Introducción
La modificación de los patrones hidrológicos en ríos a causa del funcionamiento de centrales hidroeléctricas o embalses provoca cambios estructurales y funcionales en los ecosistemas acuáticos. Producto de ello surge la necesidad de mantener un caudal que asegure la estabilidad de dichos sistemas post alteración. El concepto de caudal ecológico, definido como el 20% del caudal medio mensual, con límite máximo en el 20% del caudal medio anual considerando una estadística de 25 años como mínimo (MMA, 2012), busca proteger los valores ecológicos de los ríos, como la flora y fauna. Sin embargo, en muchos casos, el caudal ecológico corresponde sólo al caudal mínimo que puede mantenerse en un cauce para asegurar la permanencia de estos valores (Jamett y Rodrigues, 2005).
El desarrollo hidroenergético debe estar ligado a regímenes de caudales que permitan la mantención de recursos ecológicos. Diez y Olmeda (2008) sugieren que es posible compatibilizar el aprovechamiento de caudales fluviales para generación hidroeléctrica, manteniendo un estado ecológico global aceptable mediante el cálculo de un régimen de caudal ecológico. Sin embargo, no se hace referencia a la mantención de actividades antrópicas que dependen de los cauces a intervenir. Esto último cobra importancia debido a que la alteración de magnitud y frecuencia de los caudales provocada por el aprovechamiento del recurso, genera alteraciones en el sustrato del lecho del cauce (Reiser et al., 1989), afectando los meso-hábitats existentes y modificando la morfología (Bogan, 1993). En aquellos ríos donde existe un uso antrópico, estas alteraciones generan un impacto directo sobre dichas actividades, cambiando los patrones ecológico-ambientales y los patrones de actividades en torno al río.
En Chile operan más de 100 centrales hidroeléctricas de diferentes características que abastecen al Sistema Interconectado Central SIC, las que se concentran en zonas de cuencas exorreicas. Existen desde minicentrales con una producción menor a 0.5 MW, a grandes represas que generan hasta 690 MW. La región del Bío Bío en Chile centro-sur, presenta la mayor capacidad de producción energética del país, con 56 proyectos que pueden aportar un total de 4753 MW al SIC (MinEnergía, 2015). La creación de centrales y minicentrales hidroeléctricas hace prever que se alcanzará un 70% de producción de energía renovable al año 2025 (MinEnergía, 2016), sin embargo, el excesivo desarrollo hidroeléctrico podría poner en riesgo o eliminar definitivamente los usos recreacionales que tienen los ríos en Chile.
San Fabián de Alico es una comuna turística precordillerana ubicada junto al río Ñuble. En sus cercanías existen 2 proyectos hidroeléctricos actualmente en ejecución, Embalse Punilla e Hidroñuble. El proyecto Embalse Punilla está ubicado en el curso medio superior del río Ñuble, 3 km aguas abajo de la confluencia del río Ñuble con el río Los Sauces, y tiene como finalidad asegurar el riego en el valle del río Ñuble en las comunas de Coihueco, Chillán, Ñiquén, San Carlos, San Fabián y San Nicolás, inundando alrededor de 1700 ha, además de generar energía con una producción media anual de 525 GWh (CADE-IDEPE, 2004). Hidroñuble por otra parte, se ubica a ~3.5 km aguas abajo del proyecto Embalse Punilla. Corresponde a una central de pasada con un caudal de diseño de 100 m3/s que aportará al SIC una producción media anual de 700 GWh.
El Embalse Punilla generará una laminación de caudales en los meses de invierno y un aumento de caudales en los meses de verano. La laminación de caudales alterará componentes ecológicas y antrópicas, como actividades que históricamente se han desarrollado en torno al río Ñuble tales como rafting, kayak, pesca deportiva y camping, entre otras. Además de dichos proyectos, existen derechos de agua no consuntivos otorgados para un tercer proyecto, el cual se encuentra en etapa de pre-factibilidad y se emplazaría en un punto cercano a la zona urbana de San Fabián de Alico como se muestra en la Figura 1 (Comité Ambiental Municipal, 2015), lo que podría afectar las actividades de uso antrópico (recreacionales) que se desarrollan en el río y en la comuna, con un potencial impacto sobre el turismo.

Figura 1 Tramo de influencia del proyecto Embalse Punilla (línea azul entre 1 y 2) y tramo de estudio caracterizado (línea verde entre A y B)
El Servicio de Estudio Ambiental SEA (2016) define el caudal ambiental como aquel caudal que permite la mantención de los medios de subsistencia y bienestar de las personas que dependen del ecosistema. Carvajal-Escobar (2008) establece que el caudal ambiental debe prevalecer sobre cualquier otra demanda que impida al río mantenerse en buenas condiciones y asegurar actividades asociadas al ecosistema fluvial. El presente estudio busca definir el caudal ambiental para un tramo de aproximadamente 2 km del río Ñuble (Figura 1), incluyendo las actividades antrópicas que tradicionalmente se han desarrollado en este. Con ello, se busca cuantificar los caudales necesarios para evitar impactos sobre la fauna y sobre actividades antrópicas existentes que se desarrollan en torno a este. Para llevar a cabo el análisis se calculó el caudal ambiental siguiendo la guía publicada por SEA (2016) y considerando las componentes de hidrología, ecología y de usos antrópicos, con énfasis en las actividades recreacionales asociadas al turismo como el rafting y kayak.
Área de estudio
El área de influencia se define como el área o espacio geográfico cuyos atributos, elementos naturales o socioculturales deben ser considerados con la finalidad de definir si el proyecto o actividad genera o presenta algunos de los efectos, características o circunstancias del artículo 11 de la ley, o bien para justificar la inexistencia de dichos efectos, características o circunstancias (SEA, 2017). Para el proyecto que se encuentra en etapa de prefactibilidad, esta corresponde al tramo del río Ñuble de aproximadamente 9 km comprendidos entre los puntos 1 y 2 de la Figura 1 (Comité Ambiental Municipal, 2015). En dicho tramo se identifican diferentes meso-hábitats, siendo más comunes los meso-hábitats de pozón-rápido. Las zonas de pozón se caracterizan por poseer profundidad alta y velocidades bajas, mientras que los rápidos poseen poca profundidad y velocidades altas. El espaciamiento medio de estos meso-hábitats es de 0.45 km con una pendiente media del cauce de 0.5%. Además, durante el periodo de estiaje se observan barras a lo largo del cauce debido a la disminución de profundidad del flujo. El régimen hidrológico del río es del tipo pluvio-nival con un caudal medio anual para el tramo de 101 m3/s. Los mayores caudales se concentran entre mayo y noviembre, producto de un aumento de precipitaciones y posterior derretimiento de nieve (Mendoza, 2015).
Para el cálculo del caudal ambiental y posterior análisis se consideró un tramo de estudio de 2 km ubicado entre los puntos A y B de la Figura 1. Sobre este tramo se realizó una caracterización morfológica (topográfica) y del sustrato. Dicho tramo se consideró representativo del tramo de influencia, puesto que contiene los meso-hábitats y pendientes que caracterizan todo el tramo de influencia del proyecto.
SEA (2016) indica que es necesario realizar, en el tramo de influencia del proyecto, una caracterización morfológica, ecológica, hidrológica y físico-química de zonas ribereñas, junto con una caracterización de usos antrópicos. Dado que en este estudio sólo se analizan las componentes antrópicas y parte de las componentes ecológicas de la forma indicada en la SEA (2016), no se realiza una descripción de las componentes relativas a zonas ribereñas y físico-química.
Caracterización de fauna íctica
De acuerdo a SEA (2016), para determinar el caudal ambiental para centrales hidroeléctricas en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental SEIA, la caracterización ecológica corresponde al estudio de comunidades y poblaciones de la biota en el ecosistema fluvial. Para desarrollar dicha caracterización se debe conocer la taxonomía, riqueza, abundancia, estructura de tallas y épocas, y sitios de reproducción de especies juveniles y adultas de la fauna íctica presente en el tramo de estudio.
Las especies consideradas se obtuvieron de estudios realizados para los proyectos Embalse Punilla (CADE-IDEPE, 2004) cuyos muestreos se realizaron entre los años 2000 y 2002, e Hidroñuble (Illanes y Asociados, 2006) cuyos muestreos se realizaron en el año 2006. Para estos proyectos se realizaron cuatro y una campañas de muestreo respectivamente. En total se encontraron 7 especies ícticas nativas: Diplomystes nahuelbutaensis, Trichomycterus chiltoni, Trichomycterus areolatus, Percilia irwini, Percichthys trucha, Bullockia maldonadoi y Odontesthes Mauleanum y 2 especies introducidas: Oncorhynchus mykiss y Salmo trutta. De las especies introducidas, sólo se consideró en este estudio O. mykiss, dado que S. trutta sólo fue hallada en 3 de los 7 puntos de muestreo del proyecto Embalse Punilla.
De acuerdo a lo indicado en los estudios de impacto ambiental de los proyectos Embalse Punilla (2004) e Hidroñuble (2006), de las especies halladas, cuatro (P. irwini, P. trucha, O. mauleanum y T. aerolatus) se encuentran en estado de conservación vulnerable, mientras que tres (D. nahuelbutaensis, B. maldonadoi y T chiltoni) se encuentran declaradas en peligro de extinción.
Respecto a las tallas promedio sólo se tiene información del muestreo realizado para el proyecto Embalse Punilla, en el que se obtuvieron los siguientes datos: O. mykiss: 7.5 cm, D. nahuelbutaensis: 4 cm, T chiltoni: 4 cm, T areolatus: 5 cm, P irwini: 4 cm, P trucha: 12-22 cm (CADE-IEPE, 2004).
Caracterización hidrológica
SEA (2016) sugiere desarrollar una caracterización hidrológica describiendo el tipo de régimen del río, magnitud de crecidas ordinarias y periodicidad de fenómenos climatológicos. Para ello se construyeron las curvas de variación estacional mostradas en la Figura 2 para la zona de estudio utilizando los caudales registrados en las estaciones Ñuble en San Fabián y Ñuble en San Fabián 2 (ambas controladas por la Dirección General de Aguas DGA) y corrección de caudales en función del área aportante. Las curvas de variación estacional muestran que el río tiene un régimen pluvio-nival, con un aumento de los caudales entre abril y junio. Posteriormente, entre julio y agosto se observa una leve disminución de caudales y luego un leve aumento de estos entre septiembre y octubre producto del derretimiento de nieve de la parte alta de la cuenca del río Ñuble.

Figura 2 Curva de variación estacional asociada al tramo de estudio para probabilidades de ocurrencia de 10, 50 y 90% (Q10, Q50 y Q90, respectivamente)
Dado que las crecidas ordinarias corresponden a crecidas pequeñas con periodos de retorno entre 1 y 6 años (SEA, 2016), se realizó un análisis estadístico de caudales máximos instantáneos anuales a partir de 26 años de registros. Se utilizaron las funciones de distribución Pearson, Gumbel, Normal y LogNormal. Para verificar el ajuste entre datos y funciones se realizó la prueba de bondad de ajuste de Kolmogorov-Smirnov. Como resultado se obtuvo que las crecidas de 1 y 6 años se asocian a caudales de 912 y 1797 m3/s respectivamente.
Caracterización antrópica
Mosley (1983) indica que aves, peces y mamíferos no son los únicos que dependen del ecosistema fluvial. El hombre también hace parte de él al realizar diferentes actividades en torno a un río. A su vez menciona 8 factores que describen el comportamiento y apariencia de un río, relacionando factores biológicos y recreacionales, como por ejemplo, características del agua y características morfológicas del río, entre otras. La caracterización de usos antrópicos se requiere para evaluar si existen actividades relevantes en el área de influencia AI y que deban incluirse en el cálculo del régimen de caudal ambiental. En este estudio, se consideraron únicamente actividades in situ de uso sin contacto directo, es decir, aquellas que se desarrollan en el río o en su ribera y en las que el ser humano no toma contacto directo con el agua, pero que son condicionadas por las características hidrológicas del río (SEA, 2016). Entre estas, se consideraron las actividades de rafting y kayak.
SEA (2016) indica que la información para caracterizar las actividades in situ debe ser recopilada mediante la descripción del AI del medio humano. Para ello se contactaron las empresas de turismo Pacífico Andino y Extremo Sur Expediciones, ambas ubicadas en San Fabián de Alico. Dichas empresas realizan actividades de rafting y kayak. En una entrevista, los guías de estas empresas, proporcionaron información cualitativa y cuantitativa sobre las condiciones óptimas en que se desarrollan estas actividades. Cabe destacar que los datos entregados y utilizados para realizar la caracterización antrópica se definieron en base a apreciaciones personales y en función de la experiencia obtenida como guías de empresas de turismo. De acuerdo a lo informado, el rafting y kayak tienen una temporalidad de desarrollo comercial entre los meses de noviembre y febrero, sin embargo, guías profesionales y personas expertas pueden realizar bajadas del río durante otoño e invierno. Los requerimientos hidráulicos para desarrollar estas actividades se resumen en la Tabla 1. De acuerdo a lo informado, profundidades y caudales mayores a 160 m3/s dificultarían la práctica de kayak y rafting por parte de personas inexpertas, pasando a ser una actividad riesgosa. Por otra parte, caudales inferiores a 80 m3/s imposibilita el desarrollo de estas actividades ya que los kayaks y balsas chocarían con el fondo del cauce. Los datos recopilados de las entrevistas coinciden con lo estudiado por Mosley (1983).
Metodología
Para desarrollar el cálculo de caudal ambiental se consideraron las actividades antrópicas de rafting y kayak, y componentes ecológicas asociadas únicamente a la fauna íctica presente en el tramo de estudio.
Para analizar las componentes biológicas (peces) se construyó un modelo hidráulico y un modelo hidrobiológico. El modelo hidráulico permitió obtener parámetros hidráulicos a lo largo del río asociados a diferentes caudales, mientras que el modelo hidrobiológico cruza dicha información, con características de preferencias de hábitat de las especies de peces observadas en las cecanías de la zona de estudio, y con necesidades hidráulicas para el desarrollo de actividades antrópicas (turismo).
Modelo hidráulico
Para construir el modelo hidráulico se realizó una caracterización topográfica del río. Para ello se midieron perfiles transversales a lo largo del tramo de estudio distanciados cada 10 m aproximadamente. Utilizando el modelo hidráulico HEC-RAS 4.1 (USACE, 2012) en régimen mixto, y considerando que existe un cauce preferente en estiaje, lo que permite simplificar el modelo y evitar considerar al río como multi-cauce, se calculó el eje hidráulico para caudales de 0.5, 1, 10, 20.2, 50, 80, 100, 101.1, 150 y 300 m3/s. Se consideró como condición de borde una profundidad crítica debido a los constantes cambios de régimen de sub-crítico a supercrítico y viceversa asociados a la configuración pozón-rápido del río. Como resultado se obtuvo la profundidad de flujo, la elevación de superficie de agua y velocidad media para cada perfil transversal asociado a cada caudal de la modelación.
Modelo hidrobiológico
El modelo hidrobiológico combina componentes ecológicas e hidráulicas que permiten describir la forma en que un organismo selecciona un microhábitat de acuerdo al índice de idoneidad de hábitat HSI. Este índice representa el hábitat que reúne un conjunto de condiciones en que mejor se desarrolla una especie, y varía entre 0 y 1, donde 0 es lo menos óptimo (i.e. no existe hábitat adecuado para la especie en análisis) y 1 lo más óptimo (i.e. el 100% del hábitat disponible es adecuado para la especie en análisis).
Para desarrollar el modelo hidrobiológico se caracterizó la morfología del tramo de estudio en el software CASIMIR (Schneider et al., 2010). A su vez se elaboró una planilla con los datos de altura de superficie de agua para los perfiles transversales y se categorizó el sustrato para cada perfil transversal con valores entre 6 y 9 para tramos con características de rápidos y valores entre 2 y 5 para tramos con características de pozón. Esta información fue obtenida a partir de una foto aérea geo-referenciada adquirida para la zona de estudio. Los valores de categorización del sustrato se obtuvieron de Schneider et al. (2010) del software CASIMIR (Tabla 2).
Tabla 2 Tipos de sustrato utilizados en modelación hidrobiológica según software CASIMIR
Tipo de sustrato | Índice |
---|---|
Material orgánico, detritos | 0 |
Limo-arcilla | 1 |
Arena < 2 mm | 2 |
Grava fina 2-6 mm | 3 |
Grava media 6-20 mm | 4 |
Grava grande | 5 |
Piedras pequeñas | 6 |
Piedras grandes | 7 |
Rocas > 20 cm | 8 |
Rocas | 9 |
Para caracterizar los requerimientos o preferencia de hábitat de las especies ícticas T. chiltoni, T. areolatus, y O. mykiss se utilizaron curvas de preferencia (EULA, 2000) mientras que las especies P irwini, P trucha, B. maldonado O. mauleanum se caracterizaron mediante reglas difusas (García et al., 2011). Las curvas de preferencias son funciones que relacionan la conveniencia para cada especie y etapa de desarrollo, con variables de su hábitat. Estas funciones relacionan valores de cada variable con un índice de idoneidad que varía entre 0 para valoración mínima no aceptable y 1 para idoneidad (Martínez Capel, 2011). En este estudio se analizaron las variables profundidad, velocidad y sustrato.
Las reglas difusas por otra parte, evalúan cuantitativamente expresiones de juicio de expertos de la forma Si i) velocidad es media, ii) profundidad es media, y iii) sustrato es grande, entonces el hábitat es muy bueno para una especie determinada (Aquaflow, 2015).
Se determinó para cada especie el HSI en función de los caudales analizados. Este índice permite determinar el caudal en que mejor se desarrolla una especie, en sus diferentes estadios. A partir de los resultados es posible obtener el caudal asociado a un 25% del HSI, el cual, siguiendo el criterio definido por Jowett (1997), se define como aquel HSI mínimo que permite asegurar la mantención de especies.
Resultados y cálculo del caudal ambiental
Según SEA (2016), el régimen del caudal ambiental debe contener aspectos hidrológicos, hidrobiológicos y de usos antrópicos. De acuerdo al Decreto 14 del Ministerio de Medio Ambiente (MMA, 2012) el caudal ecológico según método hidrológico, corresponde al 20% del caudal medio mensual, con límite máximo en el 20% del caudal medio anual, utilizando la estadística hidrológica de los últimos 25 años. La Tabla 3 muestra los caudales medios mensuales obtenidos para el tramo de estudio, y los caudales calculados según MMA (2012).
Tabla 3 Caudales medios mensuales QMM y caudales medios anuales QMA. QECO corresponde al caudal ecológico
Caudal, m3/s | Ene | Feb | Mar | Abr | May | Jun | Jul | Ago | Sep | Oct | Nov | Dic |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
QMM | 31 | 24 | 28 | 65 | 158 | 158 | 155 | 153 | 152 | 144 | 99 | 53 |
20% QMM | 6 | 5 | 6 | 13 | 32 | 32 | 31 | 31 | 30 | 29 | 20 | 11 |
20% QMA | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 |
QECO | 6 | 5 | 6 | 13 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 11 |
Utilizando CASIMIR se calcularon los índices de idoneidad de hábitat para cada especie. Utilizando luego el criterio propuesto Jowett (1997) se obtuvieron los resultados indicados en la Tabla 4, para cada especie en estadio adulto y juvenil.
Tabla 4 Caudales mínimos obtenidos para asegurar la subsistencia de cada especie, utilizando el criterio del 25% de HSI (Jowett, 1997).
Especie/mes | Ene | Feb | Mar | Abr | May | Jun | Jul | Ago | Sep | Oct | Nov | Dic |
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Percilia irwinii adulto | 8 | 8 | 8 | 8 | ||||||||
P irwini juvenil | 4 | 4 | 4 | 4 | 4 | 4 | 4 | 4 | ||||
Bullockia. maldonadoi adulto | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 | 8 |
B. maldonadoi juvenil | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 |
Percichthys trucha adulto | 3 | 3 | 3 | |||||||||
P trucha juvenil | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 | |||
Odontesthes mauleanum adulto | 2 | 2 | 2 | 2 | 2 | 2 | ||||||
O. mauleanum juvenil | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 | ||||||
Diplomystes nahuelbutaensis adulto | 50 | 50 | ||||||||||
D. nahuelbutaensis juvenil | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | 20 | ||
Trichomycterus areolatus adulto | 20 | 20 | 20 | 20 | ||||||||
Oncorhynchus mykiss adulto | 25 | 25 | 25 | 25 | ||||||||
O. mykiss juvenil | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 | ||||
Qeco hidrobiológico (m3/s) | 20 | 20 | 50 | 50 | 20 | 20 | 20 | 25 | 25 | 25 | 25 | 20 |
De acuerdo a lo indicado por Extremo Sur Expediciones y Pacífico Andino, kayak y rafting se desarrollan de manera comercial entre los meses de noviembre y febrero con un caudal ideal de entre 80 y 160 m3/s. Los parámetros de velocidad y profundidad asociados a dichas actividades (Tabla 1) se ingresaron al software CASIMIR, y a partir de este se obtuvo un HSI asociado estas actividades y para los diferentes caudales de análisis. La Figura 3 muestra los resultados obtenidos.
La Figura 3 muestra una estabilización de la pendiente para caudales entre 80 y 160 m3/s. Estos caudales se encuentran dentro del rango adecuado para desarrollar kayak y rafting, sin embargo superan el caudal medio mensual para el tramo de estudio en los meses de enero y febrero (~53 m3/s). Según SEA (2016) el caudal ambiental debe satisfacer tanto los requerimientos de especies como de usos antrópicos. Por lo tanto, el caudal ambiental se obtuvo a partir del cruce de los resultados anteriores y considerando el mayor caudal necesario para cada mes.
La Figura 4 muestra un resumen de los resultados obtenidos y el régimen de caudal ambiental incluyendo usos antrópicos. Adicionalmente, la Tabla 5 muestra los caudales resultantes (la envolvente) del análisis realizado. Es importante mencionar que caudales inferiores a 50m3/s dificultan el desarrollo de actividades antrópicas debido a la disminución de alturas de agua. Como se indica en la Tabla 1, profundidades menores a 0.5 m impiden el desarrollo adecuado de rafting y kayak, ya que probablemente se formarán islas que interrumpen la conectividad longitudinal del río.

Figura 4 Régimen de caudal ambiental obtenido como la envolvente de los caudales calculados de acuerdo a modelo hidrobiológico e hidrológico. La línea segmentada roja muestra el caudal ambiental obtenido del cruce de información de caudal ecológico (línea azul), caudal hidrobiológico (línea celeste) y caudal para usos antrópicos (línea azul marino)
Tabla 5 Régimen de caudal ambiental calculado considerando parámetros ecológicos, hidrológicos y antrópicos
Ene | Feb | Mar | Abr | May | Jun | Jul | Ago | Sep | Oct | Nov | Dic | |
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Q ambiental, m3/s | 55 | 55 | 50 | 50 | 20 | 20 | 20 | 25 | 25 | 25 | 55 | 55 |
La Figura 5 muestra las profundidades obtenidas del modelo para un caudal de 20 m3/s. Se muestra que en gran parte del tramo de estudio las profundidades no superan los 0.4 m, profundidades con las cuales no es posible desarrollar las actividades antrópicas mencionadas. Como se observa en la Figura 5, el mayor HSI para rafting y kayak (HSI = 0.47) se obtiene para caudales entre 100 y 150 m3/s. Para efectos de proponer un caudal adecuado para esta actividad se define un caudal de 50 m3/s, el cual representa un valor promedio para los meses de enero y febrero, y tiene asociado un índice de idoneidad de 0.35. Si bien este caudal cumple con los requisitos hidráulicos de velocidad, y profundidad sugeridos por SEA (2016), sólo el 35% de la superficie utilizada por el río en enero y febrero sería potencialmente útil para las actividades antrópicas. Cabe mencionar que en el caso de actividades antrópicas sólo se consideraron los meses en que estas se desarrollan de manera comercial y por turismo. Los resultados muestran que una disminución de caudales en dichos meses tendrían un impacto sobre el HSI, con un impacto prácticamente proporcional a la reducción de caudales por debajo de 50 m3/s.
SEA (2016) establece criterios de profundidad mínima y velocidad máxima para llevar a cabo actividades antrópicas como rafting y kayak. Sugiere profundidades mínimas de 0.2 y 0.1 m respectivamente, y una velocidad máxima de 4.5 m/s, para ambas actividades. La información entregada por SEA (2016), se comparó con la información obtenida del modelo hidráulico para todos los caudales modelados. En la Figura 6 se observa que todos los caudales modelados cumplen con una profundidad mayor a la definida por SEA (2016), sin embargo, profundidades como las indicadas por SEA (2016) resultan inviables para practicar rafting y kayak. Profundidades de 20 cm o inferiores no permiten la navegación de una balsa y tampoco permiten remar dentro del río, sugiriendo una deficiencia en las recomendaciones establecidas en SEA (2016).
Conclusiones
Se sugiere un régimen de caudal ambiental para un tramo del río Ñuble en las cercanías de San Fabián de Alico. Este régimen persigue tanto la mantención de especies de fauna íctica, como la mantención de las actividades de usos antrópicos que tradicionalmente se han desarrollado en ese lugar tales como turismo y kayak. En general, los resultados obtenidos y el régimen de caudal ambiental propuesto satisfacen los requerimientos establecidos en SEA (2016). Por el contrario, las profundidades mínimas definidas por SEA (2016) para la mantención de actividades antrópicas como rafting y kayak resultan insuficientes para dicho objetivo, y por lo tanto, considerar sólo los lineamientos indicados en SEA (2016) podría representar una amenaza a la mantención de las actividades de recreación que hoy se realizan en el AI del proyecto. Se estimó que para usos antrópicos se debería contar con un caudal de al menos 50 m3/s. Dado que en época estival no se cuenta con dichos caudales, se sugiere, al menos mantener el caudal medio mensual natural para favorecer la realización de actividades recreacionales asociadas al turismo. Por otra parte, se estimó que la fauna íctica no se debería ver afectada en caso de desarrollo del proyecto, debido a que las condiciones de oxigenación, velocidad y profundidad del río se mantendrían, principalmente, debido a la morfología del río y de los meso-hábitat presentes, los cuales no sufrirían cambios ante una potencial modificación de los caudales.