Antecedentes generales
El sector localizado entre el sur del Macizo del Deseado y la cuenca del río Santa Cruz (Figura 1), con ocupaciones humanas iniciales de ca. 10.800 y 7.700 años A.P. respectivamente (Franco et al. 2007 a, b, 2010; Franco, 2013; Franco et al. 2014; Brook et al. 2015; Franco et al. 2019), presenta frecuencias variables de artefactos confeccionados sobre obsidiana negra. Llamativamente, éstos son más abundantes en los cañadones basálticos localizados al norte del río Santa Cruz (a una distancia mínima de 240 km de Pampa del Asador), que en el Macizo del Deseado (a 120 km de ésta), un hecho que podría estar relacionado con la existencia de rocas silíceas de alta calidad en el último de estos espacios (Franco et al. 2015), además de poder vincularse con la forma de circulación humana en ellos. La distancia de 240 km es mayor que la esperada para rangos de acción en estas latitudes sobre la base de información etnográfica y etnoarqueológica (Binford, 1980; Kelly, 2013; entre otros). Si bien podría pensarse que esta materia prima podría provenir también de la fuente recientemente localizada de 17 de Marzo (Franco et al. 2017), en este caso los nódulos son más pequeños y la distancia euclidiana a ésta es de aproximadamente 166 km, apenas por debajo de las distancias de 175 km estimadas para movimientos logísticos de grupos cazadores-recolectores en estas latitudes (Kelly, 2011).

Figura 1 Ubicación del área de estudio, fuentes de obsidiana negra conocidas (en números arábigos), cañadones involucrados en el análisis (en números romanos) y muestras arqueológicas de obsidiana negra analizadas geoquímicamente (en letras). Referencias: 1: PDA, 2: CAPDA, 3: 17 de Marzo; I: La Laurita- El Rincón, II: El Lechuza, III: El Cordero, IV: Yaten Guajen, V: Mercerá, VI: Kolian Kaike; A: Cardiel Chico, B: María Elena, C: La Betty, D: La Fructuosa, E: Yaten Guajen, F: La Barrancosa, G: Güent Aike.
La importancia de la fuente secundaria de obsidian sources, geochemical analysis, least cost obsidiana negra de Pampa del Asador -PDA- (Figura 1), ubicada al noroeste de la provincia de Santa Cruz, ha sido reconocida desde hace tiempo (Espinosa & Goñi, 1999; Stern, 2000, 2004; Franco, 2004; entre otros). Presenta una extensión sudoeste-noreste de 80 km por un ancho medio de 15 km y altitudes entre 650 y 1.100 msnm e incluye el cerro Pampa, cerro Bayo, sitio Musters y distintas mesetas basálticas (Meseta Pobre, Meseta Olnie, Meseta La Cantera, etc.) (Stern et al. 1995, a y b; Espinosa & Goñi, 1999; Stern, 2000, 2004; Belardi et al. 2006). Los nódulos presentan tamaños máximos de 100 mm, aunque la mayoría tiene dimensiones inferiores a 60 mm (Cassiodoro et al. 2015). Los nódulos son de color negro, aunque Stern (1999) menciona que tienen también bandas más claras grises y franjas de oxidación rojas. Durante mucho tiempo se consideró como la única fuente de obsidiana negra en Patagonia Centro-Sur (Espinosa & Goñi, 1999; Stern, 2000, 2004; Franco, 2004; Ambrústolo et al. 2012; Cueto et al. 2016), aunque más recientemente se han descubierto otras fuentes. Se trata, en primer lugar, de su abanico aluvial (CAPDA), ubicado hacia el este, con cotas entre 400 y 740 m. Los tamaños máximos de los nódulos son inferiores a 58 mm (Belardi et al. 2006). Por otra parte, el descubrimiento de la fuente distal de 17 de Marzo (Figura 1), a una distancia de más de 100 km al este, sugiere que pueden existir, además de ésta, otras fuentes secundarias entre estos espacios. En el caso de 17 de Marzo, los tamaños de los nódulos son inferiores a 48 mm (Franco et al. 2017). Por el momento, contrario a Nami y colaboradores arqueológicos (Punta Medanosa) y sólo se ofreció (2018), tendemos a descartar la existencia de una información muy general acerca de la procedencia fuente de obsidiana a lo largo de la costa, ya que del resto de los ejemplares analizados (ver Franco las muestras analizadas se obtuvieron en sitios et al. 2019).
La circulación humana entre los espacios del oeste -incluidos PDA y el espacio próximo de la meseta del Strobel (Figura 1)- y los cañadones basálticos al norte del río Santa Cruz (Figura 1) ha sido postulada por diferentes autores sobre la base de similitudes en motivos grabados de arte rupestre (Gradin et al. 1979; Gradin, 2000, 2001; Belardi & Goñi, 2006; Franco, 2008; Goñi et al. 2006, 2009; Re, 2010; Franco et al. 2014; entre otros). Gradin (1976) sugirió que estas semejanzas están relacionadas con la movilidad estacional, con mesetas que se utilizarían en verano y áreas ubicadas cerca de ríos o lagos, que se usarían en invierno. Por otra parte, Belardi y Goñi (2006) indican que estas semejanzas se relacionarían con la convergencia estacional, no necesariamente sincrónica, de poblaciones en el área de la meseta del Strobel. Por otro lado, también se ha sugerido la circulación entre el sur del Macizo del Deseado y los cañadones al norte del río Santa Cruz sobre la base de la presencia y características de rocas silíceas (Franco & Cirigliano, 2009).
La presencia de obsidiana u otras materias primas en el registro arqueológico no implica necesariamente una adquisición directa, ya que su existencia también puede ser el resultado de la movilidad y/o interacción humana (entre otros, Renfrew, 1977; Ericson, 1984; Meltzer, 1989; Ingbar, 1994; Kelly, 2013; Pallo & Borrero, 2015; Franco et al. 2015, 2017). Sobre la base de datos propios y los obtenidos por distintos investigadores utilizando muestras de superficie y estratigrafía, Pallo y Borrero (2015) indican que la frecuencia de obsidiana negra es alta (> 60%) en sitios inmediatamente próximos y hasta 50 km de PDA, decreciendo en una curva fall-off a distancias de alrededor de 140 km o, a 125 km al punto más cercano a PDA, con porcentajes que oscilan entre el 60 y el 10%. Más allá de esta distancia, no superan el 15%. Sin embargo, mencionan que algunas áreas, como el lago San Martín, presentan frecuencias de obsidiana más altas que lo esperado (35% a 48%), lo que es atípico, como ya lo señalaron también Molinari y Espinosa (1999). A mayores distancias, el porcentaje de obsidiana decrece (< 15%), alcanzando un nuevo umbral en los 400 km, distancia a partir de la cual su presencia es mínima (< 1%).
Cabe señalar, por otra parte, que habitantes locales han sugerido la existencia de fuentes adicionales de obsidiana tanto en el Macizo del Deseado (Aguerre, 2003) como en los cañadones al norte del río Santa Cruz (Franco, 2008) (Figura 1). Por otro lado, Molinari y Espinosa (1999), sobre la base de las altas frecuencias de artefactos de obsidiana, sugieren la existencia de una fuente de esta materia prima aún no identificada, próxima al lago San Martín (Figura 1).
En nuestro caso, era importante entonces evaluar si la alta frecuencia de obsidiana en los cañadones del norte del río Santa Cruz en comparación con aquélla presente en el Macizo del Deseado y en espacios al norte del río Chico, podía relacionarse con la circulación de poblaciones humanas o podía deberse a la existencia de una fuente de aprovisionamiento aún no descubierta. En este sentido, cabe señalar que los análisis geoquímicos practicados por Stern sobre tres muestras procedentes de este sector del espacio (Franco, 2008) señalaron también su semejanza geoquímica con las fuentes secundarias de PDA, su cono aluvial y 17 de Marzo. Era necesario ampliar la muestra para analizar si éste continuaba siendo el caso. Por otra parte, era importante evaluar también, en el caso de que proviniera de éstas, cuál era la fuente de obtención más probable.
Muestra y metodología
Se analizó un total de 20 muestras arqueológicas (Tabla 1), seleccionando ejemplares de distinta procedencia y, en la medida de lo posible, artefactos no retocados, con corteza, cuyas dimensiones se acercaran a las mayores en la zona y que presentaran variaciones en color, que pudieran estar incluidas dentro de las disponibles en las fuentes mencionadas. La selección de los artefactos de tamaño más grande se basó en la expectativa de que, a mayor cercanía de la fuente, la dimensión fuera mayor, de acuerdo con modelos fall-off de aprovisionamiento de materia prima.
Tabla 1 Características de las muestras de artefactos arqueológicos analizados geoquímicamente. Referencias: Indet: indeterminada.

Los sectores de procedencia de las muestras analizadas fueron indicados con una letra mayúscula para representar su localización espacial en la (Tabla 1) y en las figuras. Su mayoría (15 muestras correspondientes a las referencias espaciales D, E, F y G en la Tabla 1 y Figura 1) proviene de los cañadones localizados al norte del río Santa Cruz, mientras que cuatro proceden del espacio abierto entre ellos y el río Chalía (María Elena -sector B- y La Betty -sector C-), y un último ejemplar corresponde al área basáltica ubicada al norte del río Chico -sector A- (Tabla 1, Figura 1). Los tamaños de las muestras analizadas varían entre 20 y 44 mm. Su mayor parte -70% del total- corresponde a lascas (en su mayoría angulares pero también primarias, secundarias y de reducción bifacial), estando en general enteras -70% del total-. Su mayoría -65% del total- presenta corteza.
Los artefactos se analizaron por fluorescencia de rayos X (XRF) utilizando un espectrómetro XRF dispersivo de energía Bruker Tracer-5i en el MU Research Reactor. El instrumento funcionó a 50 kV con una corriente de 35 pA y cada muestra se analizó durante 60 segundos. Los elementos medidos incluyen potasio (K), calcio (Ca), titanio (Ti), hierro (Fe), cobre (Cu), zinc (Zn), galio (Ga), arsénico (As), rubidio (Rb), estroncio (Sr), itrio (Y), circonio (Zr), niobio (Nb), bario (Ba) y torio (Th). El instrumento se calibró utilizando un conjunto de 40 muestras de fuentes de obsidiana que se caracterizaron previamente por análisis de activación de neutrones (NAA), espectrometría de masas de plasma acoplada inductivamente (ICP-MS) y XRF. La colección de fuentes tiene una amplia gama de concentraciones (de menor a mayor) de elementos medibles por XRF (Glascock & Ferguson, 2012). Los datos resultantes se compararon con una base de datos sólida de fuentes de obsidiana conocidas de noroeste de Patagonia.
A los efectos de evaluar cuál era la fuente de aprovisionamiento que involucraba un menor costo de obtención, en primer lugar se modelaron los caminos óptimos de invierno y verano desde los lugares de recolección de las muestras analizadas geoquímicamente hacia las fuentes de obsidiana negra conocidas. Posteriormente, a los efectos de lograr un panorama más completo, se realizó un análisis incluyendo además información de cañadones cercanos para los que se posee datos de frecuencia de obsidiana negra cuantificada. Los cañadones implicados en este análisis fueron, de oeste a este (Figura 1): La Laurita-El Rincón, El Lechuza, El Cordero (con su muestra denominada La Fructuosa), Yaten Guajen en su curso superior y medio (muestras denominadas Yaten Guajen) y en su curso inferior (muestra La Barrancosa), Mercerá, además de Kolian Kaike (muestra Güent Aike). Los datos relativos a las frecuencias artefactuales (obtenidos en las publicaciones, en análisis propios y otros cedidos por Vetrisano) se compararon con las distancias euclidianas y aquéllas obtenidas mediante caminos óptimos o de menor costo energético entre los lugares de los que proviene la información y las fuentes de aprovisionamiento de obsidiana negra postuladas (PDA, CAP DA y 17 de Marzo). Los caminos óptimos hacen referencia a sectores del terreno que requieren menor esfuerzo en términos de energía invertida (costo) al ser recorridos por un individuo (Fairén Jiménez, 2004; Conolly & Lake, 2006; Magnin, 2013; Pallo, 2016). La ruta de menor costo energético une dos o más puntos determinados con anterioridad (uno de origen y otro de destino) en función del costo mínimo de recorrido de una capa de fricción previamente confeccionada, donde la suma de valores de todas las celdas atravesadas sea la más baja y, por lo tanto, la que equivaldrá a un menor esfuerzo en el desplazamiento (López Romero, 2005). Dicha capa de fricción representa el costo de accesibilidad del terreno, es decir, la suma de los costos de fricción asignados a cada categoría de las variables ambientales que representan los valores de costo de una variable particular. En esta investigación se seleccionaron las siguientes variables: pendiente del terreno, mesetas basálticas, fuentes de agua (lagunas, lagos, arroyos, manantiales, etc.). En el modelo de circulación humana de invierno se sumó además una capa de carga nívea. Los caminos óptimos estacionales se modelaron a partir de diferentes procesos de análisis espacial mediante el software ArcMap 10. La pendiente del terreno y la capa de carga nívea se generaron a partir de un Modelo Digital de Elevación (MDE) con una grilla de 1 arco/segundo, aproximadamente de 30 m de resolución, desarrollado por el Instituto Geográfico Nacional de la República Argentina (IGN). Las mesetas basálticas se vectorizaron a partir de hojas geológicas de escala 1:250.000 desarrolladas por el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) (Gilio et ai. 2016; Gilio, 2017). Las fuentes de agua se desarrollaron mediante capas vectoriales de cursos y cuerpos de agua provenientes del SIG250 del IGN de escala 1:250.000 (Base de Datos Geográfica, Instituto Geográfico Nacional, 2019).
Resultados
Características de la muestra y análisis geoquímicos
Entre las muestras analizadas se ha identificado la presencia de guijarros como formas base de artefactos (4 casos de un total de 8 formas base identificables, ver Tabla 1). Al menos uno de ellos (un núcleo con una sola extracción recuperado en Cardiel Chico, en los cañadones basálticos al norte del río Chico), debido a su pequeño tamaño, probablemente fue transportado como un guijarro a nuestra área de estudio. La presencia de pátina diferencial en uno de los casos sugiere la existencia de reclamación de artefactos previamente abandonados. En el caso de los cañadones al norte del río Santa Cruz, esto probablemente se deba a la falta de materia prima de calidad similar a la obsidiana para la talla (Franco et al. 2015).
Los resultados se presentan en un diagrama de dispersión de Sr / Rb versus Rb / Zr, que muestra la distribución de los artefactos de obsidiana y las fuentes y sub-fuentes conocidas (Figura 2). Las muestras de artefactos proyectadas contra las tres fuentes de obsidiana de PDA producen asignaciones de fuentes satisfactorias para 19 de los 20 artefactos. El artefacto que no pudo ser asignado (NFSC04) se ubica en el gráfico cerca de Pampa del Asador-3 (Figura 2) aunque no se pudo asignar con confianza a ninguna fuente conocida en la base de datos. Los resultados de los análisis efectuados indican entonces que todas las muestras provienen de una de las fuentes secundarias ya conocidas o de una de las fuentes probablemente ubicadas entre ellas. Los resultados obtenidos no sustentan la existencia de una fuente primaria o secundaria con una composición química diferente en los cañadones del norte del río Santa Cruz, a pesar de la alta frecuencia de obsidiana en este sector del espacio. Si hubiera otra fuente, tendría que tener la misma composición que PDA. De hecho, como PDA es una fuente secundaria, los guijarros disponibles allí pueden provenir de más de una fuente primaria.

Figura 2 Gráfico de dispersión de Sr/Rb versus Rb/Zr para artefactos de obsidiana procedentes del norte del río Santa Cruz, proyectados contra elipses de las subfuentes de Pampa del Asador con un nivel de confianza del 90%.
El tamaño de los artefactos analizados, que es inferior a 44 mm (Tabla 1), no nos permite discriminar entre ninguna de las fuentes secundarias conocidas, ya que en todos los casos los nódulos presentan mayores dimensiones. La alta frecuencia de utilización de obsidiana en los cañadones de la margen norte del río Santa Cruz está probablemente relacionada no sólo con los movimientos estacionales entre estos cañadones y PDA o mesetas cercanas (Gradin, 1976, 1983, 2001; Gradin et al. 1979; Belardi & Goñi, 2006; Goñi et al. 2006, 2009), sino también con la disponibilidad de esta materia prima en la zona de 17 de Marzo y, potencialmente, en los espacios abiertos ubicados entre ésta y PDA (Figura 1).
Modelado de caminos óptimos y frecuencias artefactuales
Como se ha mencionado, a los efectos de evaluar cuál era la fuente de aprovisionamiento que involucraba menor costo de obtención, se modelaron primero los caminos óptimos entre los lugares de recolección de las muestras analizadas geoquímicamente y las fuentes de obsidiana negra conocidas, para luego realizar un análisis que incluyera además los cañadones cercanos e información sobre la frecuencia artefactual.
En la (Tabla 2) se indican los resultados del modelado de caminos y las distancias euclidianas entre las muestras analizadas y las fuentes potenciales de aprovisionamiento conocidas. Éstas aumentan si, en lugar de considerarse las distancias euclidianas, se modelan las rutas óptimas, tanto en el caso de invierno como de verano (Tabla 2) y (Tabla 3).
Tabla 2 Distancia euclidiana y longitud de caminos óptimos entre los sectores de procedencia de las muestras de artefactos de obsidiana negra analizados geoquímicamente y las fuentes de obsidiana negra. Referencias: km: kilómetros; PDA: Pampa del Asador; CAPDA: Cono aluvial de Pampa del Asador; Refer.: referencia.

En todos los casos, los caminos óptimos son más largos en invierno que en verano. Esto se relaciona con que, en el caso del invierno, éstos no se dirigen directamente hacia las fuentes, sino que siguen por sectores bajos con ausencia o mínima presencia de carga nívea (Tabla 2) y (Figura 3, Figura 4 y Figura 5). Cabe señalar que, mientras los caminos óptimos de verano poseen valores aproximadamente semejantes a los que involucra la distancia euclidiana, en invierno los caminos óptimos se prolongan 100 o más kilómetros para los casos de PDA y CAPDA, siendo la diferencia menor en algunos casos para la zona de 17 de Marzo.

Figura 3 Caminos óptimos de invierno y verano desde La Fructuosa. Referencias: 1: PDA, 2: CAPDA, 3: 17 de Marzo; I: La Laurita-El Rincón, II: El Lechuza, III: El Cordero; IV: Yaten Guajen, V: Mercerá, VI: Kolian Kaike; A: Cardiel Chico, B: María Elena, C: La Betty, D: La Fructuosa, E: Yaten Guajen, F: La Barrancosa, G: Güent Aike.

Figura 4 Caminos óptimos de invierno y verano desde Yaten Guajen, curso superior y medio. Referencias: 1: PDA, 2: CAPDA, 3: 17 de Marzo; I: La Laurita-El Rincón, II: El Lechuza, III: El Cordero; IV: Yaten Guajen, V: Mercerá, VI: Kolian Kaike; A: Cardiel Chico, B: María Elena, C: La Betty, D: La Fructuosa, E: Yaten Guajen, F: La Barrancosa, G: Güent Aike.

Figura 5 Caminos óptimos de invierno y verano desde La Barrancosa (curso inferior del cañadón Yaten Guajen). Referencias: 1: PDA, 2: CAPDA, 3: 17 de Marzo; I: La Laurita-El Rincón, II: El Lechuza, III: El Cordero; IV: Yaten Guajen, V: Mercerá, VI: Kolian Kaike; A: Cardiel Chico, B: María Elena, C: La Betty, D: La Fructuosa, E: Yaten Guajen, F: La Barrancosa, G: Güent Aike.
Las distancias involucradas en los caminos óptimos son mayores que las esperadas la base de los tamaños de los sobre rangos de acción para grupos humanos localizados a estas latitudes, tanto para el caso de PDA como para su cono aluvial, con la única excepción de la muestra de Cardiel Chico. En cambio, las distancias en verano a 17 de Marzo se encuentran en todos los casos dentro del rango máximo esperado para cazadores- recolectores en estas latitudes. En el caso de las muestras recuperadas en los espacios más orientales (La Fructuosa, La Barrancosa, Yaten Guajen y Güent Aike), los caminos óptimos de invierno en algunos casi duplican las distancias euclidianas involucradas, mientras que en verano el aumento en la distancia es menor. A manera de ejemplo, se grafican algunos casos aquí. En el caso de La Fructuosa, mientras en verano todos los caminos óptimos se dirigen hacia el norte, en invierno éstos siguen parcialmente el curso del río Santa Cruz hacia el este (Figura 3), incrementando de esta manera la distancia recorrida.
Tanto en el caso del curso medio y superior del cañadón Yaten Guajen (Figura 4) como en su curso inferior (La Barrancosa, Figura 5), los caminos de verano también se dirigen directamente hacia el norte, mientras que en invierno siguen parcialmente el curso del río Chalía y Chico (en el caso de Yaten Guajen) y Santa Cruz (en el caso de La Barrancosa) (Figura 4 y Figura 5).
En la (Tabla 3) se presentan las frecuencias de obsidiana negra provenientes de superficie y estratigrafía en distintos cañadones, obtenidas tanto en la bibliografía como en análisis de laboratorio. Éstas se relacionan con las distancias euclidianas y con aquéllas provenientes de caminos óptimos de invierno y verano hacia PDA, CAPDA y 17 de Marzo.
Tabla 3 Frecuencia de artefactos líticos de obsidiana negra de superficie y estratigrafía en relación con la distancia a PDA, CAPDA y 17 de Marzo. Referencias: Proc.: procedencia; Dist.: distancia; eucl.: euclidiana; km: kilómetros; PDA. Pampa del Asador; CAPDA. Cono aluvial de Pampa del Asador; SD. Sin datos; S.: superficie; E.: estratigrafía; Hol: Holoceno; Tempr.: Temprano; Ref.: Referencias; LL: La Laurita; ER: El Rincón; EL: cañadón El Lechuza; YG: cañadón Yaten Guajen; csm: curso superior y medio, ci: curso inferior.

La información de superficie procedente de los cursos superior y medio de los cañadones muestra un decrecimiento en la frecuencia de obsidiana negra de oeste a este (Tabla 3). Ésta oscila entre un 13,17% en el caso de La Laurita-El Rincón, un 12% en el caso del cañadón El Lechuza y un 9,6% en Yaten Guajen. Esto sugiere una mayor facilidad de acceso a la fuente en el caso de los espacios más occidentales, aunque debe tenerse en cuenta que, en el último caso, pobladores locales han hecho gran cantidad de recolecciones de superficie orientadas hacia la obsidiana negra, lo que provocaría un sesgo en su frecuencia (Franco et al. 2007a).
En el caso de La Laurita-El Rincón, la variación en distancia en verano oscila entre 222 y 278 km, siendo los extremos 17 de Marzo y el CAPDA (Tabla 3). En invierno, la diferencia es mayor, oscilando entre 316 y 480 km. Tanto los caminos de verano como de invierno hacia PDA pasan próximos a lagos de diferentes dimensiones (Figura 6), los que podrían haber sido atractivos para los grupos humanos por la variedad de recursos que concentran (Belardi & Goñi, 2006; Goñi et al. 2006; entre otros). Este es el caso de los lagos San Martín (a aproximadamente 18 km del camino óptimo), Tar (costa este) y Quiroga (10 km). Por otra parte, el camino de verano desde el cañadón La Laurita-El Rincón hacia CAPDA, pasa por la costa este del lago Cardiel y coincide con el actual trazado de la ruta nacional 40 propuesta por Belardi y colaboradores (2009) como un corredor que habría conectado Pampa del Asador con los ríos Chico y Chalía -que serían la entrada a las cuencas de los lagos Tar y San Martín- y la margen noreste del lago Viedma.

Figura 6 Caminos óptimos de invierno y verano desde La Laurita-El Rincón. Referencias: 1: PDA, 2: CAPDA, 3: 17 de Marzo; I: La Laurita-El Rincón, II: El Lechuza, III: El Cordero; IV: Yaten Guajen, V: Mercerá, VI: Kolian Kaike; A: Cardiel Chico, B: María Elena, C: La Betty, D: La Fructuosa, E: Yaten Guajen, F: La Barrancosa, G: Güent Aike.
En el caso del curso superior y medio de El Lechuza (Figura 7), los caminos de verano oscilan entre 169 y 256 km, siendo también los extremos 17 de Marzo y CAPDA. En invierno la variación es importante, siendo de 251 km hacia 17 de Marzo, 415 km el CAPDA y 441 km en el caso de PDA. En verano, el camino óptimo desde este sector a PDA pasa por la margen este de los lagos Cardiel y Strobel, mientras que el que conecta este espacio con el CAPDA pasa a 26 km al este del lago Cardiel y a 33 km al este del lago Strobel. Por otra parte, los caminos de invierno desde este sector del espacio a PDA y CAPDA pasan a 39 km al este del lago Cardiel y a 17 km al este del lago Strobel.

Figura 7 Caminos óptimos de invierno y verano desde El Lechuza, curso superior y medio. Referencias: 1: PDA, 2: CAPDA, 3: 17 de Marzo; I: La Laurita-El Rincón, II: El Lechuza, III: El Cordero, IV: Yaten Guajen, V: Mercerá, VI: Kolian Kaike; A: Cardiel Chico, B: María Elena, C: La Betty, D: La Fructuosa, E: Yaten Guajen, F: La Barrancosa, G: Güent Aike.
Con respecto al curso medio y superior del cañadón Yaten Guajen, en verano existe una diferencia de más de 100 km entre la distancia a la fuente de 17 (PDA) y 400 km (CAPDA) (Tabla 3). Por otra parte, de Marzo (134 km) y las de PDA (249 km) y CAPDA los caminos óptimos de verano desde este sector a (252 km). En invierno esta diferencia es aún mayor, PDA pasan a 28 km al este del lago Cardiel y a 12 oscilando entre 196 km (17 de Marzo), 385 km km al este del lago Strobel, pasando más alejados de las cuencas bajas en el caso de los caminos a CAPDA (Figura 4). Por otro lado, los caminos de invierno desde este sector a PDA y CAPDA pasan a 39 km al este del lago Cardiel y a 2 km al este del lago Strobel.
Por último, con respecto a la obsidiana negra recuperada en superficie en los cursos inferiores de los cañadones, existe una diferencia importante en su frecuencia (1,14% en el caso del cañadón El Lechuza y un 6,44% en el caso de Yaten Guajen) en relación con lo que ocurre en los cursos superiores y medios (Tabla 3). En el caso del primero de los cañadones mencionados, los modelados de caminos óptimos de verano indican un incremento de valores del orden de 20 km. En cambio, en invierno se encuentran entre los 20 y 40 km. En el caso de Yaten Guajen, los incrementos son menores.
En estratigrafía el patrón es distinto (Tabla 3), pero esto podría estar relacionado con la gran diferencia en los tamaños de las muestras. En el curso medio y superior del cañadón El Lechuza su frecuencia es de alrededor del 3,1% en el Holoceno tardío (Franco et al. 2014). En su curso inferior, si bien se efectuaron sondeos, aún no se cuenta con datos cuantificados. En el caso del curso superior y medio del cañadón Yaten Guajen, en el sitio Yaten Guajen 1 se registró en estratigrafía, en el Holoceno tardío, un 0,76% de obsidiana negra (Franco et al. 2014, 2015; Cirigliano, 2016). A una distancia de 200 m en línea recta se encuentra el sitio Yaten Guajen 12, en el cual para depósitos correspondientes al Holoceno tardío el 12,54% de los artefactos es de obsidiana negra (Franco et al. 2015; Cirigliano, 2016). En este sitio, en depósitos correspondientes al Holoceno temprano el porcentaje de obsidiana negra alcanza un 23,71% (Franco et al. 2015), no encontrándose publicados los datos del total de la muestra. Por último, en el curso inferior de este cañadón no se cuenta con datos cuantificados procedentes de estratigrafía.
Las frecuencias de obsidiana obtenidas en superficie son consistentes con lo esperado por Pallo y Borrero (2015), quienes utilizaron tanto muestras de superficie como estratigráficas, incluyendo las de este sector del espacio ya publicadas. Cabe señalar, sin embargo, que las diferencias dentro de los distintos sectores podrían estar relacionadas con la funcionalidad o localización de los sitios en ese espacio. Por ejemplo, si bien en general el porcentaje en el caso del curso superior y medio de Yaten Guajen en superficie es del 9,6%, en el caso de Yaten Guajen 5, sobre un total de 19 artefactos, 3 (15,78%) son de obsidiana negra, mientras que en Yaten Guajen 12, sobre un total de 116 artefactos, 22 (18,96%) están confeccionados en esta materia prima (Cirigliano, 2016). En el caso de Yaten Guajen 12, entonces, el porcentaje es mayor que el esperado por Pallo y Borrero (2015), lo que podría relacionarse con su localización cercana a la confluencia de dos cursos de agua. La baja frecuencia de obsidiana en la desembocadura de estos cañadones podría relacionarse con la mayor distancia involucrada, especialmente en invierno, o con un cambio en la forma de su utilización, siendo necesaria mayor cantidad de información a efectos de evaluarlo.
Las muestras estratigráficas no presentan un patrón de decrecimiento oeste-este, lo que puede relacionarse con el tamaño de las muestras. Los mayores porcentajes corresponden al cañadón Yaten Guajen. En el Holoceno tardío, las frecuencias son altas en el sitio Yaten Guajen 12, encontrándose dentro de lo esperado por Pallo y Borrero, alcanzando el 12,54% (Franco et al. 2015). En el caso del sitio Mercerat 1, ubicado en el cañadón Mercerá (Figura 1), que desemboca en el curso superior del cañadón Yaten Guajen, sobre un total de 177 artefactos, 22 son de obsidiana negra, lo que representa un 12,42% de la muestra (Franco et al. 2015). En el Holoceno temprano, el porcentaje de obsidiana negra en este sitio supera el 23%, no contándose con el n total de la muestra.
Discusión
Como se mencionó, los resultados geoquímicos obtenidos no respaldan la idea de la existencia de otra fuente primaria de obsidiana negra o de una fuente secundaria con una composición geoquímica diferente en el espacio comprendido entre el río Chico y la margen norte de la cuenca del río Santa Cruz.
En los cañadones del norte del río Santa Cruz, las distancias involucradas para la obtención de esta materia prima exceden el rango de acción de poblaciones etnográficas a estas latitudes para el caso de PDA y su cono aluvial (Tabla 3), con la única excepción de las distancias euclidianas y caminos de verano desde Cardiel Chico, que se encuentran dentro de las distancias esperadas para movimientos logísticos en estas latitudes (Kelly, 2011). Por otra parte, todos los caminos de verano a 17 de Marzo se encuentran dentro del rango de distancias que se espera recorran los cazadores-recolectores a estas latitudes. Sin embargo, el registro arqueológico se forma a una escala diferente que el etnográfico y, en este sentido, a través del tiempo la depositación de artefactos habría generado fuentes terciarias de esta materia prima (sensu Church, 1994). La presencia de reclamación -al menos en un caso- sustentaría esta idea. Su frecuencia, sin embargo, es baja en el registro arqueológico. Por otro lado, como se observa en la (Tabla 1), la presencia de corteza en las muestras de obsidiana recuperadas -en un caso casi un guijarro completo- tiende a apoyar el transporte de nódulos de esta materia prima (Civalero & Franco, 2003).
Las frecuencias de las muestras de superficie de obsidiana negra en los cursos medio y superior de los cañadones muestran un decrecimiento de oeste a este, lo que podría sugerir el mayor acceso a esta materia prima en los espacios más occidentales que en los más orientales. La existencia de semejanzas en el arte rupestre presente en los cañadones del río Santa Cruz y la meseta del Strobel, zona rica en recursos en verano (Belardi & Goñi, 2006; Goñi et al. 2006; entre otros), localizada próxima a PDA, apunta a relaciones entre estos espacios (Gradin et al. 1979; Gradin, 2000, 2001; Belardi & Goñi, 2006; Franco, 2008; Goñi et al. 2006, 2009; Re, 2010; Franco et al. 2014). Sin embargo, en todos los casos, tanto para los caminos de verano e invierno, como para las distancias euclidianas, las longitudes son menores a 17 de Marzo que a PDA o CAPDA (Tabla 3).
En el caso de La Laurita-El Rincón, la diferencia en distancias entre las fuentes de 17 de Marzo y PDA es de de 34 km en verano (222 versus 256 km) y de aproximadamente 40 km en invierno (316 versus 358 km). Dado que la diferencia en distancia no es proporcionalmente tan grande, podríamos esperar que se priorice el traslado hacia aquella fuente donde el recurso presentaba nódulos más grandes y en mayor frecuencia, es decir, PDA. Este razonamiento implicaría que la obsidiana es un recurso muy valorado por las poblaciones cazadoras-recolectoras en este espacio. Si bien éste puede ser el caso, otro factor atractor lo podría constituir la presencia de las cuencas bajas y la meseta del Strobel, lo que ha sido defendido por distintos investigadores (Belardi & Goñi, 2006; Goñi et al. 2006; entre otros). En este sentido, debe recordarse que los caminos desde La Laurita- El Rincón hacia PDA y CAPDA pasan cerca de las cuencas bajas y siguen el área de circulación que coincide con la actual ruta nacional 40 (Fig. 6), lo que sugiere que este espacio en general haya podido resultar atractivo para los antiguos cazadores-recolectores.
En el caso del curso medio y superior de El Lechuza, sólo los caminos de verano a PDA pasan por la margen este de los lagos Cardiel y Strobel (Figura 7). En este caso, la diferencia en distancia a 17 de Marzo y a PDA es aproximadamente 70 km (169 km a 17 de Marzo y 240 km a PDA) y podrían existir otras fuentes de aprovisionamiento de obsidiana aún no localizadas entre ambas. La semejanza en diseños grabados entre este espacio y la meseta del Strobel sugiere que al menos algunos desplazamientos tuvieron lugar en esa dirección. Esto tendería a sustentar que algunos sectores localizados hacia el oeste puedan haber sido atractivos para las poblaciones humanas, debido a la mayor disponibilidad de humedad, existencia de recursos en relación con lagos, etc. (por ejemplo, Belardi & Goñi, 2006; Goñi et al. 2006)-, favoreciéndose estas vías de circulación. Los resultados obtenidos no permiten descartar el aprovisionamiento en espacios intermedios entre 17 de Marzo y PDA o CAPDA, donde otras fuentes podrían localizarse y podrían probablemente ser parte de un aprovisionamiento “embedded” (Binford, 1979) durante estos desplazamientos.
Como se ha mencionado, la frecuencia de obsidiana negra en superficie en el curso superior y medio del cañadón Yaten Guajen se encuentra disminuida por la gran cantidad de recolecciones por pobladores locales. En este sentido, llama la atención la mayor abundancia de obsidiana negra en estratigrafía que en superficie en este espacio. Su frecuencia es alta en el Holoceno temprano (Tabla 3). En el Holoceno tardío, algunas de las frecuencias de obsidiana negra utilizadas en este cañadón son mayores a las registradas hacia el oeste, alcanzando porcentajes mayores al 12%. Cabe señalar que, como puede observarse en la tabla 3, en este caso hay una gran diferencia en las distancias involucradas en desplazamientos a la fuente distal de 17 de Marzo (134 o 196 km según se trate de invierno o verano) y las de PDA (entre 249 y 385 km según sea verano o invierno) o el CAPDA (252 y 400 km según sea verano o invierno). Contrariamente a lo que ocurre en los casos previos, se trata de diferencias de distancias de más de 100 km. Por otra parte, el camino de invierno a CAPDA pasa a 2 km al este del lago Strobel, mientras que el de verano pasa a 12 km al este. En el curso medio y superior del cañadón Yaten Guajen existen motivos grabados semejantes a los localizados en esa meseta, lo que ha permitido sugerir interacción (Gradin, 1976, 2001, 2003; Franco, 2008; Fiore & Ocampo, 2009; Franco et al. 2014). Sin embargo, las menores distancias a la fuente de 17 de Marzo podrían sugerir: a) que al menos parte de su aprovisionamiento tuvo lugar en la fuente distal de 17 de Marzo o en algún espacio comprendido entre éste y las fuentes de PDA y su cono aluvial, probablemente como estrategia “embedded” (Binford, 1979), o b) que algunas áreas sean favorecidas en la circulación de obsidiana (Molinari & Espinosa, 1999; Pallo & Borrero, 2015). El hecho de que, sobre bases macroscópicas, se haya propuesto la circulación de materias primas silíceas con semejanzas morfológicas entre el cañadón Yaten Guajen y el Macizo del Deseado (Franco & Cirigliano, 2009; Franco et al. 2015) y que la fuente de 17 de Marzo se encuentre muy próxima a él (Franco et al. 2017), tenderían a sustentar la utilización de esta fuente o de otras ubicadas entre ésta y PDA en el marco de la circulación habitual de los cazadores-recolectores. Serán necesarios nuevos trabajos a efectos de evaluar si éste fue efectivamente el caso.