INTRODUCCIÓN
La tos, en condiciones normales, desempeña una función protectora esencial de la vía aérea y pulmones, ya que permite el adecuado aclaramiento de secreciones como mucus, sustancias nocivas, partículas extrañas y microorganismos infecciosos, evitando su retención y aspiración, lo cual predispondría a infección de la vía mencionada, atelectasia y eventual disfunción respiratoria. Bajo ciertas condiciones, sin embargo, puede ser excesiva y potencialmente dañina para la mucosa de la vía aérea1.
La tos puede ser clasificada según su duración en aguda, si dura menos de 3 semanas, subaguda si se prolonga por 3 a 8 semanas, y como crónica si se extiende más allá de 8 semanas2-4.
Este síntoma puede ser la primera manifestación de patologías pulmonares y extrapulmonares, con un amplio espectro de diagnósticos diferenciales que involucra diferentes especialidades de la medicina, incluida la otorrinolaringología3. Semiológicamente, puede ser la manifestación esperada y aceptada de una infección aguda respiratoria, sin embargo, si la tos persiste, puede motivar al paciente a solicitar evaluación médica.
FISIOLOGÍA DE LA TOS
La tos ocurre por la compleja acción del arco de la tos. Este proceso se inicia por la irritación de receptores que en su mayoría corresponden a fibras C. Aquellos que se encuentran distribuidos en el epitelio de la tráquea, carina y laringe pueden responder a estímulos químicos, como la acidez, calor, frío, capsaicina (se encuentra en pimientos picantes), bradicinina, solución salina hipertónica, y también a estímulos mecánicos. Existen receptores de la tos localizados en el canal auditivo externo (CAE), tímpano, senos paranasales, faringe, diafragma, pleura, pericardio y estómago, que probablemente solo respondan a estímulos mecánicos, como el tacto o desplazamiento1.
Los impulsos generados en los receptores de la tos se transmiten por una vía aferente a través del nervio vago hacia el centro de la tos, localizado en el núcleo del tracto solitario. El centro de la tos genera una señal eferente que viaja por el nervio vago, frénico y nervios espinales motores, hacia la musculatura espiratoria y laringe1. El centro de la tos, está bajo el control de regiones corticales superiores, por lo que puede manifestarse o inhibirse voluntariamente y asociarse a componentes afectivos3,5.
Los eventos mecánicos de la tos pueden ser divididos en 3 fases1:
–. Fase inspiratoria: Inhalación, la cual genera el volumen necesario para una tos efectiva.
–. Fase compresiva: Las cuerdas vocales se acercan a la línea media, mientras que los músculos espiratorios se contraen, generando presión intratorácica positiva de hasta 300 mmHg.
–. Fase espiratoria: La glotis se abre, con un flujo espiratorio a alta velocidad, produciendo el sonido de la tos.
El mecanismo descrito permite el aclaramiento de partículas y secreciones de la vía área, siendo un beneficio para el individuo. Sin embargo, de esta misma manera se obtienen las complicaciones de la tos, que incluyen: cansancio, insomnio, cefalea, mareo, dolor músculo-esquelético, fracturas costales, disfonía e incontinencia urinaria2.
La tos débil o ineficaz disminuye la capacidad de eliminar las infecciones de la vía respiratoria baja, lo cual predispone a infecciones pulmonares graves y sus secuelas. Existen diferentes condiciones que conducen a una tos deficiente, tales como: recién nacidos, adultos mayores, trasplantados de pulmón, pacientes con trastornos neuromusculares, deformidades de la pared del tórax, traqueomalacia, enfermedades obstructivas, secreciones anormales de la vía aérea, traqueostomía y depresión respiratoria central por anestesia o sedación6.
EPIDEMIOLOGÍA
La tos es un síntoma muy frecuente; su prevalencia reportada en diferentes países varía de 9% a 33%3. Las mujeres son más propensas a desarrollar tos crónica7,8. Este síntoma está habitualmente relacionado a la exposición de tabaco, ya sea pasiva o activamente, tanto en niños como adultos9,10.
La tos aguda es generalmente secundaria a algún proceso infeccioso viral del tracto respiratorio, o, exacerbaciones de patologías pulmonares crónicas, como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica3.
Las causas de la tos que se prolonga entre 3 a 8 semanas son múltiples. Incluyen infecciones por ciertos microorganismos específicos, como Bordetella pertussis o Mycoplasma pneumoniae, hiperreactividad de la vía aérea posinfecciosa, reflujo gastroesofágico e insuficiencia cardíaca congestiva subclínica4.
La mayoría de las veces la tos crónica se explica por una sola causa8,11,12. Luego del enfrentamiento diagnóstico adecuado, es posible establecer la etiología en el 93% a 98% de los pacientes8,13. Aproximadamente el 20% de los pacientes presenta recurrencia de sus síntomas en un plazo de seguimiento de 3 meses12. Además, se ha determinado que la tos crónica es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de adenocarcinoma esofágico. Esto, mediante análisis multivariado –considerando antecedentes demográficos, comorbilidades y síntomas–, en pacientes con adenocarcinoma esofágico en diferentes estadíos, y sus respectivos grupos control14.
La importancia de las diferentes causas de tos crónica varía según el estudio. Diversas publicaciones mencionan dentro de las más frecuentes: asma, reflujo gastroesofágico, rinosinusitis y bronquitis crónica, descarga posterior7,8,11,12,15,16. Sin embargo, existen múltiples otras causas que deben considerarse en el diagnóstico diferencial, y que el otorrinolaringólogo debe conocer.
ENFRENTAMIENTO DIAGNÓSTICO
Diversos algoritmos se han propuesto para el enfrentamiento diagnóstico de la tos crónica4,8,17,18. En ocasiones puede resultar un desafío diagnóstico, incluso para el especialista, por lo que debe mantenerse un elevado índice de sospecha, en particular en los cuadros prolongados, para descartar precozmente causas graves.
Debe obtenerse una detallada historia clínica, que incluya las características semiológicas de la tos y síntomas asociados, como fiebre. Resulta relevante determinar el tiempo de evolución y la edad del paciente4,19. Debe interrogarse dirigidamente por la presencia de síntomas compatibles con las patologías más probables, que ya se mencionaron. Se incluyen también, antecedentes médicos, uso de medicamentos, en particular inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), exposición a tabaco y otros irritantes ambientales, infección respiratoria alta reciente, junto con un examen otorrinolaringológico completo, en función de establecer la etiología. Además, resulta mandatorio examinar el corazón y pulmones4.
Tanto la anamnesis como el examen físico, son elementos que deben estar presentes en el estudio de un paciente con tos crónica. La solicitud de radiografía de tórax ha sido incorporada en diferentes algoritmos de enfrentamiento diagnóstico, sin existir consenso respecto al momento en el que debe solicitarse. En algunas publicaciones se utiliza al ingreso, junto con la anamnesis y examen físico, mientras que otros autores la solicitan luego de haber descartado las causas más frecuentes de tos crónica8,11,20,21. El carácter productivo de la tos, junto con una radiografía de tórax anormal, son buenos predictores de enfermedad pulmonar8. El uso de tomografía axial computarizada de tórax, debiera reservarse para pacientes con tos crónica productiva, con radiografía de tórax normal8.
En Chile, dada la realidad epidemiológica local, en aquellos pacientes mayores a 15 años con tos productiva de más de dos semanas de evolución, se aconseja la obtención de dos baciloscopías, para pesquisar oportunamente casos de tuberculosis22.
Es importante destacar que dentro de las principales causas de la tos crónica se encuentran patologías habitualmente manejadas por otorrinolaringólogos.
REFLUJO FARINGOLARÍNGEO
El reflujo faringolaríngeo (RFL) consiste en el movimiento retrógrado de contenido gástrico hacia la faringolaringe, debido a una alteración del esfínter esofágico superior que ocurre principalmente en posición ortostática, durante el día23. El 10% de los pacientes que consultan a un otorrinolaringólogo presentan RFL24.
Los síntomas (Tabla 1) más comunes del RFL incluyen: disfonía, tos (en hasta el 50% de los pacientes), globus faríngeo y carraspera24,25.
Tabla 1 Síntomas y su respectivo porcentaje de presentación, en pacientes con reflujo faringolaríngeo
Síntoma | Porcentaje de presentación |
---|---|
Disfonía crónica o intermitente | 19,8% – 71% |
Tos crónica | 40% – 51% |
Globus faríngeo | 21,4% – 47% |
Carraspera | 15,8% – 42% |
Disfagia | 1,5% |
Descarga posterior | 3,17% |
Ronquido | 1,5% |
Pirosis o regurgitación | 43% |
Estos síntomas son inespecíficos, y podrían explicarse por otras causas23,26. Solo el 40% de los pacientes presenta síntomas gastrointestinales, como pirosis y regurgitación24.
Se ha asociado además a otras condiciones (Tabla 2) severas como carcinoma laríngeo y estenosis subglótica24. Otras manifestaciones incluyen asma, sinusitis y otitis media23.
Tabla 2 Manifestaciones clínicas relacionadas con reflujo faringolaríngeo
Carcinoma laríngeo | Degeneración polipoídea |
Estenosis subglótica | Laringomalacia |
Fijación aritenoidea | Leucoplaquia recurrente |
Laringoespasmo paroxístico | Sinusitis |
Movimiento paradojal de cuerdas vocales | Otitis media |
Nódulos vocales | Apnea del sueño |
Síndrome de muerte súbita en niños | Exacerbación de asma |
El diagnóstico de RFL habitualmente se basa en la clínica y hallazgos laríngeos23. La gran mayoría de los pacientes con RFL responde bien a los cambios en estilo de vida y medicamentos para la supresión ácida del estómago, por lo que una prueba terapéutica puede ser usada como enfrentamiento diagnóstico inicial26.
Belafsky y col, desarrolló y validó una herramienta autoaplicada por el paciente, denominada Reflux Symptom Index (RSI), que permite al clínico documentar el grado del RFL al inicio y durante el tratamiento. Un puntaje mayor a 13 se considera anormal27.
Aquellos pacientes con disfonía persistente, que se prolongue por más de 2 a 3 semanas, requieren una nasofibroscopía para descartar cáncer y otras condiciones más relevantes14,28.
La nasolaringoscopía mostrará signos de irritación e inflamación laríngea inespecíficos: engrosamiento, eritema y edema de la comisura posterior de la laringe29. El pseudosulcus y granuloma de contacto han sido descritos como hallazgos altamente sugerentes de RFL30,31. Hickson y cols, reportaron un valor predictivo positivo de pseudosulcus para RFL de 90%30. Belaksky y col., diseñaron una escala (Reflux Finding Score –RFI–) que evalúa 8 hallazgos a la laringoscopía (edema sulglótico, obliteración ventricular, eritema/hiperemia, edema de cuerda vocal, edema laríngeo difuso, hipertrofia de comisura posterior, granuloma/tejido granulatorio y engrosamiento mucoso endolaríngeo), siendo una herramienta validada para la documentación de los hallazgos físicos y severidad del RFL, con una excelente reproducibilidad inter e intraobservador32.
Ambas escalas; RSI y RFI, son herramientas objetivas útiles, que pueden incluirse en la práctica del otorrinolaringólogo, con bajo costo25.
La corroboración de los eventos de reflujo se logra con impedanciometría y pHmetría con doble sensor de 24 horas (con sensor localizado en esófago y faringe). Ambos se realizan de manera ambulatoria, y son bien tolerados.
Se han diseñado diversos estudios para determinar el límite superior normal de pH en laringe. En general se considera como patológica, la exposición de la mucosa laríngea a un pH <4, sin embargo, existe controversia al respecto. No existe consenso claro respecto a cuántos eventos con pH anormal, en 24 horas, o en razón de fracción de tiempo, se considera fisiológico. Suele usarse para diagnóstico de RFL una pHmetría doble de 24 horas que muestre tiempo de exposición total a pH <4 mayor al 1% o 4 eventos en 24 horas26,33.
La patogenia del RFL incluye eventos de reflujo no ácido. Es por esto que, estudios más recientes, plantean que la combinación de pHmetría doble de 24 horas con impedancometría, detectaría significativamente más eventos de RFL, que el análisis del pH por sí solo, pudiendo ser el nuevo estándar de oro diagnóstico de esta patología, en población pediátrica y adulta34,35.
Otras pruebas diagnósticas como esofagografía y esofagoscopía tienen menos sensibilidad, pero resultan útiles para el estudio de las potenciales complicaciones esofágicas relacionadas24,32.
Es relevante el diagnóstico oportuno de esta patología, para lograr el alivio de los síntomas y evitar complicaciones. Por otro lado, es importante no sobrediagnosticar el RFL, para evitar el gasto económico que conlleva.
DESCARGA POSTERIOR
La descarga posterior es el drenaje de secreciones desde la nariz y los senos paranasales hacia la faringe36.
En diversos estudios prospectivos se ha atribuido como principal causa de tos crónica, en forma aislada o en combinación con otras condiciones7,8,11,15. Sin embargo, el reporte de síntomas posee una amplia variación geográfica, probablemente por las diferentes definiciones utilizadas, variabilidad en la percepción de los síntomas y falta de métodos estandarizados para evaluar los síntomas. Además, los mecanismos por los cuales la descarga posterior se vincula con tos crónica no son aún bien comprendidos. Es por esto que ha existido persistente controversia respecto al rol de la descarga posterior en la tos crónica37.
En un estudio experimental, los investigadores concluyeron que el arco reflejo de la tos puede ser sensibilizado desde la nariz, produciendo tos crónica en condiciones como rinosinusitis. La descarga posterior actúa como desencadenante endógeno del reflejo de la tos38.
Sin embargo, no todos los pacientes con descarga posterior presentan tos, razón que también resulta desconocida. O'Hara y col, al examinar 108 pacientes con descarga posterior purulenta, encontraron que solo el 21% presentaba tos dentro de sus síntomas39.
Mediante biopsias obtenidas por fibrobroncoscopía, se verificó que en pacientes con tos crónica, no asmáticos, de los cuales la mayoría presentaba descarga posterior, existen cambios histológicos en la vía aérea; engrosamiento de la membrana basal, aumento de mastocitos, y de la vascularización40.
En el año 2006 el American College of Chest Physicians publicó una recomendación de expertos, que sugiere referirse a los pacientes con tos crónica secundaria a anomalías de la vía aérea superior, como síndrome de tos de la vía aérea superior, en reemplazo de síndrome de descarga posterior41.
El diagnóstico diferencial es amplio, e incluye: rinitis alérgica, rinitis perenne no alérgica, rinitis posinfecciosa, sinusitis alérgica fúngica, rinitis secundaria a anomalías anatómicas, rinitis por irritantes químicos o físicos, rinitis ocupacional, medicamentosa y del embarazo41.
Los signos y síntomas de la descarga posterior son inespecíficos y el diagnóstico no puede basarse exclusivamente en la anamnesis y examen físico, ya que no existen hallazgos patognomónicos. Por otro lado, la ausencia de elementos clínicos clásicos, no permite excluir el diagnóstico. No existen pruebas específicas para cuantificar la descarga posterior o probar que sea la causa directa de la tos36,41. Es por esto, que el diagnóstico de tos crónica secundaria a descarga posterior debería establecerse por la combinación de criterios; incluyendo síntomas, examen físico, hallazgos radiológicos y respuesta a la terapia41.
Los pacientes lo reportan como “descarga hacia la faringe”, “descarga nasal”, “carraspera”, “mucosidad en la garganta”, “catarro nasal”. Hallazgos sugerentes al examen físico son la presencia de secreciones mucosas o mucopurulentas en la nasofaringe u orofaringe, y mucosa empedrada (cobblestoning)36,41.
Para la rinitis alérgica y rinosinusitis se dispone de una herramienta más objetiva, y validada, para la evaluación de los síntomas y respuesta a tratamiento. La encuesta SNOT-2042 fue adaptada al español (Tabla 3) y validada en población chilena43.
Tabla 3 Indicadores de la escala SNOT-20, validada al español para población chilena. A cada elemento se le asigna un puntaje de 0 a 5
Necesidad de sonarse la nariz | Dificultad para quedarse dormido |
Estornudos | Se despierta durante la noche |
Secreción nasal continua | Sensación de que durmió mal |
Tos | Despierta cansado(a) |
Cae secreción por atrás hacia la garganta | Fatiga o cansancio |
Secreción nasal espesa | Menor productividad o rendimiento |
Sensación de oído tapado | Menor (disminución en la) concentración |
Mareos | Frustrado/inquieto/irritable |
Dolor de oído | Triste |
Dolor o presión en la cara | Avergonzado |
En esta población los cinco indicadores seleccionados por los voluntarios, como indicadores-objetivo fueron “necesidad de sonarse la nariz” (43%), “secreción nasal continua”, “cae secreción por atrás hacia la garganta” (34%), “sensación de haber dormido mal” (32%), “despertar cansado” (27%). Esta encuesta resulta un instrumento confiable, útil, fácil de aplicar en la práctica clínica, en un tiempo máximo de 3 minutos y 21 segundos43.
La respuesta a manejo específico es el pilar fundamental en el diagnóstico de la descarga posterior41. Puede instaurarse un tratamiento con antihistamínicos H1. Si existe mejoría en los síntomas el diagnóstico se confirma. Por otro lado, si no hay respuesta a la terapia empírica debe solicitarse una imagen de cavidades paranasales36.
Debe considerarse la descarga posterior como causa de tos crónica, en forma aislada o concomitante a otras patologías, en particular RFL. Hay que tener presente que ésta involucra a sí mismo, un amplio diagnóstico diferencial, que se debe analizar frente cada paciente, para otorgar el tratamiento adecuado.
OTRAS CAUSAS RELACIONADAS CON OTORRINOLARINGOLOGÍA
Se ha discutido acerca de las patologías vinculadas a la otorrinolaringología más frecuentemente asociadas a tos crónica. A continuación se mencionan otras causas menos frecuentes, pero que, como especialista no se deben olvidar.
Existe escasa evidencia respecto a que la hipertrofia amigdalina pudiera ser causa de tos crónica, en pacientes sin etiología precisada. En una serie de 236 pacientes con tos crónica, se observó que en aproximadamente el 3% de los casos, la sintomatología podría explicarse exclusivamente por el tamaño aumentado de sus amígdalas. Posterior a la tonsilectomía en este grupo, la sintomatología disminuyó considerablemente –al comparar con el grupo control (pacientes con hipertrofia amigdalina sin tos, que se sometieron a cirugía por otras causas)–, usando una escala visual análoga de tos, numerada de 0 a 100 mm, con una disminución promedio de 30 mm44.
Escasos estudios se han diseñado para evaluar la prevalencia de tos crónica en pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS). La literatura disponible reporta una prevalencia en este grupo de 33% a 68%. La causa aún no se ha determinado. Habitualmente estos pacientes con SAOS y tos, no presentan la clásica sintomatología, y podrían tener un puntaje en la escala de Epworth normal. Debiera considerarse este diagnóstico en pacientes con tos crónica sin causa precisada luego del enfoque inicial, especialmente en aquellos con ronquido e índice de masa corporal elevado. Pequeñas series plantean que el uso de CPAP mejora significativamente la tos en estos pacientes45.
La irritación del CAE por cuerpos extraños o cerumen, se menciona como causa inhabitual de tos seca, por la estimulación de la rama auricular del nervio vago, también conocido como nervio de Arnold. Es por esto, que no debemos olvidar realizar la otoscopía, aun cuando el motivo de consulta sea tos46.
La hipertrofia de amígdala lingual suele ser una condición asintomática. En aquellos casos que presentan síntomas, puede producir tos, además de disfonía. Resulta dificultoso el acceso mediante el examen físico, por lo que debe incluirse su visualización y estimación de tamaño durante la nasofibroscopía47.
OTRAS CAUSAS DE MAYOR GRAVEDAD
Si bien se han discutido las principales causas de tos en el adulto, vinculadas con la otorrinolaringología, junto con otras menos comunes, resulta relevante tener en consideración que un paciente con tos puede padecer de patologías más graves. Es por esto, que resulta relevante la sospecha clínica.
La tos está presente en un gran porcentaje de los carcinomas broncogénicos. Esta etiología está presente en menos del 2% de los pacientes con tos crónica. Debe considerarse como posible etiología en cualquier fumador activo o pasado, en particular si presenta las siguientes características: tos nueva o con cambios recientes en sus características, que persiste más de un mes luego del cese del tabaco, hemoptisis que no se acompaña de infección de la vía aérea48.
Debemos recordar que aproximadamente el 42% de la población chilena mayor a 15 años tiene tabaquismo activo49. Debido a que los cánceres pulmonares suelen detectarse de manera tardía, impactando negativamente en su pronóstico, debemos sospechar y derivar oportunamente.
Otros cánceres que incluyen tos en su cuadro clínico, son aquellos que comprometen pleura, mediastino, y cualquier metástasis hacia el tórax50.
POBLACIÓN PEDIÁTRICA
La etiología de la tos en niños difiere de los adultos, por lo tanto, la aproximación empírica usada en adultos no es válida en niños. Dentro de la evaluación frente a población pediátrica deben considerarse factores ambientales, particularmente exposición a humo de tabaco, así como las preocupaciones y expectativas de los padres19,52.
TRATAMIENTO SINTOMÁTICO DE LA TOS
La tos, independiente de la causa, es un síntoma que puede alterar la calidad de vida de los pacientes. El principal objetivo del tratamiento debe ser el adecuado manejo de la causa subyacente, sin embargo, en ocasiones puede ser necesario un enfoque sintomático4.
Existen diversos medicamentos para el manejo sintomático de la tos. Las drogas antitusivas más ampliamente disponibles se dividen según su mecanismo de acción, en central y periférico. La codeína, dextrometorfano y cloperastina son los agentes con acción central más comunes, que inhiben la tos por su acción primaria en el centro de la tos. La levodropropizina es un agente no-opioide con acción periférica52.
Una revisión sistemática recientemente publicada, respecto al uso de la codeína y sus derivados en comparación al placebo, para el tratamiento de la tos crónica en niños, no encontró estudios clínicos randomizados que evaluaran este aspecto. Pese a la falta de evidencia que apoye o refute esta práctica, las autoridades regulatorias internacionales desaconsejan el uso de codeína en menores de 12 años, en población de 12 a 18 años con comorbilidad pulmonar y madres en lactancia51,52. Dentro de los efectos adversos de la codeína se incluyen depresión respiratoria, prurito, rush, edema facial, vómitos y ataxia51.
Por otro lado, la FDA (U.S Food Drug and Administration) en el año 2012 emitió un comunicado respecto a la seguridad de la codeína, como analgésico en el posoperatorio de niños que fueron sometidos a adenoamigdalectomía por apnea del sueño. A esa fecha se habían reportado 3 muertes y, un caso de depresión respiratoria severa, asociado al uso de este medicamento. Se demostró que estos pacientes eran metabolizadores ultrarrápidos del citocromo P450 2D6 (CYP2D6), enzima que transforma la codeína en morfina a nivel hepático53.
Zanasi y col, en su metaanálisis publicado el año 2015, concluye que la levodropropizina es una terapia antitusiva efectiva tanto en niños como adultos, en comparación a antitusivos centrales y placebo, en términos de reducción de la duración e intensidad de la tos, así como despertares nocturnos. Estos resultados positivos son particularmente relevantes, considerando que este medicamento es en general bien tolerado54.
Diversos estudios se han diseñado para evaluar la efectividad de la miel en el manejo de la tos aguda en niños. En 2014 se publicó una revisión sistemática que incluyó dos estudios clínicos randomizados. El análisis realizado concluye que la miel sería mejor que no dar ningún tipo de tratamiento para el alivio sintomático de la tos y la mejoría en la calidad del sueño de los niños y sus padres, pero no sería mejor que el dextrometorfano. No se reportaron mayores efectos adversos. No existe evidencia disponible en contra del uso de la miel para el manejo de la tos en población pediátrica55. Posterior a esta publicación, se realizó un estudio que evaluó el uso de múltiples dosis de miel para el manejo sintomático de tos aguda en niños, concluyendo que la miel tiene la misma efectividad que el dextrometorfano y levodropropizina56.
La American College of Chest Physicians (ACCP) desaconseja el uso de antitusivos en las infecciones virales o bacterianas del tracto respiratorio superior. Para el manejo clínico de la tos en adultos aconseja la combinación de un antihistamínico anti H1 de primera generación con un descongestionante57.
Respecto al uso de corticoides intranasales (CIN) para el manejo de la tos crónica en adulto, se publicó una revisión sistemática que incluyó 8 estudios primarios. Luego del metaanálisis se concluye que los CIN producen una disminución significativa en el manejo sintomático de la tos, sin embargo, la calidad de la evidencia es baja58.
Hodgson y col, diseñaron un estudio randomizado, doble ciego, controlado, que evaluó si el uso de azitromicina en una dosis de 250 mg, trisemanal, durante 8 semanas, comparado con placebo, en 44 pacientes, lograba mejoría en el puntaje de la escala Cough Questionnaire (LCQ)59. Los autores no encontraron diferencia significativa entre ambos grupos, excepto para aquellos que tenían el diagnóstico asociado de asma60.
Existen múltiples medicamentos disponibles para el manejo sintomático de la tos, sin embargo, debemos seleccionar aquellos que posean evidencia, y sean adecuados y seguros para cada caso en particular.
ENFRENTAMIENTO TERAPÉUTICO ESPECÍFICO
-
Reflujo faringolaríngeo:
El tratamiento del RFL depende de la intensidad y frecuencia de los síntomas. Pacientes con síntomas moderados y/o intermitentes pueden manejarse con modificaciones en la dieta y antagonistas-H2, como ranitidina. La mayoría de los pacientes con RFL, requerirá inhibidores de la bomba de protones (IBP) cada 12 horas, debido a que ninguno logra un efecto por más de 16,8 horas.
Para algunos pacientes será necesario combinar antagonistas-H2 con IBP.
Luego de 2 a 3 meses de tratamiento, la mayoría de los pacientes reporta mejoría de los síntomas, sin embargo, demora al menos 6 meses resolver los cambios anatómicos secundarios al RFL. Es por esto, que se recomienda el uso de IBP dos veces al día por un período mínimo de 6 meses23.
-
Descarga posterior:
El American College of Chest Physicians recomienda iniciar un tratamiento empírico en estos pacientes, debido a que la mejoría o resolución de la tos es el elemento fundamental para confirmar el diagnóstico. Esto podría resultar particularmente útil si no se ha determinado la causa específica mediante anamnesis y examen físico41.
Macedo y col, desarrollaron un estudio observacional abierto, con 21 pacientes con tos crónica como síntoma principal. Se concluyó que el tratamiento local para rinosinusitis con corticoesteroides tópicos, junto con antihistamínicos H2 y anticolinérgicos intranasales, logra mejoría significativa en la tos y descarga nasal anterior. No hubo disminución de la descarga posterior, pero sí mejoría en la apariencia de la mucosa. Estos autores hacen referencia a otro estudio, que utilizó antihistamínicos H1 orales junto con descongestionante nasal, lo cual mostró ser efectivo en el 59% de los pacientes con tos crónica y descarga posterior61.
Estos hallazgos deben ser confirmados mediante estudios controlados randomizados.
Se puede comenzar con antihistamínicos de primera generación asociado a descongestionantes nasales. Si existe resolución parcial o completa, puede mantenerse la terapia. Una mejoría marcada de los síntomas puede demorar varias semanas, e incluso meses36.
No está claro si la combinación de inhibidores de la bomba de protones con terapia para la rinosinusitis tendría un impacto significativo en la disminución de la tos61.
El tratamiento debe completarse en base a la patología específica. Por ejemplo, evitar la exposición a alérgenos específicos, esteroides nasales y antihistamínicos, tratamiento de infecciones concomitantes y corrección de anomalías sinusales. Estas medidas pueden tener un efecto indirecto en el manejo de la tos relacionada a descarga posterior36.
CONCLUSIÓN
Durante los últimos años, se ha incrementado la derivación de pacientes con tos crónica directamente a otorrinolaringólogos, asumiendo que se encontrará alguna alteración en la vía aérea superior. Si bien, se deben considerar las causas más probables de tos crónica, como reflujo faringolaríngeo y descarga posterior, es necesario recordar que existe un amplio diagnóstico diferencial, que puede ser del área, así como de otras especialidades médicas, por lo que puede necesitarse un abordaje multidisciplinario.
La anamnesis y el examen físico resultan fundamentales para el primer enfrentamiento. El otorrinolaringólogo se encuentra en una situación privilegiada para evaluar las áreas anatómicas de interés. Otros exámenes deben solicitarse en base a la sospecha diagnóstica. En ocasiones puede resultar un desafío para el clínico, pero un enfrentamiento sistemático y exhaustivo conducirá al diagnóstico certero en la mayoría de los pacientes. El manejo puede incluir tratamiento sintomático, así como terapias específicas según la patología del paciente.