.01.0.02097) y Reticulum enameleum stellatum (H3.04.01.0.02094). Esto es de importancia pedagógica, ya que la relación directa mediante el nombre, facilita el aprendizaje, sobre todo en aquellos académicos y estudiantes que no se dedican al estudio de un solo tipo de tejido, y deben recordar nombres de todo el cuerpo.
Estos cambios realizados se basan fundamentalmente debido la gran cantidad de artículos científicos en los cuales el inglés “enamel” es la principal forma de relacionar un término al esmalte dental. Es prioritario, además, unificar las denominaciones dadas a las estructuras en Terminologia Anatomica, Histologica y Embryologica, conectando así las publicaciones científicas relacionadas a un mismo órgano, tejido o proceso.
La propuesta desarrollada para Terminologia Anatomica, Histologica y Embryologica se exponen en la Tabla VI.
CONCLUSIONES
El esmalte dental es un término encontrado dentro de Terminologia Anatomica, Histologica y Embryologica, siendo posible hallar sus palabras derivadas, en relación a tres raíces: amelo, adamantino y enamel, desde el latín oficial de terminología hasta su traducción a los idiomas vernáculo. En esta búsqueda fue posible corroborar que estos orígenes del término obedecen a su vez a diferentes idiomas, ya que adamantino tiene origen greco-latino, mientras que enamel tiene un origen más incierto, en relación a los idiomas anglonormando y antiguo alto germánico. Por este motivo, por la gran cantidad de evidencia científica indexada en torno a este término y dada la referencia a las características estéticas del esmalte dental, es que la propuesta realizada se enfoca en unificar la raíz común de las estructuras relacionadas en torno al enamel inglés, y su forma latinizada enamelum, abandonando las formas adamantinas de nombrar a esta región del diente. Dentro de las limitaciones de esta investigación, están las proyecciones en estudios moleculares relacionadas a este tejido, ya que existen moléculas, marcadores, y otros aspectos, nombrados a su vez en relación a su raíz griega adamantino.