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Atenea (Concepción)
versión On-line ISSN 0718-0462
Atenea (Concepc.) n.488 Concepción 2003
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-04622003048800009
Rubén González.
La historia puertorriqueña
de Rodríguez Juliá*
Miguel Gomes**
Hace unos pocos años, con ocasión de la aparición de la antología crítica Las tribulaciones de Juliá (San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1992), compilada y coordinada por Juan Duchesne Winter, una inesperada polémica se desató. Curiosamente, el objeto directo del intercambio de ideas resultó menos Edgardo Rodríguez Juliá que la naturaleza y los propósitos de la exégesis literaria misma. Un comentario de Gerald Guinness titulado "Clouded Overview" (The San Juan Star Sunday Magazine, 28/3/1993: 13) se refería al libro de Duchesne Winter en los siguientes términos, que dejan atrás las limitaciones rutinarias de una recensión:
No me parece casual que otro libro dedicado a Rodríguez Juliá se erija ahora sobre el campo trazado por la polémica anterior -"metacrítica, agregaríamos los profesores o los académicos-: aludo a La historia puertorriqueña de Rodríguez Juliá de Rubén González Orozco, algunos de cuyos capítulos habían aparecido por separado en revistas literarias, pero que ahora, en conjunto, revelan uno de los estudios más abarcadores y menos manieristas de la obra de un narrador y ensayista con frecuencia "tragado y regurgitado por la gran ballena blanca de la crítica postmoderna", como también sugería Gerald Guinness en su mencionada reseña.
La mayor virtud de la labor de González, probablemente, es habérselas arreglado para ofrecer una exploración de los textos del autor antillano que resulta legible dentro y fuera de la universidad: en tal conciliación tiene mucho que ver una formación rigurosa en los dominios de la teoría literaria pero, también, una hoy día poco frecuente tendencia al sentido común que se traduce en la difícil llaneza de quien quiere ser comprendido sin por ello traicionar las previas sutilezas de sus lecturas personales.
Uno de los objetivos de la empresa de González ha sido recuperar o restaurar el entendimiento de Rodríguez Juliá como escritor irreverente y subversivo, certidumbre inmediata de la mayoría de su público que los artículos recogidos en Las tribulaciones de Juliá, sin embargo, habían intentado en bloque cuestionar y negar. Ese proyecto de González se concreta mediante la constante confirmación y demostración del sesgo irónico, a veces humorístico y, por lo tanto, si no anárquico, anarquizante, que abunda en la narrativa o los ensayos cronísticos del autor estudiado. Creo que tal ejercicio llega a su clímax cuando el lector de Gónzalez nota que la principal tesis de Juan Gelpí -uno de los críticos antologados por Duchesne Winter-, que sugiere que Rodríguez Juliá reencarna el autoritarismo y la demagogia de Antonio Pedreira, se viene abajo con sólo prestar atención a la no soterrada corriente de ridiculización o parodia propia a que se someten los hablantes y personajes de Rodríguez Juliá, compaginada a la perfección con la visión que éstos suelen articular de un espacio puertorriqueño carnavalesco y caótico, enfáticamente aplebeyado por la ausencia de una cultura de élite que desde tiempos coloniales haya logrado consolidarse y hacerse respetable ni en la isla ni en el exterior. En el caso de Las tribulaciones de Jonás, donde Gelpí ha constatado la presencia de un personaje cronista "patricio", "magistral" y "paternalista", González recalca con absoluta pertinencia su desacuerdo:
"Rodríguez Juliá sospecha de únicas versiones; su hipótesis es que el pasado consta de muchos pasados; que éste puede ser múltiple [...], controvertido y furiosamente metafórico" (101): tal conclusión, que produce específicamente el análisis de La renuncia del héroe Baltasar, podría dar pie a que veamos una afinidad profunda entre la totalidad de la poética del literato puertorriqueño y la posición del investigador que se ocupa de él. En efecto, no sería desacertado percibir en el libro de Rubén González una contribución al desenmascaramiento de los reduccionismos de cualquier especie. En el oficio crítico, la reducción se verifica cuando el texto examinado se convierte en pantalla para la proyección de horizontes mentales que no le incumben o en mero terreno para el entrenamiento de esos obreros del método en que se transforman quienes se han acercado a la teoría literaria concibiéndola como arsenal y no como teoría propiamente dicha -la palabra, es necesario recordarlo a estas alturas, significa especulación y contemplación abstracta distinguible de toda práctica. Ante esos errores, tan deplorables como corrientes, González ha optado por tomar un camino diferente que nadie mejor que él mismo podría describir:
*Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 1997.
**Profesor de Literatura Hispanoamericana en The University of Connecticut-Storrs, USA. E-mail: magomessilva @hotmail.com
Recibido: 02.08.2002. Aprobado: 30.03.2003.