1. Introducción
La formación y conocimientos que deben adquirir aquellos que pretendan dedicarse al estudio y elaboración de diccionarios no han suscitado el mismo interés entre los especialistas, a tenor de la literatura existente, que otras parcelas de esta rama del conocimiento.
Por ello, a lo largo de las siguientes páginas, se trazará la evolución de la formación lexicográfica desde los inicios de esta actividad hasta la actualidad, si bien con especial atención al momento en que se empieza a considerar la lexicografía como una disciplina científica. Para abordar el objeto de estudio, se partirá de dos elementos: las reflexiones de distintos autores en torno a la formación de los lexicógrafos y los distintos programas de formación lexicográfica que existen en Europa y, especialmente, en España. Los datos que aporten estas dos fuentes de información −reflexiones teóricas y programas de estudio− permitirán, de un lado, determinar los conocimientos y habilidades que actualmente se consideran necesarios en un profesional de la lexicografía y, de otro lado, poner en relación esos saberes con los actuales paradigmas teóricos sobre el estudio y la elaboración de diccionarios.
2. La formación de los lexicógrafos. Periodos
La práctica lexicográfica es una activad que cuenta con muchos siglos, incluso milenios, de historia. En este sentido, S. Tarp (2008, p.4) considera que las primeras manifestaciones de esta actividad se produjeron hace más de 4000 años en la India y estaban vinculadas con la religión; concretamente, con la interpretación de los textos sagrados, los cuales eran cada vez más complejos y precisaban de otros textos que los explicasen y trasladasen de la lengua antigua a la moderna.
Si bien no es completamente necesario remontarse a los orígenes de la práctica lexicográfica para ser consciente de su antigüedad, sí es conveniente tenerlos en cuenta para comprender y entender cómo ha sido su desarrollo, desde sus manifestaciones más primitivas, hasta la actualidad. Como es de esperar, el producto lexicográfico en esas primeras etapas poco tiene que ver con las herramientas lexicográficas actuales. Los diccionarios, como dispositivos de consulta diseñados para satisfacer una serie de necesidades presentes en un conjunto específico de la población, han evolucionado mucho desde sus orígenes y este desarrollo ha sido incitado y alentado por el propio avance de la sociedad, que exige obras lexicográficas cada vez más potentes, rápidas y precisas. Sin duda, todo esto ha tenido una repercusión en el producto final que se ofrece a la sociedad, pero también en el productor, es decir, la persona encargada de elaborarlas: el lexicógrafo.
El quehacer lexicográfico ha pasado por diversos estados de evolución y perfeccionamiento hasta llegar a la actualidad, momento en que el trabajo lexicográfico ha alcanzado el estatus de saber científico. Este perfeccionamiento de la teoría y la práctica lexicográfica ha implicado un aumento de las exigencias a los lexicógrafos, los cuales deben poseer una suerte de conocimientos cada vez más específicos y especializados que les permitan construir herramientas de consulta que estén a la altura de las expectativas que la sociedad deposita en ellas.
Estos requerimientos, cada vez mayores, han despertado el interés de algunos investigadores (Ilson, 1986; Sinclair, 1984 Gates, 1989; Hartmann, 1990 o Gutiérrez Cuadrado, 1998 entre otros) 1, lo cual ha posibilitado la reflexión, el estudio y la determinación de los conocimientos y saberes que deben poseer los lexicógrafos. Así, la observación de la historia de la lexicografía y de los propios diccionarios permite establecer tres etapas, claramente diferenciadas, en lo que a la formación lexicográfica respecta. Estos periodos han sido denominados en función de la vía de adquisición de los conocimientos: 1) autoformación, 2) formación en el ámbito editorial y 3) formación en el ámbito universitario.
2.1. La autoformación
La lexicografía ha sido durante mucho tiempo una actividad que desarrollaba una persona en solitario y la adquisición de los saberes necesarios para ejercerla partía, principalmente, de la observación de los diccionarios ya publicados y de la lectura de los escasos trabajos e investigaciones existentes sobre el tema. E. Gates (1989, p.95) sostiene que esta metodología de trabajo, basada en el ensayo-error, es lenta, dolorosa y la lexicografía actual ha demostrado que los resultados que se obtienen no son los más satisfactorios.
En lo que respecta a la lexicografía española, este sistema de trabajo ha ido perdiendo inercia desde el siglo XVIII hasta la actualidad en la que cada vez es menos habitual encontrar obras lexicográficas redactadas por una sola persona. Este cambio de paradigma se debe, principalmente, a la irrupción de la metodología basada en la actuación de un equipo lexicográfico. Sin embargo, es cierto que buena parte de la lexicografía española se ha construido en torno a la figura del autor individual. Por ejemplo, el nacimiento de la lexicografía bilingüe y monolingüe está indisolublemente ligada a A. de Nebrija y S. de Covarrubias respectivamente (Ahumada, 2006, p.IX). Incluso en el momento en el que ya se había impuesto esta forma de trabajo, la lexicografía de autor sigue dando muestras de vitalidad, por ejemplo, en el caso de J. Casares −Diccionario ideológico de la lengua española (1942)− o M.ª Moliner −Diccionario de uso del español (1966-67)− por citar dos autores especialmente relevantes.
2.2. La formación en el ámbito editorial
En el caso de España, la metodología lexicográfica moderna se inicia e instaura con la creación de la Real Academia en el siglo XVIII (Freixas, 2010, p.10). Este sistema de trabajo considera que la obra lexicográfica es una herramienta de gran complejidad y su elaboración debe ser abordada por un equipo de especialistas en la materia que garanticen, por un lado, su calidad y, por otro lado, la consecución del proyecto en un plazo de tiempo razonable2.
El plan de trabajo que diseñan los actuales equipos lexicográficos poco o nada tiene que ver con el desarrollado y aplicado por la Academia en su primera obra: el Diccionario de autoridades (1726-39). Actualmente, la configuración de un equipo lexicográfico debe prever desde cuestiones generales como el número de personas que van a participar y su formación o la estructuración y sincronización que se va a establecer entre ellas, hasta aspectos que pueden resultar irrelevantes, pero que condicionan la calidad y utilidad del producto final, como el tamaño o el tipo de letra empleada.
El desarrollo de esta metodología ha sido lento, si bien, en el siglo XX, se estableció como el método habitual de trabajo en las grandes casas editoriales, las cuales, hasta el desarrollo de la lexicografía como una disciplina académica y su entrada en los planes de estudio universitarios, asumieron la formación de los lexicógrafos (Gates, 1989, p. 95).
En este sentido, J. Gutiérrez Cuadrado (1998, pp. 23-42) explica la configuración del equipo que se encargó de la redacción del Diccionario Salamanca de la Lengua Española (1996). En su exposición, hace hincapié en dos aspectos fundamentales de los equipos lexicográficos: su estructuración y la formación de sus integrantes. En cuanto al primer elemento, considera que cualquier equipo lexicográfico debe ser (Gutiérrez Cuadrado, 1998, pp. 33-35):
Jerarquizado
Modular
Competente
Especializado
Variado
Descentralizado
Heterogéneo
Y en lo que respecta al segundo elemento, los miembros del equipo lexicográfico deben poseer:
Conocimientos generales
Conocimientos filológicos
Conocimientos lingüísticos
Conocimientos especializados
Un buen dominio de la propia lengua
Cultura literaria
Carácter
Conocimientos informáticos
Tener ordenador en casa
Experiencia
En la misma línea de J. Gutiérrez Cuadrado se posiciona D. J. van Schalwyk (1995). Este autor ofrece una síntesis de la formación que recibió el personal que desarrolló el Diccionario Afrikaans. Como en el caso del Diccionario Salamanca de la lengua española (1996), es una formación que se imparte desde la empresa que promociona la publicación del diccionario.
En primer lugar, cualquier persona que quiera formarse en lexicografía debe partir de una formación en teoría lexicográfica, la cual debe adquirirla en los estudios universitarios. El principal problema que observa el autor es que, en 1995, la lexicografía no era una materia muy habitual en los planes de estudio universitarios, excepto en Sudáfrica, donde en el momento, existían, al menos, cinco universidades que la impartían (Schalwyk, 1995, p.268). Y en segundo lugar, hace hincapié en la necesidad de que la formación práctica de los lexicógrafos se produzca en el seno de las casas editoriales, pues “ENT#91;theENT#93; training in metalexicography is not substitute for lexicographic in-service training, because lexicographic practice cannot be simulated in the lecture hall” (Schalwyk, 1995, p. 272).
A partir de estas dos premisas, se diseñó un programa de formación que duraba siete meses y estaba organizado en torno a dos bloques de contenidos. Además, cada uno de los estudiantes estaba tutorizado por un editor con experiencia (Schalwyk, 1995, pp. 272-73):
General lexicography - Introduction
Criteria for inclusion
Various types of lemmas as dictionary entries - Labelling
Treatment of lexical meaning
Grammatical information and its presentation - Pronunciation
LEXI-WAT template
Exercises (practical work) on continuous basis
Computerized lexicography
2.3. La formación en el ámbito universitario
Para comprender la situación actual de la formación lexicográfica, es necesario partir de un acontecimiento muy concreto que cambia el paradigma lexicográfico: la consideración de la lexicografía no como un arte, sino como una disciplina de carácter científico. Este hecho supuso un aumento del interés académico por las cuestiones lexicográficas, lo que conllevó, por un lado, su entrada en los programas de estudio universitarios y, por otro lado, que los investigadores reflexionasen sobre los conocimientos que debe poseer todo aquel que se dedique a la creación y el estudio de los diccionarios.
No han sido muchas las publicaciones relacionadas con la lexicografía como carrera profesional y con la formación de los futuros lexicógrafos. Una de ellas es la obra editada por R. Ilson: Lexicography: An emerging International Profession (1986). Esta reúne un conjunto de capítulos elaborados por distintos investigadores: R. Burchfiel, D. Crystal, E. Gates, R. R. K. Hartmann, A. Rey o F.-J. Hausmann, 2entre otros, en los que se analiza, principalmente, la formación que se les exige a los lexicógrafos en tres lugares: Reino Unido, Alemania y Estados Unidos. Además de esta obra, existen algunos artículos en los que se tratan estas cuestiones.
J. Sinclair (1984, pp.3-12) aborda la situación y estatus de la lexicografía como disciplina académica. Por tanto, su aportación no es un programa de estudios concreto, pero sus reflexiones le permiten establecer el conjunto de saberes o conocimientos que el estudiante de lexicografía debe adquirir. Su punto de partida, por otra parte muy habitual en la reflexión lexicográfica anglosajona, es la naturaleza teórica o práctica de la lexicografía. Este hecho le lleva a relacionarla con otras disciplinas académicas con las que toma contacto y a establecer el esquema de un programa básico de formación que se basa en cinco bloques interrelacionados en el que cada uno tiene unos objetivos específicos:
Por su parte, R. R. K. Hartmann (1990, pp. 527-532) y P. Corbin (2004, pp. 1161-1186) presentan los planes de est udio relativos a la lexicografía que durante años se han impartido en la Universidad de Exeter y en la Universidad de Lille. E. Gates (1989, p. 96) sostiene que la enseñanza de la lexicografía en estas universidades, junto a la ofrecida por J. Casares en el Seminario de Lexicografía de la Academia Española (1947) y la coordinada por F.-J. Hausmann en las universidades de Erlangen-Nürnberg, Heidelberg y Múnich son los primeros planes de estudio lexicográficos que se impartieron con regularidad en Europa.
En el caso de la Universidad de Exeter, R. R. K. Hartmann defiende la necesidad de incluir los estudios lexicográficos en los programas Erasmus por la complejidad que entraña esta actividad y el beneficio que supondría un marco más amplio para su adquisición. Estos estudios se insertaron dentro de los programas que ofrecían las universidades de Lille y Valencienne. La unión de estas instituciones y otras más como las universidades de Ámsterdam y Barcelona, permitió, a principios de los años 90 del siglo pasado instaurar unos estudios lexicográficos europeos comunes mediante la expedición del “Diplôme Européen de Lexicographie” (Corbin, 2004, p. 1162). El éxito de estos programas integradores fue notable, pues, actualmente, como se expondrá en el siguiente apartado, sigue existiendo un programa europeo de estudios lexicográficos que se dirige desde la Universidad de Erlangen-Nürnberg de Alemania y se inserta en el marco del proyecto Erasmus Mundus.
3. Planes de estudio para la formación de lexicógrafos
El asentamiento de la lexicografía como disciplina académica y saber científico tuvo diversas consecuencias, una de ellas fue la entrada de la lexicografía en los planes de estudio universitarios. Esta entrada se materializó, en primera instancia, como una asignatura más. Sin embargo, el desarrollo de la disciplina requiere planes de estudio que aborden la formación lexicográfica con más profundidad. Esta necesidad se ha materializado en diversos estudios de posgrado que, como se verá en los siguientes apartados, están vinculados, principalmente, a centros universitarios, si bien también se ha localizado una empresa privada que oferta cursos de lexicografía.
Por tanto, el siguiente apartado se centrará en presentar, describir y analizar los distintos estudios de posgrado sobre lexicografía que existen en Europa, con especial atención a España. El objetivo será conocer cuáles son los conocimientos y habilidades que desde el mundo académico y las empresas editoriales se les exige a los futuros lexicógrafos. Este tipo de investigación no es totalmente original, sino que se inspira y parte de las reflexiones que, en este mismo sentido, realizó E. Gates (1979, pp.113-131; 1986, pp.82-88; 1989, pp.94-97; 2004, pp.124-147). En estas investigaciones, el autor ofrece una visión panorámica, aunque con especial atención a los Estados Unidos, de los diversos cursos, seminarios, talleres y planes de estudio que tienen la lexicografía como eje central.
Para esta investigación, se han localizado en España y Europa cinco planes de estudio de posgrado dedicados, exclusivamente, a la lexicografía. Con el fin de conseguir una clasificación clara y precisa, la exposición de estos cursos se ha organizado en tres bloques: cursos privados, títulos propios y másteres oficiales.
3.1. Cursos privados
En el ámbito de los estudios privados, la empresa de formación Euroinnova Business School3 ofrece, en su oferta académica, un Curso de Lexicografía4. Esta empresa es una escuela de negocios que colabora con centros universitarios5 e imparte formación de posgrado no presencial.
El Curso de Lexicografía es de carácter virtual, tiene una carga lectiva de 180 horas y está dirigido, principalmente, a titulados en Filología y profesionales de casas editoriales. Entre los objetivos del curso, destacan los siguientes:
Aprender los conceptos clave de la lexicografía y su historia.
Conocer el proceso de elaboración de un diccionario.
Conocer las distintas tipologías de obras lexicográficas.
Conocer la lexicografía digital actual.
En cuanto a las salidas profesionales que ofrecen, estas pasan por editoriales, centros de investigación y fundaciones.
La metodología de enseñanza se fundamenta en el trabajo individual del alumno, el cual tendrá que completar una batería de ejercicios para adquirir los conocimientos y alcanzar los objetivos del programa. Durante el proceso de aprendizaje, el alumno se verá asistido por un profesorado “especializado” a través del correo electrónico o el teléfono, si bien no se dan más detalles que este.
En cuanto a los contenidos que se imparten, estos han sido dispuestos en seis unidades didácticas que abordan distintos temas: historia de la lexicografía española, redacción de un diccionario, tipología de obras lexicográficas, lexicografía digital, estructuras lexicográficas y crítica lexicográfica6.
3.2. Títulos propios
La segunda tipología de estudios lexicográficos que se va a presentar son los títulos propios, los cuales son estudios que han sido diseñados y puestos en marcha dentro del espacio universitario. En concreto, existen dos títulos propios: el Máster en Lexicografía Hispánica impartido en la Universidad de León, en colaboración con la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, y el Diploma de Especialización de Lexicografía Valenciana impartido en la Universidad de Valencia.
3.2.1. Diploma de Especialización de Lexicografía Valenciana7
Este programa celebró su primera edición en el pasado curso académico 2016-17. Su organización ha sido promovida desde el Departamento de Filología Catalana8 de la Universidad de Valencia y el Instituto Interuniversitario de Lengua Modernas Aplicadas (IULMA) 9, y la responsabilidad de la dirección recae en los profesores E. Casanova Herrera y C. Calvo Rigual.
Este curso de especialización es de carácter presencial y tiene una carga docente de 25 créditos ECTS. Los destinatarios son, principalmente, dos tipos: personas que posean un título español o extranjero que les proporcione acceso a estudios universitarios de posgrado y profesionales del ámbito lexicográfico que trabajen en editoriales.
En cuanto a los objetivos y fines que se persiguen con la realización de estos estudios, se señalan los siguientes:
Adquirir la formación necesaria para trabajar en empresas e instituciones que elaboren diccionarios.
Acceder a puestos de becario lexicográfico en instituciones públicas.
Adquirir los conocimientos necesarios para realizar críticas razonadas y científicas sobre diccionarios.
Adquirir los instrumentos metodológicos y conocimientos necesarios para redactar diccionarios más sólidos científicamente.
El programa de contenidos se ha planteado en seis módulos. Cinco de ellos están enfocados a la adquisición de los contenidos, mientras que el sexto se destina a la elaboración de un trabajo de investigación. Concretamente, los módulos de contenido tratan los siguientes aspectos:
Lexicografía, lingüística, terminología y tipología lexicográfica.
Estructura del diccionario y otras cuestiones lexicográficas.
Lexicografía hispánica y catalana: historia de los diccionarios.
Lexicografía hispánica y catalana: modelos de lengua, tipología lexicográfica.
Los diccionarios normativos (DNV, DIEC): tratamiento del léxico, fuentes lexicográficas.
En cuanto al equipo docente, este está compuesto por una plantilla de más de treinta profesores, pertenecientes, principalmente, a universidades, si bien también se contemplan otras instituciones como Academias de la Lengua y empresas privadas del sector.
3.2.2. Título propio de Máster en Lexicografía Hispánica10
Este título de posgrado nace en el seno de la Escuela de Lexicografía Hispánica (ELH) 11 y cuenta con el apoyo de instituciones de prestigio como la Real Academia Española (RAE) 12, La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) 13 y la Universidad de León (ULE) 14. Se han celebrado más de quince ediciones y su objetivo es ofrecer formación a aquellas personas que quieran adquirir los conocimientos metodológicos, teóricos y prácticos necesarios para estudiar y elaborar obras lexicográficas, con especial atención al ámbito de la lexicografía hispánica y, más concretamente, a la producción académica.
Admite un número muy limitado de estudiantes −10− y se contemplan becas −gracias a la Fundación Carolina, el Grupo Planeta y la Fundación Premios RAE−, las cuales están destinadas aquellos estudiantes que pertenezcan a uno de los países representados por la ASALE, a excepción de España, Estados Unidos (excepto Puerto Rico), Filipinas y Guinea Ecuatorial.
Los destinatarios de estos estudios son graduados y licenciados en cualquiera de los ámbitos relacionados con la Filología, la Lingüística, la Comunicación, la Traducción y la Educación. La carga docente asciende a un total de 60 créditos ECTS, los cuales han sido distribuidos y organizados en tres módulos que se imparten en un año académico:
Módulo I. Lingüística y Lexicografía (26 créditos ECTS). Este módulo está compuesto por varias asignaturas que pretenden ofrecer al estudiante una formación suficiente sobre las distintas disciplinas lingüísticas que sirven de sustento a la labor lexicográfica: Lingüística, Semántica, Morfología, Sintaxis, Gramática, Dialectología, Sociolingüística, Historia de la Lengua y Ortografía.
Módulo II. Lexicografía Hispánica (28 créditos ECTS). Este módulo es el núcleo del máster y está compuesto por las siguientes materias: Macroestructura, Microestructura, Tipología y Elaboración de diccionarios, Lingüística de corpus e Historia de los diccionarios académicos.
Módulo III. Trabajo Fin de Máster (6 créditos ECTS). Los estudiantes deben elaborar un trabajo −no se especifican más detalles que una extensión mínima de cuarenta folios− de naturaleza lexicográfica que será dirigido por uno de los docentes del Máster.
En cuanto al profesorado, está formado por un conjunto de “lingüistas y filólogos de la Real Academia Española y la Asociación de Academias, profesores de la ULE, así como especialistas procedentes de muchas universidades española ENT#91;…ENT#93;, centros de investigación y empresas editoriales especializadas en la edición y publicación de diccionarios” (ELH, 2017, p.1).
3.3. Másteres oficiales
En este apartado, se presentarán los planes de estudio que han pasado los procesos de homologación y acreditación establecidos y exigidos por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno español y, por tanto, ostentan la denominación de Enseñanzas Oficiales de Máster Universitario. En concreto, dentro de esta denominación, se encuentran dos titulaciones: Máster universitario en Elaboración de diccionarios y control de la calidad del léxico español, por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Española a Distancia y el Máster Universitario Erasmus Mundus en Lexicografía por la Universidad de Santiago de Compostela.
3.3.1. Máster universitario en Elaboración de diccionarios y control de la calidad del léxico español
Este Máster surgió en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) 15, si bien actualmente, se imparte en colaboración con Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) 16.
Entre sus objetivos, el máster en “Elaboración de diccionarios y control de la calidad de léxico español” busca conjugar las distintas corrientes lingüísticas y filológicas con los actuales planteamientos de la lingüística aplicada a través de la observación y tratamiento de la unidad léxica.
Inicialmente, se ofertaba a todas aquellas personas con la titulación necesaria para acceder a unos estudios de posgrado. Por esta razón, en su primera formulación, se diseñó para ser impartido en dos años académicos: el primero está destinado a adquirir los conocimientos lingüísticos necesarios y el segundo, a los contenidos lexicográficos. Sin embargo, desde el curso académico 2014-2015, se ha reducido su duración a un año académico y solo pueden acceder aquellas personas que estén en posesión de un título relacionado con la Filología, la Lingüística y la Lengua y la Literatura.
En cuanto a la carga docente, este máster consta de 60 créditos ECTS, los cuales se dividen en distintos módulos:
Módulo de Contenidos Comunes (25 créditos ECTS). Este módulo está compuesto por cinco asignaturas que ayudarán a contextualizar y fijar el objeto de estudio. Por ello, en él, se exponen cuestiones relacionadas con la historia de la lexicografía, la tipología lexicográfica, la macroestructura y microestructura del diccionario, la relación entre diccionario y sociedad o el papel de la informática como herramienta asistente de la técnica lexicográfica. Del conjunto de asignaturas que se oferta en este módulo, los estudiantes deben cursar un mínimo de 10 créditos, es decir, dos.
Módulo de Contenidos Formativos (35 créditos ECTS). Este bloque consta de siete asignaturas, las cuales tratan aquellos puntos en los que la lexicografía toma contacto con otras disciplinas lingüísticas: morfología léxica, gramática, semántica, pragmática, así como algunos aspectos particulares de la técnica lexicográfica como el proceso de marcación. De esta relación de asignaturas, los alumnos deben cursar un mínimo de 20 créditos, es decir, cuatro.
Módulo de Especialidad (30 + 10 créditos ECTS). Este módulo presenta una peculiaridad frente a los anteriores, pues se ha estructurado en tres itinerarios de especialidad, los cuales se adscriben a las siguientes líneas: diccionarios didácticos y escolares, diccionarios históricos y diccionarios de lenguajes científicos y técnicos. Cada uno de ellos tiene seis asignaturas, de 5 créditos ECTS cada una, más una Memoria de prácticas o trabajo de investigación, de 10 créditos ECTS. Los alumnos deben cursar un mínimo de 20 créditos ECTS a los que hay que añadir los correspondientes a la memoria o trabajo de investigación.
Además, el máster dispone de dos vías: una profesional y otra de investigación. A partir de estas, se ofrece, para la modalidad profesional, un periodo de prácticas en diversos centros: editoriales en el caso del itinerario de diccionarios escolares, centros de investigación para el itinerario de diccionarios especializados y fundaciones para el itinerario de diccionarios históricos. La duración de estas prácticas externas asciende a las 100 horas, las cuales deberán completarse con una memoria de prácticas final que suponga 150 horas de trabajo. En caso de optar por la modalidad de investigación, los discentes deberán confeccionar un trabajo de investigación tutorizado con un peso de 10 créditos ECTS, es decir, 250 horas de trabajo.
3.3.2. Máster Universitario Erasmus Mundus en Lexicografía17
Este programa de estudios es heredero del “Diplôme Europén de Lexicographie” y constituye el proyecto de formación lexicográfica más ambicioso de los que se han presentado. Este máster se oferta y coordina desde 2009 en la Friedrich-Alesander-Universität Erlangen-Nürnberg18 (Alemania), si bien, al ser interuniversitario, se puede cursar desde otras universidades europeas: la Universidad Károli Gáspár en Budapest (Hungría), la Universidad de Salesia en Katowicw (Polonia), la Universidad de Lorraine (Francia), la Universidad de Minho (Portugal), la Universidad degli studi Roma tre (Italia) y la Universidad de Santiago de Compostela (España), así como desde la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica) 19.
Este programa internacional de estudios lexicográficos tiene entre sus objetivos:
Promover una formación internacional e interdisciplinar para la lexicografía.
Enseñar las teorías lexicográficas que gozan de un alto grado de internacionalización.
Conectar estas teorías con la aplicación práctica en la creación de un diccionario.
Reunir estudiantes de distintos países de Europa.
Frente al resto de programas de estudio presentados, este máster se organiza en dos cursos académicos y cuenta con una carga lectiva total que asciende a los 120 créditos ECTS. Tendrán preferencia de admisión los titulados en Filología, Lingüística, Traducción y Ciencias de la Educación, pero se deja la puerta abierta a cualquier titulación previa autorización por parte de la comisión del máster. Además, como requisito de admisión adicional, es necesario que los aspirantes aporten certificados de conocimientos en lengua inglesa (B1-B2) y alemana (B1-B2). También, se recomienda tener un alto grado de motivación, pues será necesario mucho trabajo individual por parte del alumnado. Una vez terminados sus estudios, los alumnos obtendrán una titulación de posgrado válida en toda Europa y un certificado que acredite la internacionalidad de los estudios realizados.
En cuanto a la organización de los estudios, estos se han planteado en cuatro semestres. Los alumnos recibirán clase en sus correspondientes universidades de origen, si bien, durante el verano del segundo año, disfrutarán de un prácticum en forma de estancias en las universidades colaboradoras. Durante este tiempo, realizarán talleres formativos y recibirán clases magistrales de distintos especialistas.
Durante el primer curso, los estudiantes deben completar la mitad de los créditos del máster en tres módulos:
Módulo básico (20 créditos ECTS). Es de carácter obligatorio y está compuesto por tres asignaturas. Estas pueden variar en función de la universidad donde se cursen los estudios. En el caso de la Universidad de Santiago de Compostela, se ofertan las siguientes asignaturas: Fundamentos básicos de lexicografía (10 créditos ECTS), Panorama de la lexicografía monolingüe, bilingüe y multilingüe de las lenguas románicas (5 créditos ECTS) y E-lexicografía monolingüe, bilingüe y multilingüe de las lenguas románicas (5 créditos ECTS).
Módulo de destrezas generales (20 créditos ECTS). Aquí, se ofertan asignaturas que no están directamente relacionadas con la lexicografía, pero favorecen el desarrollo del trabajo lexicográfico. Igualmente, la oferta académica puede variar en función de la universidad. En el caso de la Universidad de Santiago de Compostela, se ofertan cuatro asignaturas optativas con una carga de 5 créditos ECTS: Inglés, Alemán, Otras lenguas e Informática.
Módulo avanzado (optativas comunes). Las materias que aparecen en este módulo son comunes a todas las universidades. Todas ellas son optativas, tienen una carga de 5 créditos ECTS y se imparten en el segundo cuatrimestre. Las asignaturas que se ofertan en este módulo son Metalexicografía, Historia de la lexicografía, Lexicografía didáctica, El diccionario y su uso, Diccionarios especializados, léxicos y enciclopedias, Lexicografía computacional, Diccionarios y traducción, Lexicología y lexicografía y Planificación y diseño de diccionarios.
Módulo avanzado (materias obligatorias). Se imparte en primer cuatrimestre del segundo año de docencia, consta de tres materias de 10 créditos ECTS cada y que pueden variar en función de la universidad. En el caso de la Universidad de Santiago de Compostela, este módulo se compone de las siguientes materias: Selección de problemas del diccionario, de la lexicografía y de la investigación de diccionarios, Recursos y herramientas con aplicación lexicográfica: uso y diseño I, Recursos y herramientas con aplicación lexicográfica: uso y diseño II y Prácticum20.
Módulo Trabajo Fin de Máster. Este es el módulo final, se imparte en el segundo semestre del segundo curso y tiene una carga docente de 30 créditos ECTS. Como corresponde a cualquier Trabajo Fin de Máster, este es un texto de investigación sobre una de las materias que se han tratado a lo largo del máster y debe estar coordinado por uno de los tutores del plan.
4. Conclusiones
A tenor de los datos presentados, la formación lexicográfica ha experimentado muchos cambios a lo largo del tiempo. En este sentido, se puede decir que ha variado tanto como la propia disciplina o las mismas obras lexicográficas.
La formación de los lexicógrafos ha pasado por tres etapas bien diferenciadas, las cuales han tenido una repercusión en la metodología lexicográfica. Las dos primeras corresponden a un estado precientífico de la disciplina y han sido denominadas “Autoformación” y “Formación en el ámbito editorial”. El primer periodo se extiende desde los orígenes de la lexicografía hasta principios del siglo XVIII. Si bien es cierto que, en el siglo XIX, vive su momento de mayor esplendor, ya en el siglo XX, experimenta un acusado declive desde el nacimiento de la Metalexicografía hasta la actualidad donde los proyectos lexicográficos están gestionados por un equipo y no por una sola persona. El tipo de formación que más se da en este momento es la autodidacta, basada en la observación de la práctica lexicográfica y en la lectura de las pocas reflexiones teóricas existentes. El segundo periodo arranca con la fundación de la Real Academia Española y la publicación del Diccionario de autoridades (1726-39). En un primer momento de este periodo, la formación de los lexicógrafos sigue siendo propia y ajena a cualquier institución. Si bien, a partir del siglo XX, esta empieza a ser asumida por las casas editoriales que financian los proyectos.
La última etapa, “Formación en el ámbito universitario”, corresponde al desarrollo de la lexicografía como ciencia y está marcada por su entrada en los planes de estudio universitarios. Esta inclusión ha implicado el diseño, desarrollo y aplicación de programas de estudio de posgrado sobre lexicografía.
La principal aportación de este estudio es el análisis de los programas actuales de formación lexicográfica. Según se ha comprobado, los programas se organizan en tres categorías en función de dos parámetros: quién los ofrezca (universidades o entidades privadas) y su oficialidad (cursos privados, títulos propios y másteres oficiales). Según esta clasificación, hemos localizado cinco programas de estudio:
1. Cursos privados
Curso de lexicografía. Euroinnova Business School
2. Títulos propios
Diploma de Especialización de Lexicografía Valenciana. Universidad de Valencia
Título propio de Máster en Lexicografía Hispánica. Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española y Universidad de León
3. Másteres oficiales
Máster universitario en Elaboración de diccionarios y control de la calidad del léxico español. Universidad Española a Distancia y Universidad Autónoma de Barcelona
Máster Universitario Erasmus Mundus en Lexicografía. Universidad de Santiago de Compostela y otras universidades internacionales
Si se atiende al contenido de estos planes, así como a los requisitos de acceso a unos y otros, se aprecian claras diferencias entre los planes que se ofertan únicamente en España y el Máster Universitario Erasmus Mundus en Lexicografía que se imparte en varias universidades.
En el caso de los títulos exclusivamente españoles, los requisitos de acceso los convierten en programas dirigidos, prioritariamente, a personas que ya posean una sólida base lingüística, es decir, que hayan cursado estudios universitarios relacionados con la lengua: Filología, Lingüística, Traducción, Comunicación, etc.
Además de una formación inicial de corte eminentemente lingüístico, los contenidos que se imparten en estos programas continúan en esta línea y profundizan, especialmente, en aquellas cuestiones en las que la lexicografía entra en contacto con distintas ramas del análisis lingüístico.
Este hecho, especialmente apreciable en el Máster ofertado por la Escuela de Lexicografía Hispánica, no es criticable, pero ofrece un reflejo muy claro de la orientación que ha tomado la reflexión lexicográfica en España.
Por su parte, el Máster Universitario Erasmus Mundus en Lexicografía no participa tan acusadamente de esa orientación lingüística. Si bien los requisitos de acceso están enfocados también a estudiantes con un amplio bagaje en cuestiones del lenguaje, el contenido didáctico que se imparte no presenta ninguna relación con la Lingüística o la Filología. Todos los contenidos que se imparten en este Máster están directamente relacionados con la teoría, la técnica y la práctica lexicográfica.
Estas diferencias en los contenidos didácticos pueden explicarse atendiendo a la naturaleza de la teoría lexicográfica que se practica en España y parte de Europa. Actualmente, existen distintos enfoques teóricos y paradigmas sobre la Lexicografía. En España, predomina un enfoque de corte lingüístico y filológico, heredero de la teoría lexicográfica francesa y con una orientación lexicológica que lleva a considerar a la lexicografía como una rama de la Lingüística (Huisa Téllez, 2015, p.172). En este sentido, cabe pensar, por ejemplo, en la propuesta de clasificación de la tipología lexicográfica que presenta I. Ahumada en el Diccionario Bibliográfico de la Metalexicografía del español (2006), donde parte de lo que considera los tres elementos básicos del artículo lexicográfico: entrada, categoría y definición, como representantes de la “dimensión lingüística en que se proyecta toda unidad léxica: (a) la entrada como expresión del conjunto de rasgos fonológicos, (b) la categoría gramatical como expresión del conjunto de los rasgos morfosintácticos y (c) la definición como expresión del conjunto de rasgos semánticos” (Ahumada, 2006, p.4). Otro ejemplo es el estudio de M. Alvar Ezquerra que ya se ha convertido en un clásico dentro de las reflexiones metalexicográficas: “La forma de los diccionarios a la luz del signo lingüístico” (1994, pp.3-13), donde plantea una relación entre la tipología lexicográfica y las distintas teorías sobre el signo lingüístico.
Sin embargo, los paradigmas teóricos predominantes en otras zonas de Europa como Alemania o Dinamarca, principalmente representados por S. Tarp y H. E. Wiegand, no participan esta idea de la lexicografía como parte de la Lingüística. A pesar de las profundas diferencias que existen entre ellos (Tarp, 2008, pp.28-32), ambas propuestas parten de un presupuesto común: la lexicografía constituye una ciencia completamente autónoma y los puntos que comparte con la Lingüística son los mismos que comparte con otras ramas de conocimiento (Tarp, 2008, pp.4-12).
Podemos concluir que la formación de lexicógrafos ha evolucionado mucho desde sus orígenes, la autoformación, pasando por un periodo de transición en la que las casas editoriales se responsabilizaban de la formación de sus trabajadores, hasta llegar a la actualidad donde las universidades, principalmente, han asumido casi la totalidad de los programas de formación, en los que se aprecian distintas teorías y líneas de pensamiento lexicográfico.