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Revista de ciencia política (Santiago)
versión On-line ISSN 0718-090X
Rev. cienc. polít. (Santiago) v.23 n.1 Santiago 2003
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-090X2003000100007
Revista de Ciencia Política / Volumen XXIII / Nº 3 / 2003 / 99-118
Neopopulismo y democracia
en Bolivia*
Fernando Mayorga
Universidad Mayor de San Simon, Cochabamba, Bolivia
* Una versión de este ensayo fue publicada en El populismo de los antiguos y el populismo de los modernos, Prudhomme, Jean François y Soledad Zoaeza, Colegio de México, México.
1 La delimitación de la noción de neopopulismo a un estilo de acción responde a los siguientes criterios: el neopopulismo no da cuenta de una nueva fase del proceso histórico, no es una reposición del estatismo como síntesis, ni se refiere a movimientos sociales basados en una matriz clasista y tampoco es una invocación del pueblo como antípoda de los grupos dominantes, aspectos que evocan el populismo clásico analizado por Germani, Cardozo, Faletto o Laclau (Cf. Mckinnon y Petrone 1998). A mi juicio, y para los fines de este trabajo, se trata de un estilo de acción perceptible por las formas que asume el discurso y la conducta política: predominio del carisma personal en la representación política, debilidad de los mecanismos institucionales formales, influencia de factores culturales en el intercambio político y precariedad de la ideología en la conformación de identidades políticas.
2 En 1998, Condepa fue marginada de la coalición gubernamental y se dividió su bancada parlamentaria, mientras que UCS se mantuvo en el oficialismo hasta la conclusión de la gestión gubernamental. Esa presencia coetánea en la primera etapa del gobierno de Banzer fue la única acción coincidente entre ambos partidos, puesto que antes y después actuaron como fuerzas en competencia, a pesar de o debido a- la similitud en sus rasgos constitutivos. El general Banzer renunció, por enfermedad, a mediados de 2001 y, de acuerdo a la norma constitucional, el Vicepresidente Jorge Quiroga asumió el mando del gobierno hasta la finalización del mandato.
3 El Movimiento Nacionalista Revolucionario está vigente desde los años 40 y fue el protagonista de la revolución nacional en 1952; el Movimiento de Izquierda Revolucionaria se fundó a principios de los 70 como corriente de orientación socialista y jugó un papel importante en la transición democrática, y Acción Democrática Nacionalista es un partido de tinte conservador organizado en 1979 en torno a la figura del ex-dictador Banzer.
4 En 1985-1989, Víctor Paz (MNR) con apoyo parlamentario de ADN. En 1989-1993, Jaime Paz Zamora del MIR, en coalición con ADN y apoyo parlamentario de Condepa. En 1993-1997, Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR, en coalición con el Movimiento Revolucionario Tupaj Katari (MRTKL), Movimiento Bolivia Libre (MBL) y UCS. En 1997-2002, Hugo Banzer de ADN, en coalición con MIR, UCS y Condepa (marginada en 1998). Finalmente, en 2002, Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR en coalición con el MIR.
5 No obstante, paralelamente a la consolidación del sistema de partidos, sus unidades constitutivas y otras instituciones de la democracia, como el parlamento, tienen una pésima imagen ante la opinión pública, expresada en innumerables encuestas realizadas desde 1990.
6 Para valorar la importancia de esa cifra, es preciso mencionar que desde la transición democrática ningún partido o frente obtuvo una victoria con mayoría absoluta: 34% en 1980 (UDP), 28% en 1985 (ADN), 23% en 1989 (MNR), 34% en 1993 (MNR) y 22% en 1997 (ADN). Esta tendencia se repitió en 2002, porque el vencedor (MNR) obtuvo el 22%.
7 Ese vocablo designa a mujeres indígenas y mestizas que se distinguen por usar una vestimenta de la época colonial, por lo que también son llamadas mujeres de pollera con un aire despectivo que, cuando quiere ser atenuado, es sustituido con el diminutivo de cholita. En una sociedad racista, los usos lingüísticos son sutiles para dar cuenta de identidades segregadas que, en este caso, combinan discriminación étnica y de género (Villena 1998).
8 En la primera, por ejemplo, se reconoce a las organizaciones y autoridades originarias -con sus usos y costumbrescomo interlocutores de los gobiernos municipales; mediante la segunda, se introduce la educación intercultural y bilingüe en las escuelas públicas. Ambas disposiciones fueron promulgadas en 1994.
9 Un dirigente e intelectual aymara fue Vicepresidente de la República en la gestión 1993-1997 y una cuarta parte de los concejales municipales elegidos en 1995, después de la implementación de la Ley de Participación Popular, fueron indígenas y/o campesinos. Los resultados de los comicios generales de 2002 produjeron la presencia de una importante bancada parlamentaria de representantes campesinos/indígenas a través de sus propias organizaciones políticas, como MAS y MIP, o en las filas de otros partidos (52 de los 157, entre senadores y diputados, que conforman el Congreso Nacional).
10 Desde 1997, un tercio de las listas de candidatos a parlamentarios y concejales municipales, así como, desde 1999, un tercio de los cargos dirigenciales deben corresponder a mujeres. Por su parte, después de ser motivo de debate desde 1991, debido a problemas de transfugio de parlamentarios y denuncias de financiamiento de campañas electorales por el narcotráfico, la Ley de Partidos fue aprobada en 1999 aunque su plena implementación ha sido diferida en varias oportunidades. La presencia de los partidos neopopulistas fue, sin duda, una razón adicional que impulsó la necesidad de institucionalizar el funcionamiento de las organizaciones políticas.
11 En 1989, Condepa apoyó la elección congresal de Paz Zamora. Ese año, en las elecciones municipales, UCS y MNR suscribieron un acuerdo para controlar la mayoría de las alcaldías. Ese pacto fue reeditado en 1991 y se amplió en 1993, a la alianza congresal que eligió a Sánchez de Lozada como presidente. De manera análoga, aunque circunscrito al municipio de La Paz, el accionar de Condepa se articuló a la lógica de los pactos para administrar la alcaldía en 1993. En 1997, ambos partidos integraron la coalición parlamentaria que eligió como presidente a Bánzer. Ambos partidos participaron en las cumbres de jefes políticos que, en 1991 y 1992, aprobaron una agenda de reformas que incluyó la modificación de la ley electoral, la descentralización, la reforma educativa, la captura y enjuiciamiento del exdictador García Meza, y la reforma constitucional, entre los temas más relevantes.
12 Condepa en La Paz (1992-1993 y 1994-1995) y El Alto (de 1989 a 1999) y UCS en Cochabamba (1989-1991) y Santa Cruz (1996-1999 y 2000-2004).
13 Seis meses antes de la muerte de Palenque, Mónica Medina fue marginada por una reyerta en torno a la democratización interna de Condepa. Su alejamiento se consumó con una demanda de divorcio y su intento frustrado de organizar un nuevo partido. Por ello, la sucesión recayó en Remedios Loza. Ambas eran denominadas símbolos de Condepa, ocuparon cargos dirigentes y fueron candidatas a alcaldesa, en un caso, y a diputada y presidente, en otro. El vacío dejado por Medina fue ocupado por Verónica Palenque, hija de otro matrimonio del líder, en calidad de subjefa del partido.
14 Esta virgen, cuyo santuario está situado en la tierra natal de Max Fernández, es el ícono de una festividad religiosa que se caracteriza por su carácter comercial: los devotos sacan piedras que equivalen a préstamos monetarios concedidos por la virgen y compran bienes lotes, casas, automóviles, etc.- en miniatura, que son regados con alcohol: la Paceña es la cerveza preferida para esos usos, por su pertinencia como amuleto.
15 El carisma primordial es una fuerza negadora, emocionalmente intensa y arrolladora que se opone en todas las rutinas institucionales, las de la tradición y las que están sujetas a una gestión racional (en Lindholm 1997:44). El carisma institucional se puede heredar, transmitir mediante al acceso a una función o investir en una institución (:44).
16 La suma de sus votaciones bordea el 50% de las preferencias electorales: MAS (20.94%), NFR (20.91%) y MIP (6.09%). Ver Cuadro 3.
17 Manfred Reyes Villa fue un alcalde reelecto por tres veces consecutivas con mayoría absoluta de votos y en torno a su imagen municipal se forjó NFR. Evo Morales del MAS es el principal dirigente de los campesinos productores de hoja de coca y fue diputado en la gestión congresal 1997-2002. Felipe Quispe del MIP, al mando de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), adquirió protagonismo después de los bloqueos de abril y septiembre de 2000 y fundó su partido en torno a un liderazgo incontrastable en las comunidades aymaras del altiplano paceño.
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