1. INTRODUCCIÓN
El deporte constituye un fenómeno social que contribuye al desarrollo personal, por medio del progreso en el bienestar físico, psicológico y social, dando lugar a una mejor calidad de vida (Irazusta & Arruza, 2006; Romero, García-Mas, & Brustad, 2009). Dentro de la literatura, se han señalado sus diversas contribuciones, tanto para la salud física (Bouchard, Bar-Or, & Malina, 2004; Britapaz & Del Valle, 2015) como para la salud mental, disminuyendo el estrés y aumentando el bienestar general (Jiménez, Martínez, Miro, & Sánchez, 2008). Sin embargo, al igual que las prácticas deportivas impactan en el estado psi cológico, existe fuerte evidencia del impacto de factores psicológicos (e.g. ansiedad, nerviosismo, presiones psicológicas) sobre los desempeños en deportes competitivos (Molina, Sandín, & Chorot, 2014).
El deporte competitivo, se caracteriza por ser una variación de la actividad física, basada en un trabajo programado y riguroso, constituido como un proceso continuo y de permanencia en el tiempo, en base a metas específicas relacionadas con competiciones y resultados (Blázquez, 1995; Moreno, Águila, & Borgues, 2011). Estas carac terísticas no solo implican un fuerte compromiso conductual y psicológico con la actividad, sino que son generadoras de intensas emociones, cuando las exigencias aumentan (Dias, Cruz, & Fonseca, 2011; Muñoz de Morales & Bisquerra, 2006), las que a su vez, se ven fuertemente influenciadas por otras variables como: la incertidumbre del resultado, el público, las expectativas de personas significativas y la motivación (Bueno, Capdevila, & Fernández-Castro, 2002; Ramis, Torregrosa, Viladrich, & Cruz, 2013). Si bien todas estas variables tienen un rol fundamental en el desempeño y actuación de los deportistas, una de las variables psicológicas más analizadas en diferentes actividades físicas, es la ansiedad pre-competitiva, considerada como factor influyente en el rendimiento deportivo (Bueno et al., 2002; Pinto & Vásquez, 2013).
La ansiedad pre-competitiva, es un tipo de ansiedad de estado, que refiere a la reacción emocional de aprehensión, tensión, y nerviosismo ante situaciones de competencia (Dosil, 2008; Martens, Vealy, & Burton, 1990), la cual puede favorecer o perjudicar el rendimiento de los deportistas (Pineda-Espejel, López-Walle, & Tomás, 2015). Desde una aproximación multidimensional, la ansiedad pre-competitiva se compone de tres elementos: ansiedad somática; ansiedad cognitiva; y autoconfianza (e.g. Martens et al.,1990; Ruiz-Juan, Zarau, & Flores-Allende, 2016).
La ansiedad somática, hace referencia al aumento de los indicadores fisiológicos, tales como tensión muscular, aumento de la frecuencia cardiaca, malestares estomacales y la sudoración; la ansiedad cognitiva refiere a la evaluación negativa que realiza el sujeto sobre su rendimiento y resultados (e.g. pensamientos de inseguridad, pérdida total de concentración o disminución de la misma; Navarro Guzmán, Amar, & González, 1995); y, la autoconfianza, refiere al grado de convicción del deportista de poder lograr lo que se propone, la cual opera como un regulador de la ansiedad (Burton, 1988; Chamberlain & Hale, 2007; Chirivella & Esquiva, 2012; Modroño & Guillén, 2011; Ruiz-Juan et al., 2016).
Si bien el manejo y control de la ansiedad pre-competitiva depende de diversos factores (e.g. autoconfianza, optimismo, relaciones interpersonales; León-Prados, Fuentes, & Calvo, 2014; Ortín-Montero, De la Vega, & Gosálvez-Botella, 2013), en la literatura se observa de forma consistente que, cuando los niveles de ansiedad son elevados, se despliegan estrategias de afrontamiento para reducir la ansiedad y restaurar el equilibrio psicológico (Soto, 2003; Dias et al., 2011).
Las estrategias de afrontamiento refieren a los esfuerzos cognitivos y conductuales que se ponen en marcha para manejar las demandas, externas y/o internas, que son evaluadas como mayores a los recursos del individuo. Es decir, son un conjunto de respuestas que elabora el individuo ante diversas situaciones estresantes (Lazarus & Folkman, 1986; Márquez, 2006).
Dada su composición multivariante, en la literatura se distinguen dos grandes tipos de estrategias de afrontamientos, las orientadas hacia el objetivo, donde se pretende cambiar aspectos de la situación a través de la planificación y análisis lógico (e.g. Smith, Ntoumanis, Duda, &Vansteenkiste, 2011); y las orientadas a la emo ción, donde las acciones que se emplean tienen como finalidad la regulación de las emociones, mediante el autocontrol y la búsqueda de apoyo (e.g. Poliseo & McDonough, 2012).
La adecuada utilización de las estrategias de afrontamiento, durante las competiciones, ayudan a manejar las emociones negativas, organizar la recepción de la información, planificar las respues tas según los recursos disponibles y a la ejecución de las acciones apropiadas, permitiendo obtener un control favorable de la ansiedad, por medio de la resolución del conflicto (Cantón-Chirivella, Checa-Esquiva, & Vellisca-González, 2015; Pinto & Vásquez, 2013). Por otra parte, cuando el uso de estas estrategias es inadecuado y/o insuficiente, las emociones negativas, a largo plazo, se traducen en insatisfacción deportiva, empobrecimiento de la ejecución e, inclusive, el abandono de la práctica deportiva (Márquez, 2006). Es por esto que, la utilización de estrategias de afrontamiento efectivas, permite a los deportistas mejorar tanto su rendimiento deportivo como su autoconfianza y autocontrol emocional (Letelier, 2007).
La relación entre ansiedad pre-competitiva y estrategias de afrontamiento, ha sido constatada ampliamente en múltiples disciplinas deportivas, tanto individuales (e.g. tenis, natación, atletismo, golf; Letelier, 2007; Pozo, 2007; Pinto & Vázquez, 2013; Ruiz-Juan et al., 2016) como colectivas (e.g. futbol, baloncesto, voleibol; Abian Vicen, Báguena, & Abian, 2015; De la Vega, Ruiz, García, & Del Valle, 2011; León-Prados et al., 2014; Morillo, Reigal, & Hernández-Mendo, 2016). Sin embargo, la responsabilidad, la confianza y apoyo social puede diferir entre ambos tipos de prácticas, existiendo la posibilidad que, tanto la ansiedad pre-competitiva como las estrategias de afrontamiento involucradas, se desplieguen de modo diferencial entre ambos tipos de prácticas (Días, Cruz, & Fonseca, 2011).
Si bien la investigación en base a la ansiedad pre-competitiva y las estrategias de afrontamientos en deportistas no es un fenómeno emergente (Navarro Guzmán et al., 1995; Urra, 2014; Días et al., 2011), la mayoría de los estudios, son en poblaciones extranjeras, (Ruiz-Juan et al., 2016; Morillo et al., 2016), evidenciándose un baja presencia de estudios en el contexto latinoamericano, particularmente en lo referido a posibles funciona mientos diferenciales de ansiedad pre-competitiva y las estrategias de afrontamiento entre disciplinas individuales y colectivas.
Por tanto, el objetivo del presente estudio es comparar la relación de estrategias de afrontamiento con ansiedad pre-competitiva, en un contexto sudamericano. Entre deportistas que practican waterpolo y natación, disciplinas realizadas en un mismo medio y con entrenamientos parcialmente compartidos, pero que difieren, entre otras cosas, en el carácter colectivo o individual de las competiciones.
2. MÉTODO
Diseño y participantes
Diseño transversal con encuestas de alcance correlacional. El Muestreo fue no probabilístico y por disponibilidad. La muestra total fue de 50 personas, estudiantes de educación media (i.e. equivalente a educación secundaria), de nacionalidad chilena y sexo masculino. Los participantes de deportes colectivos fueron 28 waterpolistas, cuyas edades fluctúan entre los 12 y 17 años (DT = 1,7), quienes compiten en la categoría sub-15 o sub-18; los participantes de deportes individuales se fueron 22 nadadores competitivos cuyas edades fluctúan entre los 12 a los 17 (DT = 3,1) años.
Instrumentos
Datos sociodemográficos, en este aparta do se recogió información acerca del sexo, edad, nacionalidad, nivel del estudio de los encuestados. Inventario de Ansiedad Competitiva en el Deporte (Competitive Sport Anxiety Inventory, CSAI-2), desarrollada inicialmente por Martens Burton, Vealey, Bump y Smith (1990) y traducida al castellano por Capdevila (1997). Este inventario, tiene como propósito evaluar tres dimensiones presentes en la ejecución deportiva (i.e. ansiedad cognitiva, somática y autoconfianza), mediante 27 ítems, con formato tipo Likert de 4 alternativas, donde 1 corresponde a "nada" y 4 corresponde a "mucho". Existen evidencia de validez, basada en la estructura interna del test, y fiabilidad adecuados (i.e. ≥0,78), en población hispanohablante (Andrade, Lois, & Arce, 2007).
Cuestionario de Aproximación al Afrontamiento en el Deporte (Approach to Coping in Sport Questionnaire, ACSQ-1), desarrollada por Kim y Duda (1997) y traducida al castellano por Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003). Este cuestionario mide 5 dimensiones (i.e. Calma Emocional, referida a los intentos por controlar las emociones negativas a través del manejo de la técnica, los pensamientos y los síntomas físicos; Planificación activa/Reestructuración cognitiva, referida a los intentos por resignificar una situación adversa, organizando las propias acciones y los pensamientos para conseguir un objetivo específico; Retraimiento mental, pensamientos de aceptación frente a la incapacidad de conseguir un objetivo; Conductas de riesgo, utilización de habilidades, estrategias y técnicas complejas que van más allá de los niveles actuales del rendimiento; y Búsqueda de apoyo social, alude a la necesidad del deportista de estrechar sus relaciones interpersonales en momentos difíciles), mediante 28 ítems, con formato Likert de 5 puntos, donde 1 toma el valor de "nunca" y 5 el valor de "siempre". Esta escala cuenta con evidencias de validez basada en la estructura interna del test y en la relación con otras variables, así como adecuados niveles de fiabilidad (α0,7) (Kim et al., 2003).
Procedimiento
En una primera instancia, se obtuvieron las autorizaciones de los entrenadores de los clubes de natación y waterpolo de la ciudad de Arica. Acordada la participación, se procedió al acercamiento con los jóvenes, entregándoles un consentimiento informado a los deportistas que otorgaron su asentimiento informado, bajo el compromiso de confidencialidad y participación voluntaria, se les aplico los instrumentos del estudio una hora antes de la competencia.
Análisis de datos
Primeramente, se realizaron los análisis descriptivos de las variables ansiedad pre-competitiva y estrategias de afrontamiento. Para evaluar la diferencia entre las medias observadas en los grupos, dado que se sostuvo el supuesto de normalidad para todas las variables (pKS>0,05) en ambos grupos, se utilizó la prueba T de Student para muestras independientes. Finalmente, para analizar la relación entre ansiedad pre-competitiva y estrategias de afrontamiento, dado el supuesto de normalidad y el carácter continuo de las variables, se realizaron análisis de correlaciones de Pearson. Todos los análisis son ejecutados con el programa IBM SPSS Statistics en su versión 24.
Resultados
En la Tabla 1 se presenta los estadísticos descriptivos, medias y desviaciones típicas de ansiedad precompetitiva y estrategias de afrontamiento, diferenciados por grupos (i.e. deporte individual y deporte colectivo). En ambos grupos, se observan valores medios (aprox. 3), en las dimensiones de estrategias de afrontamiento, con la salvedad de calma emocional y reestructuración cognitiva, cuyos valores son medio-alto (aprox. 4). En el caso de ansiedad precompetitiva, se observa que los valores tienden a ser medios-bajos (aprox. 2), salvo en autoconfianza, en la cual presenta valores medios (aprox. 3).
La Tabla 2, presenta los análisis de diferencias de medias entre Ansiedad pre-competitiva y Estrategias de afrontamiento. A través de la prueba T Student, para muestras independientes.
Tabla 2 Comparación de medias, entre los grupos de natación y waterpolo.

Nota: t: valor del estadístico de t de Student de grupos independientes; gl: grados de libertad; p: nivel de significación (p<.05).
Tanto en las dimensiones de estrategias de afrontamiento como ansiedad precompetitiva no se observaron diferencias poblacionales entre el grupo de natación y el de waterpolo (p>.05). En el caso de la subdimensión autoconfianza, se estima que el grupo de práctica colectiva posee una autoconfianza media entre .72 y .13 puntos mayor a los de práctica individual.
En la Tabla 3, se observan las matrices de correlaciones de Pearson, diferenciadas por grupos. Se observa que existen diferencias aparentes en las relaciones entre las estrategias de afrontamiento y la ansiedad pre-competitiva, según el tipo de práctica deportiva. En el caso de la natación, se observaron relaciones moderadas, y estadísticamente distintas de cero, entre: ansiedad y calma emocional (r= .478; p<,000); ansiedad y reestructuración cognitiva (r= .440; p< .000); así como una relación inversa moderada de ansiedad con retraimiento mental (r= -.494; p< .000). Respecto a las relaciones en el grupo de waterpolo, sólo se observa un efecto moderado y estadísticamente significativo en la relación entre conductas de riesgo y autoconfianza (r= .434; p< .000). Adicionalmente, si bien se observan otros efectos moderados, debido al reducido tamaño muestral, no es sostenible afirmar dichas relaciones a nivel poblacional.
3. DISCUSIÓN
Aún cuando en la literatura se han señalado efectos diferenciales en los niveles de ansiedad precompetitiva y estrategias de afrontamiento, entre diferentes tipos de deportes (e.g. Días et al., 2010; Mellalieu, Hanton, & O'Brien, 2004), los datos reportados no permiten sostener, en términos generales, la existencia de diferencias atribuibles al carácter individual o colectivo de la práctica, ya que se observan medias equivalentes entre ambos grupos. Sin embargo, en la subdimensión autoconfianza se observa un nivel medio mayor en prácticas colectivas.
Esta discrepancia específica, concuerda con otros estudios, donde el deporte en equipo ha evidenciado propiciar una mayor confianza en los miembros en comparación a las prácticas individuales (Molina, Oriol, & Mendoza, 2017; Cantón-Chirivella et al., 2015; Pinto & Vásquez, 2013), lo que podría suponer que al favorecer la autoconfianza, las prácticas colectivas incremen tarían indirectamente el rendimiento y el estado emocional positivo de los deportistas (e.g.Feltz, 2007; Martínez-Romero, Molina, & Oriol- Granado, 2016), teniendo el potencial de disminuir la ansiedad cognitiva y somática (Cervantes, Rodas, & Capdevila, 2009; Prados, García, & Lluch, 2011).
En lo que refiere a la relación entre ansiedad precompetitiva y estrategias de afrontamiento, tanto en la práctica individual (natación) como en la práctica colectiva (waterpolo), no se observan efectos de ninguna de las estrategias de afrontamiento sobre ansiedad cognitiva y ansiedad somática, no obstante, se observan que algunas estrategias de afrontamiento poseen efectos diferenciales sobre la autoconfianza.
En el caso de la natación se reportan efectos de las estrategias de calma emocional, reestructuración cognitiva y retraimiento mental, respecto a las prácticas colectivas se observan efectos solo en el caso de conductas de riesgo. Estas diferencias podrían explicarse, por el tipo de entrenamiento que se realiza en las prácticas individuales, donde el tiempo y esfuerzo que dedican depende de sí mismos, lo que contribuye al uso prioritario de la estabilidad emocional y la concentración (Ruiz-Juan et al., 2016; Morillo et al., 2016), como estrategias para incrementar los niveles de autoconfianza (Pinto, 2011). En este mismo sentido, en un estudio realizado por Moreno et al. (2017) se identificaron estas estrategias de afrontamientos en nadadores de alto rendimiento, enfatizando en que los deportistas presentan estrés precompetitivo, pero que lo disminuyen, a través de pensamientos positivos y búsqueda de soluciones al igual que los nadadores de este estudio. En cambio, los deportistas de prácticas colectivas (waterpolo), tenderían a utilizar conductas de riesgo como estrategia para aumentar su autoconfianza, es decir, realizar acciones que van más allá de los niveles actuales de su rendimiento (Romero et al., 2010), esta relación concuerda otros trabajos investigativos, las cuales han centrado sus análisis en la percepción del éxito (autoeficacia) y el rendimiento real en una competencia, como una relación negativa (Vancouver, Thompson, Tischner, & Putka, 2002), donde se cuestionaría la capacidad auto regulatoria de los deportistas.
Si bien los resultados muestran diferencias menores en ansiedad precompetitiva y estrategias de afrontamiento entre deportistas de waterpolo y natación, los efectos diferenciales observados, como aproximación exploratoria, sugiere la necesidad de dar un énfasis diferencial al tipo de afrontamiento según el carácter individual o colectivo de las disciplinas.
En líneas de investigación futura, se sugiere replicar este estudio con otras prácticas equivalentes de corte individual y grupal, incrementando los tamaños muestrales. Como también, se hace necesario indagar de qué manera la autoconfianza puede favorecer la frecuencia con que son utilizadas las estrategias de afrontamiento durante un partido, o cómo la preparación técnica puede ayudar a constituir un perfil de afrontamiento en los deportistas de prácticas individuales y colectivas.
El presente estudio sugiere considerar el tipo de práctica deportiva en los modelos de intervención de la psicología del deporte para mejorar el rendimiento deportivo, diferenciando el abordaje de prácticas individuales y colectivas.
4. LIMITACIONES
Si bien, los hallazgos del presente estudio han aportado evidencia respecto a las relaciones entre la ansiedad precompetitiva y las estrategias de afrontamiento en disciplinas individuales y colectivas, sus conclusiones, deben ser consideradas con precaución, entendiéndolas como exploratorias, debido al tamaño muestral.
5. CONCLUSIONES
El presente estudio, examinó la relación de ansiedad pre-competitiva y estrategias de afrontamiento, en deportistas de waterpolo y natación, en un contexto sudamericano.
Los resultados demuestran que no hay diferencias entre el carácter colectivo o individual del deporte, excepto en autoconfianza donde el water-polo obtiene un puntaje superior a quienes practican la natación. Al analizar la relación de ansiedad pre-competitiva y estrategias de afrontamiento, en ambos casos se aprecian relaciones significativas con autoconfianza, pero se observan diferencias en algunas relaciones, ya que, en el caso de natación, las estrategias de afrontamiento con impactos sobre la ansiedad precompetitiva son calma emocional, reestructuración cognitiva y retraimiento mental, mientras que en deportes colectivos solo posee efectos estadísticamente significativos la estrategia de conductas de riesgo.