INTRODUCCIÓN
Steatoda Sundevall, 1833 es un género de arañas distribuido ampliamente alrededor del mundo, y que contiene cerca de 120 especies (World Spider Catalog, 2016), y algunas de éstas son conocidas por ser altamente sinantrópicas y cosmopolitas (Faúndez & Carvajal, 2016). Las especies de este género se caracterizan por una coloración usualmente parduzca y una banda marfileña al menos en la zona anterior del abdomen, junto con un colulus amplio (Levi, 1957). Los miembros de Steatoda son referidos usualmente como "falsas viudas" dado su parecido con las viudas verdaderas del género Latrodectus Walckenaer, 1805 (Faúndez, 2007) de las que se diferencia fácilmente por la presencia de dientes quelicerales (Levi, 1967). Este parecido entre ambos géneros ha sido causante de una serie de mitos y conceptos errados acerca de sus mordeduras (Faúndez & Téllez, 2016b). Sin embargo, a pesar de que el steatodismo (i.e. mordeduras por especies del género Steatoda) es similar al latrodectismo (i.e. mordeduras por especies del género Latrodectus), éste es considerablemente más leve (Isbister & White, 2004).

Fig. 1 Steatoda sabulosa, patrón dorsal. Fig. 2. Steatoda ancorata, patrón dorsal. Fig. 3. Steatoda grossa, patrón dorsal.

Figs. 4-9 Steatoda grossa. 4. Hembra adulta melánica, 5. Hembra joven con patrón abdominal, 6. Juvenil recién emergido, 7. Epiginio, vista ventral. 8. Pedipalpo vista ventral, 9. Pedipalpo vista lateral.
Steatoda grossa (C. L. Koch, 1838) (Figs. 3-9), comúnmente conocida como araña del armario, es una especie cosmopolita y la de mayor distribución en el continente americano (Faúndez, 2007). Sin embargo su presencia en la zona más austral del continente es relativamente reciente (Faúndez, 2007, 2009). El objetivo de esta contribución es entregar los primeros registros de esta especie en la Provincia de Santa Cruz (Argentina), y discutir la expansión de esta especie en el extremo sur de Sudamérica.
MATERIALES Y MÉTODOS
En clasificación y sistemática se sigue el World Spider Catalog (2017). En morfología, terminología e identificación se sigue a Levi (1962). Las fotografías fueron tomadas con cámara digital de alta resolución. Las ilustraciones esquemáticas de las figuras 7, 8 y 9 se modificaron a partir de las propuestas por Faúndez y Carvajal (2016).
RESULTADOS
La presencia de esta especie en el extremo sur de Argentina no se menciona en los trabajos que tratan este grupo (Holmberg, 1876; Tullgren, 1901; Mello-Leitão 1933, 1940; Levi 1962). Mientras que el registro más meridional conocido para esta especie en Sudamérica correspondía a Osorno en Chile, hasta que Faúndez (2007) la cita de Punta Arenas, Región de Magallanes. Dos años más tarde Faúndez (2009) reporta su total naturalización en la zona, sin que hasta el momento se registrara su expansión a otras áreas vecinas. En base a ejemplares colectados y avistados se pueden establecer los primeros registros de esta especie en Santa Cruz.
Material examinado: ARGENTINA, Provincia de Santa Cruz, El Chaltén, XII-2014, F Raffo leg., 2♀♀1♂, 1 juvenil (F Raffo col.). El Chaltén, II-2015, F Raffo leg., 1♀ (F Raffo col.). Río Gallegos, 12-XII-2016, J. Muñoz leg. 2♀♀ 1 juvenil (E. Faúndez col.). El Calafate, 30-XII-2016, J. Arancibia leg. 3♀♀ 1♂ 5 juveniles (E. Faúndez col.).
En adición al material examinado, durante diciembre de 2016 y enero de 2017, los autores han reportado un total de 4 machos, 7 hembras adultas y 8 juveniles en las localidades de El Calafate y Río Gallegos, y en 2014 y 2016 3 hembras adultas y abundantes juveniles en El Chaltén.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
En Argentina, hemos registrado frecuentemente esta especie hasta el norte de la Provincia de Río Negro (E. I. Faúndez obs. pers.), aproximadamente a la misma latitud de Osorno en Chile, la cual parecía ser una barrera natural para S. grossa hasta hace algunos años (Faúndez, 2007). Las invasiones biológicas se han visto incrementadas debido al cambio global (Camil, 2010), y dentro de este específicamente el cambio climático ha jugado un rol fundamental (Hulme, 2016). En este sentido, las temperaturas son un factor limitante para varios artrópodos en el cono sur de Sudamérica (Di Castri, 1968). De este modo el arribo y establecimiento de esta especie en Punta Arenas se ha enmarcado dentro de una serie de introducciones de artrópodos en la zona austral como suma de diversos factores que incluyen el cambio climático actual, el mejoramiento de las condiciones de las edificaciones y el mayor flujo de personas especialmente debido al turismo (Faúndez & Carvajal, 2014; Faúndez, 2015; Faúndez, 2016). En adición, el constante intercambio tanto de carga como de pasajeros entre Punta Arenas, El Calafate y Río Gallegos, podrían haber facilitado el movimiento de ejemplares desde Punta Arenas hacia estas localidades, lo que sumado a otros arribos aislados desde otras localidades puede haber permitido establecer poblaciones viables. De este modo, desplazándose hacia el norte. Como resultado, es posible que en algún punto de la Provincia de Chubut puedan encontrarse ejemplares arribando tanto desde el norte como el sur.
Respecto a su importancia médica, el steatodismo se caracteriza por dolor regional moderado a severo, con una duración media de 6 horas, náuseas, dolor de cabeza y malestar y letargo (Isbister & White, 2004); existiendo algunos casos conocidos para S. grossa en Australia (Isbister & Gray, 2003) y reportes no publicados en Chile (Faúndez, 2009). Esto sumado a los hábitos sinantrópicos de esta especie aumentan las probabilidades de accidentes (Faúndez & Téllez, 2016a). Si bien es cierto, su peligrosidad es baja comparado a otras especies similares como las del género Latrodectus, es importante tomar medidas de autocuidado para evitar mordeduras innecesarias. Adicionalmente, en muchas ocasiones las mordeduras de Steatoda suelen ser confundidas con las de Latrodectus e incluso otras especies de Steatoda, lo que genera alarma innecesaria y un sesgo en las estadísticas epidemiológicas (Faúndez, 2009; Faúndez & Téllez, 2016b). Por esta razón incluimos los siguientes comentarios para su correcta identificación.
Steatoda grossa puede diferenciarse fácilmente de las especies de Latrodectus presentes en el área, por no presentar ninguna mancha roja en el abdomen, y por poseer dientes quelicerales. En la zona, existen además otras dos especies de este género con las que se le podría confundir, Steatoda sabulosa (Tullgren, 1901) (Fig. 1) y Steatoda ancorata (Holmberg, 1876) (Fig. 2). Cuando los ejemplares son relativamente jóvenes, se les puede diferenciar por su diseño abdominal, el que en S. grossa consta de la banda marfileña superior y dos manchas marfileñas triangulares centrales una posterior y una serie de manchas laterales (Figs. 3, 5, 6), sin poseer ninguna banda, ya sea transversal o longitudinal; mientras que en S. ancorata junto con la banda marfileña superior, existe un diseño con forma de ancla con una banda transversal ligeramente ondulada (Fig. 2). Por otro lado, en S. sabulosa, junto con la banda marfileña superior existe una banda longitudinal que varía en grosor y tamaño (Fig. 1). Cuando los ejemplares ya son maduros y totalmente melanizados (Fig. 4), la única forma de identificarlos certeramente es por análisis de genitalia, la que en S. grossa consta en la hembra de un epiginio con un septum amplio y el borde alrededor de la depresión generalmente incompleto a cada lado (Fig. 7), y pedipalpos del macho con base del émbolo ventral transversal y una prominente porción corta filiforme (Figs. 8 y 9).
Hasta el momento, no se han registrado ejemplares en Tierra del Fuego (tanto en la parte Argentina como Chilena), siendo la única zona del territorio austral del continente que S. grossa no ha alcanzado, siendo recomendable iniciar programas de vigilancia y prospección ante un eventual desplazamiento.
Cabe destacar que el éxito de esta especie colonizando el cono sur de Sudamérica puede deberse a la ausencia de depredadores y adaptabilidad en el uso de las habitaciones humanas para soportar ambientes extremos. También debe considerarse los largos periodos en que esta especie puede pasar sin alimentarse, existiendo registros que sobrepasan los 9 meses (E. I. Faúndez obs. pers.), lo que facilita una espera de condiciones óptimas en estado de latencia.